¡Fototaaa!

 Prosa aprisa

¡Fototaaa!

Arturo Reyes Isidoro

Comía yo tranquila, plácidamente en Orizaba la tarde del sábado cuando de pronto, ¡zas!, que veo la foto en la página personal de Facebook del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que me hizo recordar la “¡Fotazaaa!” del pasado 30 de junio.

¡Fototaaa!, exclamé para mis adentros. Resulta que en ese sitio especial se exhibía al secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, durmiendo, o adormitado, arrullado por las palabras de su jefa Rocío Nahle, que en ese momento se tiraba un rollo frente a un micrófono.

Por el contrario, tanto el gobernador como el secretario de Educación Zenyazen Escobar García se veían en la imagen volteando hacia ella, escuchándola, como si siguieran en el aire el vuelo de sus palabras. No podía ser mayor el contraste.

Andaba yo de minivacaciones aprovechando que salí de vacaciones en la UV. Lo que menos quería saber era de política, para alejarme un poco del quehacer diario y descansar, salirme de los temas diarios, desintoxicarme informativamente. Pero la imagen me perturbó.

Un sueño hecho añicos 

Eché mano de un mezcal para digerir mejor las lecturas de la foto, que no dejaba duda de que estaba ante un caído en desgracia política, que al menos en sueños –eso pensé que estaba soñando, si es que estaba soñando– se aferraba a un sueño, al sueño de su vida: ser gobernador de Veracruz, que en ese momento la realidad se lo hacía añicos. 

Porque en ese preciso momento, su otro jefe (ejem ejem), Cuitláhuac García Jiménez, cuidando todas las formas, en una reunión con funcionarios de educación, presentaba ya en forma abierta a su “corcholata” para sucederlo en 2024, en una de las sedes oficiales del Poder Ejecutivo: la Casa de Gobierno. 

Para empezar, no salía yo de mi asombro de que el gobernador hubiera subido a sus redes una foto exhibiendo a Cisneros con los ojos cerrados, durmiendo (esa idea es la que da la imagen), exhibiéndolo ante todos, pero sobre todo ante su madrina, jefa y protectora, la candidata del palacio de gobierno a gobernadora.

Rocío Nahle durmió con su discurso a Eric Cisneros

¿Cuitláhuac le quiso decir mira el interés que te presta tu hombre de confianza, tu operador, cómo te falta al respeto durmiendo mientras tú hablas cuando en agradecimiento a todo lo que has hecho por él debiera ser, o al menos parecer, el más entusiasmado?

O de plano se quiso ir a fondo y le envió también un mensaje a ella con esa foto, diciéndole: ¡carajo!, si duermes con tu discurso a Eric, que se supone que es quien más interés tiene en ti, vas a dormir también al electorado, cuando debes entusiasmar.

¿Dormía Eric profundamente? ¿Solo adormitaba? ¿O estaba en un momento de profunda reflexión sobre la fragilidad, no la inmortalidad, del cangrejo, que en cualquier momento podía crujir su caparazón, crac, crac, como estaba crujiendo el caparazón de su sueño de una noche de verano? (¡Oh, Shakespeare!).

¿O estaba queriendo evadirse de la realidad, de la cruda realidad, para no pensar en ese momento qué explicación le iba a dar a todos los alcaldes, en especial a los de la Huasteca, a quienes les vendió la versión de que él sería el próximo gobernador y que ya tenía asegurada la candidatura?

¿Fue una foto para cobrar venganza?

¿Con esa foto, en momento político más oportuno por la invitada de lujo que tenían, se quiso desquitar Cuitláhuac de Eric de todo lo que le ha hecho o en lo que lo ha metido que le han valido muchas críticas? (No es indio el que no se venga, dice un dicho famoso).

Imposible pensar que el gobernador no se dio cuenta de la susodicha foto cuando la insertó entre otras más, pero pensando en que así hubiera sido, entonces no cabría duda que los del equipo de Cuitláhuac que le manejan las redes sociales aprovecharon la gráfica para exhibir a Cisneros, a quien es un secreto a voces que no lo quieren, como no lo quieren los demás secretarios de despacho. 

Pero otra foto que circuló sobre el mismo acto hace pensar y creer más que el secretario de Gobierno estaba alicaído, triste, desanimado, deprimido, decaído, descorazonado, desilusionado, por ver cómo tanto tiempo y dinero invertido promoviéndose (el 13 de noviembre pasado ante los alcaldes de su distrito, Cosamaloapan, en su presencia, el entonces alcalde de ese municipio Raúl Hermida lo había destapado como candidato a gobernador con toda su complacencia) se acababan de ir por el caño de la política.

Hoy ya está totalmente claro que la candidata de Cuitláhuac García es Rocío Nahle y que con ella se la va a jugar frente a Manuel Huerta y Sergio Gutiérrez, los otros más visibles contendientes, porque a sus secretarios aspirantes, o exaspirantes, ya los enfrió con ese “no se vayan con la finta” que les dijo y a quienes les ordenó que mejor se pongan a trabajar para concluir sus programas u obras pendientes. 

Definitivo: apuestan por una zacatecana, no por un veracruzano

Los veracruzanos, morenos o no, también ya no tienen duda que el gobernador y su equipo se la juegan con una zacatecana y no con un veracruzano o una veracruzana, porque seguramente entre los más de ocho millones de veracruzanos no encontraron a nadie que crean capaz de llevar las riendas del estado, algo así como los que fueron a buscar a Maximiliano para que viniera a gobernar a los mexicanos. 

Hoy ya Eric Cisneros está cierto que tendrá que alinearse con Nahle, que tendrá que ser, ahora sí, su verdadero operador si quiere tener esperanzas de sobrevivir en caso de que ella ganara, y que tal vez viva la experiencia de ver cómo se le abren aquellos a los que por las buenas o las malas había convencido que él ya era el mero bueno.

Lo cierto también es que el cuitlahuismo ya tiene encima la sombra de la señora Nahle, que el jefe de ese grupo o corriente le ha apostado a una sola carta y la ha abierto y que van a correr la suerte política juntos: o sobreviven en el poder o se despiden para él, muchos de ellos para siempre. 

Han iniciado ya la carrera que tiene como primera meta julio próximo cuando se haga la primera encuesta para medir cómo están o van los aspirantes a suceder a Cuitláhuac. El tiempo que falta y las circunstancias están jugando también y van a beneficiar a uno y a descalificar a otros. Pero candidato seguro de Morena a la gubernatura por ahora no hay nadie. 


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