EN CADA PÉRDIDA DE ALGO QUE AMAS SE VA TAMBIÉN PARTE DE TU VIDA

 Por Nina Salguero  Copyright


Petunia era mi gato, se llamaba Petunia hasta que le descendieron los testículos pero el gato entendía por Petunia, si le decía Petunio, sus ojos amarillo-INTENSO me veian con reclamo.

El día de su muerte por atropellamiento lo fui a recoger de la mitad de la calle, la calle más oscura de Petrópolis, que sino fuera por las luces de los particulares fuera una boca de lobo.

Cuando escuché su maullido, yo pensé que se estaba peleando con otro gato, ya ue siendo el macho alfa, solía enfrentarse con otros machos de su especie, su maullido no fue de dolor fue un maullido de valientes de esos que se enfrentan con coraje a la muerte,

Cuando me vinieron a avisar que lo habían atropellado, me causó mucho dolor, porque el, no era un gato común y corriente sino un Sr. Gato, cuando me enfermaba solo le faltaba hablar, no se de donde se iba a robar un pedazo de pollo ya mordisqueado por su dueño, un ratón, un pájaro recién atrapado, o sea me veia como parte de su manada y me llevaba alimento.

Nunca lo regañé ya que su amor de gato por su humana, era más que evidente.

Cuando fui a recogerlo de media calle, su sangre escurrió por mis brazos, le pedí perdón por la veces que no quise cargarlo, pues había crecido tanto que ya no cabía en mi piernas, lo cargaba como bebé. Lo había notado triste muy triste, solía platicar con él y tenía el privilegio de vez en vez de comer wiskas, le causaban un placer de ronroneo.

Se muy bien quien lo atropelló...todo ser viviente es obra del Creador del único Dios Verdadero y pedí justicia, para un gato que alegraba mi soledad.

La persona que lo mató de forma imprudente, tendrá que pagar las consecuencias por haber alterado la armonía de la Creación y Petunia, bueno dicen que se dejan morir antes que su dueño, por puro amor . No quiero ni pensar que le pasará a las personas que maltratan a los animales, son seres vivos como nosotros, tienen su forma de comunicarse de amarse...

En alguna ocasión leí como la muerte llegaba al lecho de un moribundo, su gato estaba en su cama, la muerte le dijo que iba por su dueño, el animalito le dijo "Llévame a mi" la  muerte le contestó:

" Te queda solo una vida, quieres cambiarla por la de tu dueño?",  " Si" dijo micifuz, con gusto, y el moribundo sanó mientras el gatito

 ofrendaba su vida.

Y así fue, yo lloré mucho después de todo era mi compañía, a veces su ojos se le veían rojos otras amarillos, recuerdo que en uno de los frios más intensos se me fue a acomodar como bufanda y pude pasar la noche sin más problema.

Está sepultado en la entrada del jardín de mi casa, desde ahí vigila mis sueños y mis esperanzas, un  vecinito me abrazó y lloró conmigo, los demás niños vieron la muerte de petunia, como algo sin mucha importancia, en la tumba de Petunia hay flores, porque el cariño y la adhesion de una mascota es uno de los cariños más sinceros.

Y quien sabe si alguien deseaba mi muerte, quizá si quizá no, pero Petunia dió su vida por mi, en caso que así haya sido.

Gracias Petunia, por todo el amor que me diste y perdóname las veces que me enojé por llenar de tus pelos blancos mi ropa oscura, aún están ahí, pegados al saco, a la chamarra, no los pienso quitar después de todo son el recuerdo de tu amor gatuno.

Sigue cuidándome Petunia...



Comentarios

Entradas populares