LA PRIMERA MUJER SONORENSE QUE BAILÓ CON EL DIABLO
La primera mujer sonorense que bailó con el diablo
Por Víctor Manuel Estupiñán Munguía*
“…Baile del diablo me parece ver bailar, a mi adorada en brazos d (sic) otro querer…”
La historia y presencia del diablo en Sonora no es nueva. Para la expansión del evangelio se requirió y se hecho de mano del Príncipe de las Tinieblas. Llegó apertrechado en las primeras embarcaciones que llegaron al continente americano. Viajó con boleto de primera desde el principio al “Nuevo Mundo”; llegó en “La Pinta”, la “Santa María” y en “La Niña”. Sin embargo, sus huestes propagandísticos siguieron llegando en posteriores carabelas al nuevo territorio por conquistar.
Difuminar y dar a conocer la palabra de Dios, también implicó directamente dar a conocer del gran poder del demonio. “La cultura de la demonología” fue un elemento esencial en la conquista espiritual de “las nuevas y feroces tierras bárbaras”, como llamaron los enviados de la iglesia y la corona.
La construcción de las subjetividades espirituales también implicó “enseñar” las otras espiritualidades negras; la del personaje de las obscuridades y de sus reinos infernales.
Luzbel llegó junto con los arcabuces, bombardas, culebrinas, falconetes, pedreñales, mosquetes, ballestas, caballos, lanzas y espadas; desde el principio fue compañero fiel, inseparable de la cruz; llegó exactamente abrazado de la Biblia, protegido por las tapas del libro sagrado. Domesticado, dosificado entre líneas, parábolas y libros históricos, proféticos, didácticos y versículos.
Llegó como nuevo jinete en llanura extensa, montado en las mentes europeas. Cuyo uso y abuso quedó a la discreción del poder blanco y de la Santa Inquisición. Su efectiva ferocidad terminó ensalivando y engullendo a los demás demonios de la comarca nacional.
La primera referencia que se hace del amo y señor de los avernos en el noroeste de México, es por parte del franciscano Fray Marcos de Niza. Luego le continuaron los jesuitas Pérez de Ribas y Juan Nentuig, entre otros. El demonio llegó para quedarse y para justificar cuando de repente, los encargados de la evangelización no podían apaciguar a los indígenas, informaban a la corona que se debía a la obra del demonio.
El demonio jugó un papel muy importante en la lucha de los imaginarios y en la conquista, tanto armada como espiritual. Sin demonio, no hay pecado y sin pecado no hay juicio y, sin juicio no hay temor, y sin temor no hay sometimiento psicológico y físico y, sin esto no hay explotación y saqueo. La evangelización requería un demonio, porque sin demonio-villano, no hay Dios-héroe. De allí que jugó y sigue, un papel central:
“El demonio, arma imperialista por excelencia, tuvo que ser importado con gran despliegue discursivo, a (sic) impuesto en la conciencia americana a fuego y sangre para siempre.”
Sobre todo si consideramos que España al igual que Europa habían vivido 1000 años de Edad Media, donde la iglesia gobernó imperialmente, siendo la época más obscura de toda la historia. Esta cristología fue trasportada de un feudo cultural fanático y decadente.
Pero aterrizando en Sonora moderno, tenemos un caso muy aferrado al subconsciente colectivo. Se trata de una adolescente que bailó con él. Se llamba Linda y hacía honor a su nombre; la adolescente sonorense de 16 años que a finales de la década de los 50´ le tocó bailar con el diablo en el Contry Club.
La muchacha de repente se dio cuenta que los pies del hombre en lugar de traer zapatos, traía patas de animales, se le veían las pesuñas y una pata de gallo.
Pero para completar la historia, indaguemos sobre los antecedentes de la aparición del diablo.
Linda, cuando ya estaba lista y hecha una verdadera princesa, fue a avisarle a su mamá, quien estaba en cama, enferma de unos dolores.
_Mamá —le dijo— me voy al baile— ¡No mi hijita! ¿Cuándo me pediste permiso?
—Pero mamá…
—¡Nada! No te dejo ir porque me siento muy mal de verdad. Además hoy es noche de Año Nuevo y tienes que pasarla con tu familia.
Pero en ese momento pudo más la fiesta que los regaños de la mamá, así que Linda se salió a escondidas:
—¡ Al fin que no necesito de su consentimiento para divertirme! —se dijo.
Cuando la muchacha llegó al casino, todos voltearon a verla, era la joven más hermosa de la noche. Le llovieron proposiciones para bailar, pero Linda no aceptó.
Entre los asistentes se encontraba un guapo muchacho, de cabello muy negro y ojos enormes, vestido elegantemente. Nadie lo conocía, así que todos se preguntaban quién sería.
Mucha fue la sorpresa de Linda, cuando el guapo desconocido se le plantó enfrente invitándola a bailar. La muchacha se dejó llevar hasta el centro de la pista, ahí bailaron y bailaron en medio de las miradas de los demás.
Linda empezó a sentir mucho calor y de pronto mucho ardor en la espalda, sentía que algo la quemaba, temerosa volteó a ver qué era y se encontró el brazo y la mano del joven marcados en su vestido, como cuando marcan a los becerros. Su vestido estaba quemado y el aire olía a azufre. Volteó hacia abajo y vio con horror
Por todos lados empezó a surgir fuego, y los jóvenes asistentes tuvieron que escapar del lugar como pudieron. El casino ardió hasta que sólo quedaron las paredes que hoy en día todavía se observan.
De Linda, unos dicen que murió, pero la mayoría asegura que está con el diablo.
El lugar desde entonces no lo volvieron a restaurar.
Linda, la protagonista de la historia, desobedeció a su madre que le dijo que no asistiera. Sin embargo, se encaprichó asistiendo y, el diablo se encargó de darle una lección de fuego y susto, con su apariencia demoniaca. En dicho relato, otra vez encontramos el arquetipo de “la mujer desobediente” y el correspondiente castigo.
Debemos recordar que según la Biblia, Eva desobedeció a Dios y el castigo no se hizo esperar, el cual ya conocemos. Al igual que la esposa de Lot, Edith, la cual por desobedecer se convirtió en una “mujer de sal”, una estatua de sal.
Por cierto, en dicho espacio siguen dándose diversos problemas violentos como violaciones, se encuentran animales muertos como si se realizaran sacrificios. Las paredes contienen figuras satánicas y círculos, al parecer se realizan misas negras. Por ejemplo, el 27 de junio de este año 2018, se encontró a un hombre muerto que al parecer le cayó un muro muriendo aplastado.
Sin lugar a dudas, existen espacios donde la energía se manifiesta de diferentes formas.
Existe en el imaginario social, corrido como “El hijo desobediente”; por lo que la muchacha que desobedece a su mamá y, que encuentra un castigo ejemplar no puede faltar. Recordemos lo que dice la letra del corrido de “Rosita Alvirez”:
“Año de 1900 presente lo tengo yo
En un barrio de Saltillo, Rosita Alvirez murió,
Rosita Alvirez murió
Su mamá se lo decía, Rosa esta noche no sales,
Mamá no tengo la culpa que a mí me cuadren los bailes,
que a mí me gusten los bailes.
Hipólito llegó al baile y a Rosa se dirigió
como era la más bonita…”
Por último, la desobediencia como argumento dentro de la narración de “Caperucita Roja”, “La Cenicienta”, “Blanca Nieves”, “La Bella Durmiente del Bosque”, entre otros cuentos fantásticos, consignan las mismas “Estructuras de la Desobediencia” o, Síndrome de la Desobediencia Femenina” y, sus correspondientes castigos ejemplares. Todos ellos contienen arquetipos milenarios con adaptaciones de los hermanos Grimm y, después de Disney.
Todo el relato en sí, es un relato arquetípico. Tienen como función el de resolver problemas, disminuir angustias sociales y dar sentido a “creyentes”.
En el caso del noroeste y la presencia y uso del demonio, tiene relación directa con la cosmogonía de la Biblia, ya que esta contiene la tarea del establecimiento del reino de Dios o, gobierno de Dios y, que mejor que empezar con someter a los poblados indígenas a tal propósito.
Los arquetipos en este caso de los cuentos fantásticos, también contienen mitos.
Según Paul Ricoeur, un mito es “una narración tradicional referida a acontecimientos que sucedieron en el origen de los tiempos y cuyo objetivo es proporcionar fundamentos para las acciones rituales de los hombres actuales y, en general, establecer todas las formas de acción y pensamiento por las que el hombre se comprende a sí mismo en este mundo.”
*Víctor M. Estupiñán Munguía: Artesano de la palabra, escultor de ideas, danzante de emociones, arquitecto de sentimientos, pensador por distracción Cósmica, contador de estrellas por insomnio creativo, pintor de sueños por terapia humanista, especialista en transgredir las reglas ortográficas de la Real Academia Española, con neurosis cultural debido a que no puedo crear poemas que lleguen al corazón, chingólogo y sonorólogo, víctima de la libertad, democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia de la Madre Naturaleza para cortar flores y olerlas.- Miembro de S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas)- Sonora “Por la paz del mundo” victor-79@live.com.mx
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