PERÚ NECESITA DE FÁTIMA
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Estimada Nina, le hago llegar las oraciones para el primer día de la novena... que la Virgen le conceda muchas gracias... NOVENA A VIRGEN DE FÁTIMA (P. GREGORIO MARTÍNEZ DE ANTOÑANA, CMF) Primer día: jueves 4 de mayo Penitencia y reparación Ofrecimiento (TODOS LOS DÍAS) ¡Oh Dios mío! Yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman. ¡Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo! Yo os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo cuerpo, sangre, alma y divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes con que Él es ofendido; y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón e intercesión del Inmaculado Corazón de María, os pido la conversión de los pecadores. Oración preparatoria (TODOS LOS DÍAS) Oh Santísima Virgen María, Reina del Rosario y Madre de misericordia, que os dignasteis manifestar en Fátima la ternura de vuestro Inmaculado Corazón trayéndonos mensajes de salvación y de paz. Confiados en vuestra misericordia maternal y agradecidos por las bondades de vuestro amantísimo Corazón, venimos a vuestras plantas para rendiros el tributo de nuestra veneración y amor. Concedednos las gracias que necesitamos para cumplir fielmente vuestro mensaje de amor, y la que os pedimos en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios, honra vuestra y provecho de nuestras almas. Así sea. Meditación para el primer día: Penitencia y reparación ¡Oh Santísima Virgen María, Madre de los pobres pecadores!, que apareciendo en Fátima, dejasteis transparentar en vuestro rostro celestial una leve sombra de tristeza para indicar el dolor que os causan los pecados de los hombres y que con maternal compasión exhortasteis a no afligir más a vuestro Hijo con la culpa y a reparar los pecados con la mortificación y la penitencia. Dadnos la gracia de un sincero dolor de los pecados cometidos y la resolución generosa de reparar con obras de penitencia y mortificación todas las ofensas que se infieren a vuestro Divino Hijo y a vuestro Corazón Inmaculado. Súplica final (TODOS LOS DÍAS) ¡Oh Dios, cuyo Unigénito, con su vida, muerte y resurrección, nos mereció el premio de la salvación eterna! Os suplicamos nos concedáis que, meditando los misterios del Santísimo Rosario de la bienaventurada Virgen María, imitemos los ejemplos que nos enseñan y alcancemos el premio que prometen. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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