LAS VERDADES DE FRANCISCO

POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA
LAS VERDADES DE FRANCISCO
Dra. Zaida Alicia Lladò Castillo
Que buen sabor de boca nos deja a los católicos y –supongo—a no católicos, la visita a nuestro país de Su Santidad El Papa Francisco, que realizara durante los días 12 al 17 de febrero del presente. Días en que se pudo constatar porque a éste se le toma como el “Papa rebelde”, “el Papa del cambio”, “el Papa directo”, incluso el “Papa tirano” como así lo han llegado a llamar, algunos que en el fondo no coinciden con su forma de ser y de decir.
Sin embargo, creo que la manifestación de cariño que le profesara el pueblo de México en las 5 sedes en que se realizaron diversos eventos: Cd. de México, Ecatepec, Edo. De México, Tuxtla y San Cristóbal, Chiapas, Morelia, Michoacán y Ciudad Juárez, Chihuahua, queda de manifiesto que se le quiere—y mucho--, por lo que es: un hombre bueno, muy humano, que ama su vocación y defiende su Iglesia queriendo rescatarla de los vicios a los que muchos la llevaron, para dirigirla a una etapa de reencuentro con su esencia espiritual, de bondad y religiosidad.   
En cada cede pudo hablar de los problemas que más le duelen a la sociedad mexicana: rescatar el valor de las personas en especial las mas necesitadas, la integración familiar, el matrimonio de los divorciados, la atencion a los pueblos indígenas, orientación en valores y apertura de oportunidades para los jóvenes, la exclusión social de los centros penitenciarios, la explotación laboral, inseguridad y narcotráfico, la migración y sobre todo, la conversión o regreso a la fe en Dios, etc. Y en cada sesión nos dio una cátedra de humildad y de amor a la humanidad y aunque en sus mensajes el contenido fue valioso totalmente, bien vale la pena poder recordar algunas de sus frases más sonadas. Y me voy por partes.
En su calidad de Jefe de Estado estuvo en Palacio Nacional frente a la clase política y ahí les dijo:
“México, es un gran país, bendecido con abundantes recursos naturales y una enorme biodiversidad que se extiende a lo largo de todo este vasto territorio”…“Pienso y me animo a decir que la principal riqueza de México, son sus jóvenes ( )…Esto permite proyectar un futuro un mañana. Un pueblo con juventud es un pueblo capaz de renovarse, transformarse, es una invitación a alzar con ilusión la mirada hacia el futuro y a su vez nos desafía positivamente en el presente”.
“La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano la vida en sociedad se vuelve terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia e incluso el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, causando sufrimiento y frenando el desarrollo” …“Esto no es solo asunto de leyes, que requieren de actualizaciones o mejoras—siempre necesarias--, sino de una urgente formación de la responsabilidad personal de cada uno, con pleno respeto del otro como corresponsable en la causa común de promover el desarrollo nacional. Es una tarea que involucra a todo el pueblo mexicano en las distintas instancias tanto públicas como privadas, tanto colectivas como individuales”.
Hablo de las tentaciones que degradan al ser humano, frente a la comunidad mexiquense.
"Primera: la riqueza, adueñándonos de bienes que han sido dados para todos y utilizándolos tan sólo para mí o “para los míos”. Es tener el “pan” a base del sudor del otro, o hasta de su propia vida. Esa riqueza que es el pan con sabor a dolor, amargura, a sufrimiento. En una familia o en una sociedad corrupta ese es el pan que se le da de comer a los propios hijos. Segunda tentación: La vanidad, esa búsqueda de prestigio en base a la descalificación continua y constante de los que “no son como uno”. La búsqueda exacerbada de esos cinco minutos de fama que no perdona la “fama” de los demás, “haciendo leña del árbol caído”. La tercera tentación, la peor, la del orgullo, o sea, ponerse en un plano de superioridad del tipo que fuese, sintiendo que no se comparte la “común vida de los mortales”, y que reza todos los días: “Gracias te doy Señor porque no me has hecho como ellos".
Ante esto, es viable preguntarse: "¿Hasta dónde somos conscientes de estas tentaciones en nuestra persona, en nosotros mismos? ¿Hasta dónde nos hemos habituado a un estilo de vida que piensa que en la riqueza, en la vanidad y en el orgullo está la fuente y la fuerza de la vida?
A las comunidades indígenas, les pidió perdón
"…Ustedes (los pueblos indígenas) tienen mucho que enseñar a la humanidad"…"El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes. Los jóvenes de hoy, expuestos a una cultura que intenta suprimir todas las riquezas, características y diversidades culturales en pos de un mundo homogéneo, necesitan que no se pierda la sabiduría de sus ancianos"…"Muchas veces, de modo sistemático y estructural, vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas, su tradición. Otros mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras, o han realizado acciones que las contaminaban. Qué tristeza. Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir perdón. Perdón, hermanos".
A los matrimonios y familias les expresó:
"La precariedad, la escasez, el no tener lo mínimo nos puede desesperar, nos puede hacer sentir una angustia fuerte ya que no sabemos cómo hacer para seguir adelante, y más cuando tenemos hijos a cargo”…"La precariedad no sólo amenaza el estómago, y eso ya es decir mucho, sino que puede amenazar el alma, nos puede desmotivar, sacar fuerza y atentar con caminos o alternativas de aparente solución pero que al final no solucionan nada.”… “Quiero invitarlos a soñar con un México donde los papás pueda tener tiempo para jugar con sus hijos (...) Los invito a soñar el México que sus hijos se merecen, un México donde no haya personas de primera, segunda o cuarta, sino el México que sabe reconocer en el otro la dignidad de hijo de Dios”.
A los jóvenes y niños los invito a no ceder frente a lo dañino:
“Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven, es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte”…“Es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es la pobreza, la marginación”…”Jesús, el que nos da la esperanza, nunca nos invitaría a ser sicarios”… “No se dejen excluir, no se dejen desvalorizar, no se dejen tratar como mercancía”… ”La dignidad se las da el no dejarse “sobar el lomo” y ser mercadería para los bolsillos de otros.”…“Sigan siendo creativos, buscando la belleza, las cosas lindas, las cosas que duran siempre y nunca se dejen pisotear por nadie. ¿Está claro?”.
A quienes están privados de su libertad, les abrió su corazón y les inyecto palabras de amor y respeto:
“Las cárceles son un síntoma de cómo estamos en la sociedad, en muchos casos de silencios, de omisiones que han provocado una cultura del descarte, de una cultura que ha dejado de apostar por la vida, de una sociedad que poco a poco ha ido abandonando a sus hijos”…“A veces, pareciera que las cárceles se proponen incapacitar a la persona, a seguir cometiendo delitos, más que a promover los procesos de reinserción que permitan atender los problemas sociales, psicológicos y familiares que llevaron a una persona a una determinada actitud”.
“No te preguntes por qué estás aquí, sino para qué, y que esto nos lleve adelante, nos haga ir saltando las vallas de ese engaño social que cree que la seguridad y el orden solamente se logra encarcelando.”…“Luchen, desde acá dentro, por revertir las situaciones que generan más exclusión, hablen con los suyos, cuenten su experiencia, ayuden a frenar el círculo de la violencia y la exclusión”… “Quien ha sufrido el dolor al máximo y que podríamos decir que experimentó el infierno, puede volverse un profeta en la sociedad. Trabajen para que esta sociedad que usa y tira a la gente no siga cobrándose víctimas”…“Les pido que en esta oración de silencio agrandemos el corazón para poder perdonar a la sociedad que no supo ayudarnos y que tantas veces nos empujó a los errores.”
Frente a los empresarios, dijo:
“La mentalidad reinante pone el flujo de las personas al servicio del flujo de capital, provocando en muchos casos la explotación de los empleados como si fueran objetos para usar, tirar y descartar.”…“¿Qué quiere dejar México a sus hijos, una memoria de explotación, de salarios insuficientes, de acoso laboral o de tráfico de trabajo-esclavo, o quiere dejarles la cultura de la memoria del trabajo digno, de techo decoroso y de la tierra para trabajar? (...) ¿Qué atmosfera van a respirar, un aire viciado por la corrupción, la violencia, la inseguridad y desconfianza o, por el contrario, un aire capaz de generar alternativas, renovación o cambio?”
Todos estamos en el mismo barco, todos tenemos que luchar para que el trabajo sea una instancia de humanización y futuro, un espacio para construir sociedad y ciudadanía”. “No se puede dejar solo y abandonado el presente y el futuro de México.”
Y podría seguir comentando los múltiples pensamientos que encierran los mensajes que expresara su Santidad, y aunque es cierto que hubo temas que no tocó, no fue por evadirlos sino porque han sido abordados en diferentes foros previos a su visita.
Sin duda, la visita papal no es para cambiar la realidad de un pueblo o de un estado, pero si es un remanso al alma para obtener valor y energía para despertar. Por lo tanto, no se puede negar el valor de lo que nos compartió que esta sellado en sus pensamientos, en cada mensaje que caló a muchos, hasta “los de casa”, porque no es fácil hablar con la verdad sin incomodar y menos pedir un cambio sin enfrentarse a la resistencia.
Pero eso, mucho hay que agradecerle a Francisco lo que le deja a nuestro México, a un pueblo ávido de atenciòn y esperanza, que hoy ha abierto más los ojos y que sabe, que en adelante merece ser tratado con respeto, justicia y dignidad.
Gracias y hasta la próxima.

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