REFLEXIÓN MATUTINA SALIÓ CON SU DOMINGO SIETE

 

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REFLEXIÓN MATUTINA.

Tetraheroica Veracruz el miércoles 10 de julio del 2013.

Hoy, después de este domingo 7, lo confieso y lo declaro, estoy perdido pues no sé donde estoy, ni a donde voy. Y si no lo sé yo como ente individual, menos lo sabrá el ente colectivo que es el país. Aquellas que fueran mis referencias para ubicarme en México han desaparecido. Es como bucear en un azul profundo sin reloj ni profundímetro. No sé donde estamos ni para donde vamos. ¿Cómo establecer esa relación vital de profundidad/tiempo?

SALIÓ CON SU DOMINGO SIETE.

POR: Edwin Corona Y Cepeda

Dedicado a Maryjosé Gamboa.

Por su valentía.

Nací en México y hasta este domingo 7 me sentí mexicano. Ahora no se quién soy, ni donde estoy. No me puedo encontrar a mi mismo dentro de los que hoy es algo similar a una taza de excusado, a un manicomio poblado de locos extraños, incultos, impredecibles, ambiciosos y corruptos. A candidatos que saltaron de un lado a otro y que careciendo de propuestas apostaron a la agresión, a la estulticia, a la ignorancia y al valemadrismo. La abstención fue el resultado.

A lo largo de mi aventurera vida recorrí casi todo el país. Lo sentí, por arriba y por abajo. En la extensión de sus valles y sus mares azules, en las cimas de montañas y las simas del abismo, en la paz de sus bosques y la furia tempestuosa, en la amabilidad de sus gentes y lo bello de su folclore. Todo esto lo incorporé a mi manera de ser y lo propale por el mundo: Como México, no hay dos.

Hoy, después de este domingo siete, lo reconozco y lo declaro: no me encuentro. Me han cambiado la comida, los olores de la tierra, lo azul del mar, los recuerdos, los musicales sonidos, los nombres de las cosas, los horarios, nuestra forma de hablar, nuestras caras y expresiones, nuestra forma de vivir, de galantear, de hacer el amor, de amistad, de hacer negocios, y hasta de nuestros chistes y parrandas. Hoy ya no estamos en aquel rincón de una cantina oyendo una canción, sino que nos conformamos con las telenovelas y el futbol.

Forzosamente y así lo declaro, mi cerebro y mi metabolismo se han ido al carajo pues estoy como barco al garete, sin encontrar las coordenadas que me indiquen en que punto del mar de esta incertidumbre es donde me encuentro. Hoy y me doy cuenta de ello, nuestros compatriotas, nuestros conciudadanos actúan como zombies, ajenos a todo, indiferentes y apáticos. No importa que vendan nuestros recursos naturales, que entreguen el país a empresas extranjeras, que nuestra soberanía sea violada y hollada diariamente. Somos como libros sin letras, como partituras sin instrumentos, como espíritus de nadie. No tenemos identidad, nos la han quitado imperceptiblemente, somos braceros en nuestra propia tierra bajo argumentos falaces, encubierta en una forma muy engañosa pero cierta: en lugar de botarte a ti del país, están botando al país y te están dejando a ti. Y que conste que lo escribo con B y no con V, como ocurrió este domingo siete.

Después de este domingo siete México ha amanecido en estado agonizante. En una agonía de antimateria, pues esta carece de tiempo y espacio. El país ha desaparecido ante la indolencia de sus componentes en un intersticio cuántico en el cual se desvanece, se escapa de las manos y se entrega al que más dinero ofrece. Nuestro país que llegaba de la Carolina del Norte al Golfo de Maracaibo, el proclamado "cuerno de la abundancia" ha desaparecido de la memoria de las cosas universales. No existen unidades físicas ni instrumentos capaces de medir el extraño comportamiento de sus clases gobernantes. No existe un cadáver que sepultar, ni sombra, huella, enfermedad o testamento que, después de este domingo siete, atestigüe su muerte. Todo, como cuando buceamos en una caverna, todo se ha perdido en ese oscuro agujero negro, del que, por falta de una luz y una línea de guía, jamás saldremos con vida.

Más que una muerte, estamos rebasando el límite de no descompresión y nos acercamos, desventuradamente, a un proceso de desaturación dirigido por manos inexpertas, en una verdadera ignorancia de la relación profundidad-tiempo.

Y se me ocurre que en ausencia de una muerte declarada formalmente, cuando se hable de México y se diga ¿México? ¡Nunca existió!, los dolientes potenciales y las plañideras entreguistas que pudieran darse, procederán a una especie de ausencia de llanto o lagrimeo simulado y se irán al mimo lugar donde el país se escurrió para desvanecerse para siempre: la chingada.

Extraño final para un país que salió con su domingo siete.

SUGERENCIA DEL CHEF.

Al cocer los betabeles no les corte el rabo, pues pierden color y sabor.

PICADAS JAROCHAS.

EL TIGRE

Anselmo, joven "fresa" le dice a un amigo: 
Oye, fíjate que tengo unas amigas que quieren divertirse un rato este fin de semana, necesito que me prestes tu apartamento para impresionarlas.

Vale, no hay problema, te dejo las llaves, total este fin de semana me voy a ver a mis padres. ¿Cuantas son? 
Son tres, compa, a ver como lo hago. 
Mira, tengo unas pastillas que me recomendaron para estos casos, pero con cuidado, solo toma la mitad de una. 
Llega el fin de semana y Chemo qué está esperando a las chavas, recuerda el consejo de su amigo y ve el frasco de las pastillas y piensa: "pero son tres, mejor me tomo una completa...bueno otra". 
Ya el lunes, el dueño del apartamento llega, abre la puerta y ve el sofá destrozado, la mesa de cristal hecha pedacitos, los floreros tirados, la alfombra desgarrada. Pasa al cuarto y ve sábanas rotas, ropa hecha trizas, la cama con los resortes fuera... y en un rincón ve a su amigo todo tembloroso y le pregunta: 
Chemo, ¿Que pasó? 
¡Las muy cabronas no llegaron! 

¡QUE TENGAN UN BUEN DÍA!

Comentarios y sugerencias al correo edwin_coronaii@hotmail.com

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