FRACASAN LAS POLÍTICAS DE ESTABILIZACIÓN DE BANXICO Y ARRASTRAN CONSIGO A LAS ESTRATEGIAS DE SEDESOL
El Barzón Nacional
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estabilización de Banxico y arrastran consigo a las estrategias de Sedesol.
- Frente a la intención de la tecnocracia de alcanzar una tasa de inflación de 3% en 2013, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, reconoció que este año la inflación cerrará en 4%.
- Según Banxico, la inflación de abril fue de 0.07%; pero ésta es sólo un promedio, ya que la inflación de alimentos alcanzó 0.755% mensual. En términos acumulados en el año, de enero a abril; en los meses de la “Cruzada”, la inflación general fue de 1.7%, pero la de alimentos llegó a 3.25%. Y si lo vemos en términos anuales, de abril de 2012 a abril de 2013, la general fue de 4.64%, pero la de alimentos alcanzó una tasa anual de 10.5%.
- De nada ha servido la política de Banxico y de Hacienda, de sobrevaluación cambiaria, de contención de la demanda y de frenar la economía, medidas que terminan fomentando importaciones en contra de la planta productiva del país.
- Cartens explica el alza de precios por los choques de oferta. Resulta irresponsable que no busque otra explicación, a pesar de que los choques de oferta son cada vez más frecuentes: por falta de maíz, por falta de frijol, por falta de cebolla, falta de tomate, falta de huevo, falta de carne.
- ¿Qué ha hecho Banxico para apoyar y fortalecer a los pequeños productores nacionales y reducir el impacto del cambio climático? ¿Qué no es su obligación proteger el poder adquisitivo de las alzas?
- Frente a la escalada de precios, la Cruzada contra el Hambre se convierte en un programa insuficiente, francamente clientelar.
- En lugar de reconocer la urgencia de fortalecer a la pequeña producción agropecuaria ante la gravedad del impacto del cambio climático, la Sedesol se apoya en empresas como Nestlé y Pepsico que como todos los monopolios del sector, propician y se benefician de la crisis alimenticia.
- Tampoco se avanza mucho con la supuesta reforma financiera, que más parece una estrategia de expropiación del patrimonio de los pequeños productores, que una política comprometida con el desarrollo nacional incluyente.
- Urge modificar la política económica, por una que ponga atención en la situación de los pequeños productores del campo y la ciudad para generar empleos.
Con las expectativas de inflación anual de 4% para el cierre del año, con una inflación general de 4.6% hasta abril y con aceleradas alzas de precios en productos básicos (ver cuadro), quedaron en el olvido las expectativas generadas por el anuncio de la Cruzada Nacional Contra el Hambre el 21 de enero. Parecía que la Cruzada tenía la intención de corregir las estrategias seguidas en los sexenios anteriores.
A eso se agrega que la instalación el 16 de febrero de la Comisión Intersecretarial, sin una coordinación fuerte, además de las primeras medidas impulsadas por la Sedesol en alianza con grandes monopolios, más bien han contribuido a demostrar que es más de lo mismo.
Al contrario, todo indica que se aplicarán las políticas clientelares que ya demostraron que son una fracaso, un barril sin fondo de recursos públicos que sólo significan curitas que no ayudarán a superar la frustración ni la destrucción del tejido social. Lo más grave es que, con otra orientación, esos recursos, que en el caso de Sedesol significan un presupuesto superior a 95 mil millones de pesos, bien podrían contribuir a fortalecer la capacidad productiva del país.
Y es que además del uso clientelar, no sostenible de los recursos públicos, el conjunto de las políticas tienden a dañar severamente las condiciones de vida de los mexicanos. El abandono en que se encuentra el campo mexicano y la pequeña producción industrial, no influye en la autocomplacencia del Banco de México, cuya estrategia de estabilización ha significado un grave costo para el país.
Sólo en México el banco central puede mantenerse inmutable frente a la entrada de dólares al país, que en sólo cinco años sumaron casi 120,000 millones de dólares, dirigidos a inversiones en deuda pública, permitiendo en contrapartida una acelerada fuga de capitales que entre 2007 y 2012 propiciaron que los depósitos de mexicanos en bancos del exterior alcanzaran la suma de $50,137 millones de dólares y la inversión directa de mexicanos en el exterior otros $70,658 millones de dólares. Y además, en el renglón de “Otros” se encuentra una salida de capitales por 39,777 millones de dólares, sumando un total de 160,573 millones de dólares. ¿Ese es un uso productivo de los recursos del país?
Lo más grave es que esos recursos son empleados por la tecnocracia para apoyar una perversa estrategia de estabilización basada en la contención de la demanda y en facilitar la importación, en especial cuando se levantan las cosechas en el país para deprimir los precios a los productores nacionales y desplazarlos de sus tierras.
En ese contexto, la reforma financiera parece orientada a agravar la concentración del ingreso a partir de la renuncia del gobierno a administrar los recursos estratégicos del país en beneficio de los mexicanos. Sólo así se puede entender el énfasis en la disposición para acelerar el cobro de garantías, lo que va a despojar de su patrimonio a los pequeños productores. O la apertura al 100% de la inversión extranjera en las áreas en las que todavía estaba limitada al 49%, como es el caso de las Administradoras de los Fondos para el Retiro, donde están los recursos de los trabajadores y el ahorro estratégico del país. Parece que la tecnocracia no aprendió del grave error que significó permitir la extranjerización de la banca al 100%.
Por eso en El Barzón nos parece fundamental el cambio de la estrategia, porque la actual, aderezada con las “reformas estructurales” que sólo buscan modificar los términos del pacto social a favor de la concentración del ingreso, están generando cada vez más frustración.
Alfonso Ramírez Cuéllar
Presidente de El Barzón.
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