DIA DE LA SANTA CRUZ
Publicado 02 Mayo 2013
Por Alejandra McCartney
Las costumbres, tradiciones y cultura prehispánicas sufrieron muchos cambios con la llegada de los conquistadores españoles que ultrajaron tierras mexicanas en la mitad del siglo XVI.
Los frailes franciscanos tuvieron la tarea de predicar la nueva religión con sus tradiciones y costumbres, entre las cuáles destacaron la música, la danza, el teatro y el canto; todas estas manifestaciones fueron introducidas tal y como se llevaban a cabo en España, tomando como elemento central el calendario católico que comprendía el nacimiento y muerte de Cristo, así como las festividades santorales de pueblos, barrios, ciudades y los gremios recién fundados en la capital de Nueva España.
Para sorpresa de los religiosos franciscanos, la instauración de estas festividades fue relativamente fácil, pues ya existía un concepto ideológico en la conciencia de los naturales: durante siglos se habían regido bajo el calendario mexica que tenía una duración de 18 meses, que comprendía celebraciones en honor a una gran variedad de dioses, bien fuera para loarlos, obtener salud, buenas cosechas, éxito en la caza y la pesca, entre muchas otras peticiones más. Los antiguos mexicanos solían realizar este tipo de celebraciones con música, danza, juegos, representaciones teatrales y sacrificios humanos; en donde la dirección de las fiestas era encabezada por los sacerdotes y asistían los sectores más representativos de la población, como los guerreros, comerciantes, campesinos y los artesanos más destacados en sus especialidades.
Los franciscanos aprovecharon el gusto de los naturales por las fiestas para introducir las celebraciones cristianas y también las similitudes teológicas que había en ambas religiones; una de estas era la fecha de nacimiento de Cristo y su inmaculada concepción y la del dios Huitzilopochtli; esto explica porque los antiguos mexicanos asimilaron la Natividad del Señor, así como sus circunstancias un tanto mágicas.
Las fiestas tradicionales de los naturales sucumbieron ante las imposiciones de los europeos, aun cuando en el proceso ciertos rasgos se fusionaron entre ambas culturas, para dar como fruto una celebración híbrida, lo que el futuro pasaría a ser patrimonio de nuestro país.
La celebración de la Santa Cruz o de la Cruz Florida, celebrada el 23 de mayo por los cristianos, se llevaba a cabo en el mes denominado Tóxcatl , que comenzaba el 3 de abril del calendario juliano y finalizaba el 12 de mayo; en este mes se festejaba la fiesta dedicada a Tezcatlipoca, dios de la guerra en el panteón azteca. Esta celebración era acompañada de muchos rituales y días, donde se realizaban una serie de procesiones.
Cuando la celebración de la Santa Cruz llegó a tierras aztecas, en España ya tenía mucho tiempo efectuándose, en donde la costumbre era colocar una cruz adornada con flores en la parte más alta de las casas; además la gente salía en procesión y asistía a todos los eventos religiosos, que eran las misas, rezos y devociones, para después cuando cayera la noche dedicarse a otras actividades como el canto, el canto, el baile y la música, esto sobre todo en Andalucía que en esa época abundan las flores de todos los tipos: nardos, azahares, clavellinas y azaleas.
En la nueva ciudad colonial que apenas estaba tomando forma, cuando los edificios religiosos y de gobierno todavía estaban en plena construcción, las cruces de flores fueron colocadas por los albañiles en la parte superior de los lugares; la fiesta de la Santa Cruz al principio era realizada por albañiles y talabarteros, los primeros terminaron por quedarse con esta tradición.
Este tradicional festejo según las crónicas, se remonta hasta finales de 1526 o principios de 1527. Desde esa época los naturales tomaron esa festividad como suya, pues como se mencionó anteriormente, eran muy afectos a esta costumbre; en cuanto a la cruz, la aceptaron con facilidad porque para ellos representaba el fuego, el Sol y su mensajero Quetzalcóatl.
La cruz a la que rendían culto los antiguos mexicanos no era la cruz cristiana sino la cruz maya para representar los cuatro puntos cardinales; pero en México este símbolo se venía utilizando desde mucho antes de la llegada de los españoles, sobre todo representando la cruz de San Andrés. Otras cruces más fueron encontradas en Cholula y Texcoco, en esta última siempre se le veneró como dios de la Lluvia.
Durante la época de la Nueva España, los festejos de la Santa Cruz eran de los más importantes en la religión católica denominadas de tabla, y a estos debían asistir el virrey la Real Audiencia. Los albañiles eran quienes organizaban la celebración y sufragaba los gastos, pues así estaba estipulado por las constituciones de la cofradía. En la víspera del Día de la Santa Cruz eran elaborados lo arreglos y la cruz se decoraba con flores, joyas, tela, entre otros ornamentos más; al día siguiente se realizaba la misa del réquiem, y el obispo de la Catedral daba un sermón exaltando los méritos religiosos de la cruz en la que muriera Jesús; durante esta ceremonia se incluían misas cantadas, novenarios, letanías, ofrecimientos de ceras y luminarias; los mayorales y mayordomos presidían la liturgia llevada a cabo en la capilla de los que tenían en Catedral, situadas cuatro capillas después al lado de las del Evangelio y dedicada a la Virgen.
Luego se llevaba a cabo una procesión en donde toda la población debía acudir; en caso contrario, se cobraba una multa de treinta pesos o treinta días de cárcel. La asistencia al evento garantizaba la obtención de indulgencias plenarias o parciales. Una vez terminada la ceremonial, los agremiados se disponían a disfrutar de un banquete, cuyos brindis se prolongaban hasta muy altas horas de la noche, incluyendo diversiones varias como danzas, fuegos artificiales, música, palo ensebado, corridas de toros, entre otras actividades más.
Fuente: Leyendas coloniales http://leyendascoloniales.blogspot.mx
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