SONORA, LA OTRA METAMORFOSIS …”MAL NACIDOS”

 

Por Víctor Manuel Estupiñán Munguía*

Se dice tanto en la ciencia de la comunicación como en el arte y fotografía, que una imagen  equivale a más de mil palabras.

Ahora bien, en las imágenes oficiales de Nuevo Sonora de Guillermo Padrés Elías, encontramos reflejada y plasmada en su versión de “Sonorense  Cumplido” y  “Atención Ciudadana una nueva actitud”, la filosofía percibida y plasmada según ellos, de, cómo somos los ciudadanos sonorenses.

Es decir, si observamos, aparecemos sin boca para hablar, gritar y protestar las inconformidades, sin ojos para distinguir ver, quien o quienes nos explotan y, sin nariz para detectar los fétidos olores cromo políticos. Como quien dice, sonorenses sin sentidos, sin capacidades sensibles. Más que autistas políticos, unos verdaderos mutantes descerebrados.

Así nos “retrataron”  los asesores de imagen, como unos mutantes, enfermos perenes y, abalados por el propio gobernador. Siendo los metamensajes de tal suerte que, los que no se acojan a este ideal de perfil oficial, corren la suerte de ser clasificados como unos “malnacidos”.

Quizá la historia reciente y la cultura de la apatía, hayan contribuido a que nos “pintaran” sin completar nuestra humanidad. ¡Qué más quisieran que así nos mantuviéramos, como unos incapacitados políticos de origen!

Para que pudiéramos ser conducidos ciegamente por el poder de la soberbia oficial. ¿Pero qué significa ser mal nacido?

La palabra “mal nacido” tiene en su significado varios alcances, pero ninguno es bueno. Pudiendo pensar generalmente que se trata de alguien que nació mal, ya sea por haber nacido antes o después del parto, incluso, a tiempo pero con ciertos problemas.

Al respecto el diccionario sostiene lo siguiente:

1.-mal nacido; persona de comportamiento malvado o miserable. Ejemplo: Era un mal nacido que solamente quería el daño de los demás.

2.- mal nacido; expresión que se utiliza para calificar a una persona de comportamiento malvado. Ejemplo: Es un mal nacido, por su culpa me despidieron.

Así, lo que encontramos como constante es el comportamiento malvado o miserable, por lo que los sonorenses según el calificativo del gobernador, seremos miserables y malvados siempre que no estemos de acuerdo con las políticas recaudatorias y de empobrecimiento social.

Pero la génesis e irrupción política de los malnacidos, no responde a la generación espontánea, puesto que hay razones más que suficientes para su justificación. Por lo que esta metamorfosis no tiene a Kafka como autor, sino a los sonorenses indignados, burlados, atropellados en sus derechos más elementales y humanos. 

Lógicamente, cuando la palabra de un gobernador deja de valer, la credibilidad política es asunto de la devaluación justa por parte del pueblo. La credibilidad es fundamental para mantener el consenso ante los gobernados. Una vez perdida, la imagen del político se derrumba, desvaneciéndose y, cuya reconquista resulta muy difícil de volver a recuperar. Como dice el dicho popular:    y se basta un minuto para perderse.

Puesto que lo que deja de lado el gobernador Guillermo Padrés, es que prometió hacer justicia en el caso de los niños de la guardería a, b, c, y, no cumplió. Pese a que por ello llegó al poder en una votación cerrada.

Ante un grave dolor generalizado regional, nacional e internacionalmente,  se le entregó en bandeja de plata –vía votación-las esperanzas de un pueblo que sólo quería justicia y se esclarecieran los hechos de la tragedia. Una vez en el poder, el gobernador devaluó cómodamente la palabra empeñada.

También prometió que se investigaría mediante auditorías y, consecuentemente haría justicia por los magno millones “perdidos” del ex gobernador anterior, tampoco dio frutos. Sólo se encarceló a ciertos funcionarios.

Otro ejemplo de devaluación de palabra, es que tomó como bandera de campaña que no habría más impuestos, sobre todo la tenencia y el agua. Ahora, amnésicamente se le borró, puesto que aumentaron los servicios de trámites, escrituras, actas y constancias de todo tipo, etc., ¡mientras que los salarios mínimos aumentaron alrededor de dos pesos! Mientras que los sueldos de Presidentes, Gobernadores, diputados, senadores, funcionarios y directores, entre más, son una burla.

El sentimiento social que se detecta, es que los robos, fraudes y gastos excesivos del grupo en el poder, se los están presentando al pueblo para que los pague. Este es el hartazgo que ha encubado fielmente a los mutantes mal nacidos de Sonora. No sé si este hecho hay que inscribirlo y abonarlo dentro de las grandes transformaciones anunciadas por los Mayas, pero ya hacía falta políticamente que floreciera en suelos donde fue la cuna del movimiento armado llamado malamente, revolución Mexicana. Además “la cultura de los agachados” estaba muy enraizada.

Cuando menos una gran parte de sonorenses  han podido metamorfosearse a malnacidos, dejando el nuevo Circo Romano del nuevo Estadio “Sonora”, las telenovelas, chespirito, el chavo del ocho, el fut bol, las telenovelas y tantas narraciones hipnóticas con efectos profundamente retardatarios y, atrofiantes.

Lo peor para cualquier político es quererse mantener mediante la telaraña de las mentiras, ya que tarde que temprano sus hilos se rompen. No bastando en este caso que analizo, las obras materiales como los puentes, uniformes, ayuda limitada en pasaje a estudiantes, la obra del acueducto “Independencia”, entre más del relumbrón, cuando se ha quebrantado la palabra dada.

Misma palabra que los sonorenses tomaron en su momento como fiel y confiable, puesto que con ella “se selló” el pacto entre futuro gobernador y gobernados. Sin embargo, a Guillermo Padrés una vez con investidura  de gobernador, se le “olvidó” que esos acuerdos previos definieron su llegada al poder.

Ahora, ninguna contraprestación será suficiente para restituir el daño y la lesión ideológica al pueblo engañado. Una vez más la farsa política ha quedado totalmente desnuda, como los políticos la saben exhibir. 

Consecuentemente el gobernador ha venido acumulando no sólo colaboradores y funcionarios especialistas en disfunciones políticas, sino que ha acumulado un gran capital de la cultura de la mentira. Olvidándose que los tiempos de crisis no están para financiar demagogias de ninguna clase, ni de ningún partido.

Igualmente lo que les sucedió a Fox y a Calderón, Guillermo Padrés lo está volviendo a vivir, puesto que  hasta hoy día ha perdido la oportunidad histórica para trascender esencial y políticamente y, haber dejado atrás las prácticas omnipotentes, monárquicas e imperiales del PRI, lejos de ello, muy lejos, las vuelve a abrazar efusiva y fielmente,  poniéndolas vigentes en contra de los malnacidos.

La cultura de la mentira es una parte de la corrupción oficializada mediante el engaño. Y, por ese abultamiento blanquiazul, es que los malnacidos han tomado las calles, estando decididos a seguir luchando.

Ahora, los malnacidos se manifiestan en cuanto acto público se realiza, la capacidad de organización en Sonora ha roto antecedentes, ojala que sea para bien.

La metamorfosis de los mutantes malnacidos  continúa…

* Víctor M. Estupiñán Munguía: Pensador por distracción Cósmica, contador de estrellas por insomnio creativo, pintor de sueños por terapia humanista, especialista en transgredir las reglas ortográficas de la Real Academia Española, con neurosis cultural debido a que no puedo crear poemas que lleguen al corazón, víctima de la libertad, democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia de la Madre Naturaleza para cortar flores y olerlas.- 

Miembro de S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas)- Sonora- “Por la paz del mundo”           victor-79@live.com.mx