LO QUE NO SE CUENTA DE LA INDEPENDENCIA : UN 9 DE AGOSTO DE 1808

Publicado el: Sep 12, 2012

Fuente: Campus México

Campus México / Universia

¿Cuánto tiempo pasamos estudiando, aprendiéndonos e incluso sólo memorizando fechas, nombres o situaciones de los acontecimientos históricos nacionales? Curiosamente esto es sólo una parte de la enorme posibilidad de información que los nuevos canales de comunicación nos ofrecen. Universia y Campus México les invitan a un recorrido por esos momentos.

José Guadalupe Martínez García, profesor de Historia en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán afirma que en “los libros escolares y las versiones oficiales omiten decir que el 9 de agosto de 1808 fue proclamada la independencia de México”.

Ese día un grupo de personas pertenecientes al ayuntamiento de la Ciudad de México, decidían el futuro del país. La corona española se encontraba en una situación inestable, la renuncia de Carlos IV como virrey de España y posteriormente la de su hijo Fernando II, quienes deseaban otorgar el poder a Napoleón de Francia, provocó que México elaborara peticiones que incluían la liberación del poder español y la negación rotunda al gobierno francés, por ejemplo:

La creación inmediata y momentánea de un nuevo poder político, provisional, compuesto por varios órganos: ayuntamiento de México, como órgano consultivo de gobierno; audiencia de México, como órgano superior de justicia, y encargado del gobierno del reino, con facultades específicas en materia de hacienda y guerra.

A largo plazo la instauración de un poder político supremo, el congreso nacional, ante el cual se sometieran todas las autoridades del país, encabezados por el virrey y los oidores –con nuevos títulos y funciones-, y seguidos por aristócratas, altos oficiales del ejército, jefes de oficina, obispos y todos los demás; poder político supremo que descansaría fundamentalmente en los ayuntamientos, a través de sus representantes.

La propuesta de una Nación Soberana comenzaba a vislumbrar en la historia de México. Las peticiones fueron acordadas por Francisco Primo de Verdad y Ramos, el síndico del común Juan José Francisco de Azcárate; el Marqués de Santa Cruz de Inguanz Agustín de Villanueva, y el doctor Manuel Díaz, regidores honorarios del ayuntamiento, entre otros.

La respuesta de la Corona fue negativa, argumentando que era imposible cumplir lo solicitado por violaciones a la ley del reino español.

Finalmente en septiembre de 1808 fueron derrocados los líderes de esta primera etapa, después de una serie de movilizaciones por parte de otras ciudades pertenecientes a la Colonia Española, que incluían conspiraciones secretas, debates políticos, acuerdos, entre otros.

Es por eso que puede considerarse el 9 de agosto de 1808 como el inicio de la Independencia. La segunda etapa y declaración de la independencia ocurre en 1810, con el sí conocido grito de Miguel Hidalgo.

Este es sólo un hecho de los muchos y muy significativos que marcan nuestro pasado y constituyen la base de lo que hoy somos. Continuaremos con “Lo que no se cuenta de la Independencia”.

Comentarios

Entradas populares