ESTUDIA IPN IMPACTO DE SUELOS IMPERMEABLES DE ZONAS URBANAS
Fuente: Campus México
La extracción de agua del subsuelo es un problema cada vez más preocupante, porque el nivel de los mantos freáticos ha disminuido considerablemente no sólo en el Distrito Federal, sino también en distintas ciudades de la República Mexicana. Ante esta situación, la investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Delia Patricia Lopezaraiza Hernández, realiza un estudio para conocer la magnitud del impacto que tienen los suelos cubiertos con materiales impermeables (asfalto y concreto) de zonas urbanas y en proceso de expansión sobre la recarga de agua del subsuelo.
La catedrática e investigadora de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), Unidad Tecamachalco, explicó que la utilización de materiales impermeables para la pavimentación de calles y construcción de edificaciones ha sido determinante para agravar el déficit de recarga de los mantos acuíferos, “y si a ello le sumamos el acelerado crecimiento de las manchas urbanas, el resultado es mantos freáticos cada vez con menores niveles”, apuntó.
Indicó que actualmente cerca del 90 por ciento de las 61 mil 232 hectáreas de área urbana del Distrito Federal está cubierto con material impermeable, mientras que el resto de la superficie es la que en realidad filtra el agua al subsuelo; para ejemplificar las modificaciones que han sufrido los mantos acuíferos, mencionó que cuando llegaron los españoles a México, a la capital del Estado de Puebla, el manto freático estaba a un metro aproximadamente del subsuelo y actualmente en la ciudad de México se encuentra a una profundidad de 120 metros.
La doctora en Ordenamiento Territorial Sustentable señaló que ha estudiado la situación de las ciudades de Chilpancingo, Puebla y Tlaxcala, y hasta el momento ha observado también un descenso en los niveles de mantos freáticos. “El costo de pavimentar tantas zonas en estos momentos no se toma muy en serio, pero en 10 años se reflejará tanto en la inversión económica por llevar agua de regiones cada vez más lejanas, como en la escasez del líquido”, dijo.
“Al momento de pavimentar se rompe el ciclo natural del agua, aunque sigue existiendo éste se reduce porque la cantidad de agua y la transpiración disminuyen, generándose dos sistemas de agua: uno, superficial, y otro subterráneo, pero las corrientes de agua subyacentes son las que se ven mermadas, porque es de donde se extrae el agua para el consumo humano en las ciudades”, precisó.
La investigadora politécnica subrayó que el proyecto también se orienta a prever áreas de captación pluvial en las zonas de crecimiento y aun cuando para los edificios ya existen, se promoverá el respeto del reglamento de construcción del Distrito Federal que indica que el agua pluvial se conduzca necesariamente a los mantos freáticos, pero no está especificado para edificios anteriores al reglamento en vigor, lo cual no se cumple actualmente por la falta de un sistema adecuado para la separación de lluvia, y ésta va al drenaje.
“No existen reglamentos que regulen esta situación, únicamente en el reglamento de construcción del DF se contempla que las aguas pluviales de las azoteas lleguen al subsuelo, las cuales se propone pasen por un filtro de gravillas y de ahí hasta su destino”, apuntó.
Lopezaraiza Hernández señaló que una de las soluciones urbanas que se proponen es que se establezca un “cinturón verde” de 50 metros partiendo del límite de la mancha urbana, sin que con ello se afecten las vialidades.
Propuso que al momento de edificar grandes construcciones, en lugar de drenar enormes cantidades de agua potable, las cuales finalmente se depositan en el drenaje, se levanten paredes que permitan que el agua siga circulando fuera de la construcción, protegiendo así el manto freático. “Sería ideal que en el reglamento de construcción se especifique esta manera de hacer algo similar a la cimentación por sustitución, para que el agua de los mantos freáticos siga su curso sin ser extraída”, agregó.
La especialista de la ESIA, Unidad Tecamachalco, subrayó que “es un hecho que estamos acabando con el agua dulce; el planeta tiene mucha agua, pero la menor cantidad es agua dulce, entonces nuestra propuesta va enfocada a no permitir que se construya en zonas donde el suelo es lo suficientemente poroso para que la absorción sea adecuada y tengamos un ciclo sano del vital líquido”, afirmó.
Consideró que el tema de la recuperación de mantos freáticos debe ser un trabajo multidisciplinario e intersecretarial, para que de manera conjunta las autoridades correspondientes y los investigadores generen propuestas y aporten soluciones a tan importante problema, tomando en cuenta los intereses de la población en general.
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