AUNQUE EFIMERA LA CONSTITUCION DE CADIZ CONDENÓ LA DISCRIMINACIÓN RACIAL Y ENFATIZÓ LA AUTONOMÍA DE LOS REINOS DE ESPAÑA: MIGUEL LEÓN PORTILLA
Juan Carlos Talavera | Cultura
Foro. El historiador Miguel León-Portillo ofreció una conferencia magistral con motivo de los doscientos años de la Constitución de Cádiz. Foto: marco rosales
La Constitución de Cádiz planteó por primera vez el debate sobre las castas y condenó la discriminación racial, reconoció la pluralidad cultural, enfatizó la autonomía de los reinos de España, y refirió su libertad económica. Así que “la Constitución de Cádiz es de limitación en su vigencia, pero de persistencia en su importancia”, señaló Miguel León-Portilla durante la conferencia magistral sobre el bicentenario de esta Constitución.
La sesión inaugural de las cortes de Cádiz se llevó a cabo el 24 de septiembre en 1810 en la Isla de León, aceptando “que el propósito principal de la reunión era elaborar una nueva Constitución”, aseguró el antropólogo e historiador durante su conferencia “Algunas paradojas Lingüísticas y fácticas en la Constitución de Cádiz”, que se llevó a cabo en el Museo de las Constituciones.
Sus integrantes no fueron elegidos por jerarquías del clero y nobleza, sino de forma individual y proporcional para trabajar en una sola cámara y aunque no existe un consenso en cuanto al número de diputados presentes, muy posiblemente lo formaron cerca de 104, de los cuales 74 eran peninsulares, 30 de ultramar, donde destacaron 28 americanos y 2 filipinos y 15 fueron mexicanos.
De nuestro país destacaron José Miguel Uribe y Alcocer (Tlaxcala), José Ignacio Reyes Cisneros (México), José Miguel Gordoa Barrios (Zacatecas), Miguel González Lastri (Yucatán), (Joaquín Maniau (Veracruz), José Miguel Ramos Arizpe (Coahuila), Manuel María Moreno (Sonora) y Mariano Robles (Chiapas).
ENFRENTAMIENTOS. En las primeras reuniones, relata el historiador, los diputados americanos propusieron tres puntos: la igualdad de su representación en las cortes y en los distintos cargos; postularon tendencias autonomistas y el decreto de amnistía general de los insurgentes que existían en distintos lugares de América. Sin embargo, los peninsulares se manifestaron en contra. Así que esto marcó un primer momento de enfrentamiento.
Se excluía a los que tenían sangre africana, dijo, porque los peninsulares llegaron a pensar que si se les incluiría tendrían que elegirse mayor número de diputados americanos, en razón del incremento en la población, por lo que las cortes estarían en manos de americanos. Así que estas propuestas fueron calificadas como impertinentes y quedaron pendientes.
Paradójicamente, el diputado Evaristo Pérez de Castro, de Valladolid, España, presentó un proyecto conciliatorio donde se reconocía que tanto peninsulares como los americanos y los de Asia eran iguales en derecho.
Para entonces los americanos llegaron con nuevas proposiciones: la igualdad y la representación proporcional de los americanos, fueran españoles o indios, lo que concedió implícitamente la ciudadanía a los indios, en tanto que en Estados Unidos eso no ocurrió hasta los años veinte del siglo pasado.
PARADOJAS. Las discrepancias de mexicanos con respecto a las posturas de los españolas deben entenderse en función de la diversidad de los antecedentes que prevalecieron en el Nuevo Mundo, destaca.
También se debatió la existencia del Santo Oficio, que perseguía cualquier manifestación perseguida como herética, así como la privación de libertad de prensa. Aunque sobre esta idea, se alzó el diputado novohispano Antonio Joaquín Pérez, quien defendió su existencia.
Y destacó que el carácter lingüístico en la redacción de la Constitución de Cádiz enfrentó otros problemas, como sucedió en palabras como ‘soberanía’ y ‘ciudadanía’, tal como se puede apreciar en el artículo 5, inciso I, donde se expresó que eran españoles todos los hombres libres, nacidos y avecindados en los dominios de las Españas, así como sus hijos.
Pero después, en el artículo 18, se limita la ciudadanía a los españoles que por ambas líneas tienen su origen en los dominios españoles de ambos hemisferios y están avecindados en cualquier pueblo. Y el 22 excluye de la ciudadanía a los originarios de África o tengan sangre africana.
En opinión de León Portilla, autor de Bernardino de Sahagún, pionero de la antropología y La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, para muchos diputados fue difícil deshacerse de las arraigadas convicciones de la monarquía absolutista, ya que tal régimen había prevalecido desde que España era gobernada por la dinastía borbónica.
Incluso, citó que otra paradoja que suscitó la Constitución de Cádiz fue su breve vigencia, reducida a sólo cinco años y una perdurable influencia en España y el Nuevo Mundo.
Sin embargo, ésta fue traducida a varias lenguas y también en virtud de ella los españoles e hispanoamericanos iniciamos nuestra entrada en la modernidad y la democracia. Tan esto es verdad que hoy a 200 años de distancia lo estamos conmemorando, concluyó.
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