RESPUESTA DE JULEN REMENTERÍA DEL PUERTO ANTE SEÑALAMIENTOS

Dicen…es ya una mentira (Thomas Fuller)
Cuando existen señalamientos infundados, carentes de pruebas y sin un sólo documento que compruebe lo contrario, se llama especulación, mentira o calumnia.
Cuando esa falsa acusación está fraguada con la simple asociación y conjugación  de nombres, se llama ficción o invención.
Y cuando en política se combinan la especulación y la invención, nos lleva a una sola repuesta: EL MIEDO.
Sí, el miedo de unos cuantos adversarios que ven en mi persona un competidor con verdadera convicción inquebrantable, y que ven en la calumnia el último de los recursos para alcanzar sus mezquinos objetivos.
El supuesto vínculo de mi persona con el señor Mario Ortiz Sotelo, representa más que una reacción desesperada de quienes pretenden, sin resultado alguno, manchar mi carrera política.
Mi actuar en la administración pública ha sido transparente desde que fui regidor, diputado local, alcalde y hoy Coordinador General de los Centros SCT.
Los filtros y los mecanismos fiscalizadores de cada uno de estos puestos de elección popular y de la administración pública que he ocupado, lo han avalado así.
Hasta entonces, durante mi trayectoria, no he tenido ninguna observación administrativa o jurídica sobre mí actuar. He trabajado siempre con apego a la verdad, a la honestidad y al principio de servicio a la sociedad.
Puedo decir hoy, con pruebas que están a la vista, que mi carrea política ha sido limpia, porque en el plano personal me he conducido de la misma manera, como gente de bien y de trabajo.
Por respeto esa misma sociedad y a mi familia que han depositado su confianza en mi persona, es que apelaré una vez más a la verdad y a la libertad de expresión, dos garantías de las que gozamos y que no deben concebirse separadas, sobre todo en política y en el periodismo.
Aquí la verdad ante la calumnia.
1.-Sí, conozco al señor Mario Ortiz Sotelo, como lo conoce mucha gente de la sociedad y del sector empresarial en Veracruz.
2.-Es mentira que Mario Ortiz Sotelo haya sido o sea mi operador ideológico, político o financiero. El anónimo no ofrece pruebas que me vinculen con algunos de estos ámbitos.
3.-Es falso que Mario Ortiz Sotelo sea mi prestanombres. El anónimo solo afirma y tampoco ofrece prueba alguna.
4.-Es falso que tenga cuentas bancarias en el extranjero. El anónimo sencillamente menciona una lista de bancos y personas, pero no ofrece ninguna prueba.
Nos hemos acostumbrado a los ataques anónimos desde hace algunos años, “casualmente” siempre que dejamos ver nuestros proyectos políticos a futuro, surge una ráfaga de mentiras para tratar de desestimarnos.
Y es que no estamos en contra de la denuncia social anónima en cualquier medio electrónico o convencional.
Estamos en contra de quienes se hacen pasar como ciudadanos demandantes, y lo que hay detrás es un grupúsculo minoritario de políticos mercenarios frustrados que se valen de la calumnia.
Hay que recordar que la vieja práctica del falso rumor solo se da cuando el medio que la difunde sustituye el principio básico del valor humano, el de la verdad por el de la mentira; cuando se toma como fuente informativa un anónimo que ni siquiera se conoce y del que se ignora su procedencia.
Cuando se ayuda o contribuye a difundir una mentira, el daño más lamentable no es el que se le pudiera hacer a la persona a quien va dirigido, él puede contestar o dejar pasar, pero quien no se salva de esta sucia práctica es la ciudadanía, pues con esto solo se consigue una sociedad confundida y desinformada.
Quizá este anónimo es el principio de una serie de descalificaciones que vendrán luego de que hemos hablado de nuestras aspiraciones para el 2012, de las cuales nos ocuparemos en el momento en que la ley y los tiempos electorales lo permitan.
“Toda mentira de importancia, necesita un detalle circunstancial para ser creída”, dice el historiador francés Prosper Merimée, por eso todo lo que puedan ligar con mi persona dará pié a un rumor y a una calumnia. Es un cuento de nunca acabar, claro, mientras tenga aspiraciones.
Estoy convencido de que la verdad siempre sale a flote y está de mi lado, por eso hasta el sol de hoy, he entregado buenas cuentas a mi familia, a la sociedad, a mis superiores, y a Dios por su puesto. Puedo decir entonces que tengo la conciencia tranquila; lo demás es farsa, teatro y politiquería inútil.

JULEN REMENTERÍA DEL PUERTO

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