EL VALOR DEL SILENCIO, QUIENES TE IGNORAN GRITAN TUS TRIUNFOS.

 Por Nina Núñez  Salguero

El 4 de enero del presente año, se llevó a efecto una ceremonia por el Día Nacional del Periodista, fui nombrada por mi trayectoria en la radio y se me otorgó un reconocimiento por mi labor como Comentarista , al cual llegué gracias al Lic. Sergio  Pulido, cuando él dirigía el noticiero en la Estación Calor 93.9, posteriormente con el oficio de Comentarista en La Poderosa, Extasis Digital, el recorrido por varias Estaciones Radiofónicas y Televisoras,  actualmente en Radio Lobo 96.7  en la cual colaboro con la Conductora del Noticiario Enlace Cada Mañana : Gina Lorenzo 

La ceremonia del 4 de enero, la coordina el Club de Periodistas, del cual recibí este reconocimiento de manos del alcalde José Manuel Pozos Castro.

Cuando pasé al estrado a recibir dicho reconocimiento,  un silencio casi sepulcral  se sintió en la piel, nadie aplaudió... no hubo ninguna expresión, como si las manos de los ahí presentes estuvieran atadas y las gargantas cerradas.

Obviamente no era un acto luctuoso, era un reconocimiento a los que aún estamos en éste mundo, aunque en el monumento están los nombres de los que ya están en el Mictlán, los que ya no viven más que en el recuerdo.

Hubo un hecho que me conmovió hasta las fibras más íntimas de mi alma, el alcalde José Manuel Pozos Castro, expresó: ¿ NO hay un aplauso para Nina?, en ese momento sentí un apoyo que vino desde lo Alto,desde el cielo a través de mi alcalde.

Fue en ese momento que la definición de Caballero, aquel que defendía cortesmente a las damas, se notó más que nunca, me sentí navegando entre dos aguas sin saber con exactitud que pasaba, me sentí abandonada por comunicadores , periodistas y público presente;  menos por un alcalde caballeroso y justo.

Ni el  alcalde ni yo vivimos de aplausos, sino de hechos; porque el desempeño como Jefe Político le obliga a actuar con hechos y despúes con la palabra para dar a conocer las obras.

Comprendí entonces que seguir el camino de Cristo, es sentirse solo en un Huerto de los Olivos, comprendi que ante la indiferencia y quizá cuando se nos condena lo mejor es dejar que Dios hable por nosotros, que Dios nos habla en el silencio y que nos corresponde a nosotros poner toda nuestra fe, en quien es Dueño y Señor del Tiempo, cuando eso es aprendido y asimilado vivimos EL  exilio en éste mundo con la fortaleza que nos da el Creador.

Salí del evento y de ahí en compañia de mi amiga Olivia, pasé a Catedral, me coloqué de rodillas ante el Santísimo, elevé el reconocimiento y le di gracias a Dios, " Tuyo es esto" le dije: "Por lo que me has dado , te pido por mi alcalde dale tu Gracia, Bondad y Amor.

Salí reconfortada y sentí que ese silencio que no entendí de momento, fueron los aplausos no de los vivos sino de los periodistas fallecidos, entre ellos mi hijo Luis Armando.

Cuando asimilemos el valor del silencio, comprenderemos que este se hace, cuando habla Dios mismo.

  

SI LA GENTE HABLA A TUS ESPALDAS,ES QUE VAS DOS PASOS ADELANTE.

Fannie Flagg