POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA
POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA
Dia Nacional e internacional, de pensar en los niños y su protección
Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
Con la finalidad de visibilizar, fortalecer y coordinar acciones para atender temas que enfrentan niñas, niños y adolescentes en México, así como para avanzar en la garantía del derecho a una vida libre de violencia al que tienen derecho éstos, en nuestro país, fue publicado en el año de 2016 en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el decreto que declara la conmemoración del Día Nacional contra el Abuso Sexual Infantil, siendo la fecha el 19 de noviembre de cada año. Dicha fecha se evoca un día antes de la conmemoración del Dia Universal del Niño y la Niña, que se conmemora el 20 de noviembre.
Y estas conmemoraciones no son nuevas, toman como base la Declaración de Ginebra sobre el Derecho de los Niños (1924) -reconocida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos-, la Declaración de los Derechos del Niño que surgiera en el año de 1959, un 20 de noviembre, y en igual fecha, la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989). Sumándose a ellos los diversos convenios constitutivos que han emanado de los organismos especializados y de las organizaciones internacionales que han puesto en el centro de su interés el bienestar de la niñez.
Y como así lo asentara la propia Declaración de 1959: “el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidados especiales, incluso a la debida protección legal, tanto antes como después de su nacimiento” (ONU, DDN, 1959)…“Este se hace acreedor al reconocimiento de esos derechos a fin de que pueda tener una infancia feliz y gozar, en su propio bien y el de la sociedad, de los derechos y libertades que en ella se enuncian e insta a los padres , a los hombres y mujeres individualmente y a las organizaciones particulares , autoridades locales y gobiernos de las naciones , a que reconozcan esos derechos y luchen por su observancia con medidas legislativas y de toda índole para adoptarlas progresivamente de conformidad de los principios que marca esta Declaración”. (ibid., pag.19).
Luego entonces a partir del año 2016, el Gobierno de la República en cumplimiento a lo expresado en el artículo 4º Constitucional , en la Convención de los Derechos del Niño y en la Ley General de los Derechos de los Niños y Niñas y Adolescentes (LGDNNA) , estableció la fecha del 19 de noviembre para reconocer las dificultades que enfrentan ellos , al sufrir violencia en todas sus formas, particularmente las relacionadas a castigos físicos, delitos sexuales y omisiones en la educación familiar y escolar que , en muchos casos, han marcado a los niños durante esa etapa y su vida.
Sin embargo, al conmemorarse esa fecha en los tiempos presentes, debemos reconocer que las cosas no han marchado bien en nuestro país, en los últimos años, y que hay claras evidencias de que se ha dejado en la indefensión a la niñez mexicana. Revisemos brevemente el tema.
La eliminación de las estancias infantiles en 2019. Esta medida violó el espíritu del art. 4º constitucional toda vez que en este se señala, que el Estado debe otorgar facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez. Ese cambio en las reglas de operación y el sentido de las políticas públicas derivó en 2019 en privar a los niños de una atención adecuada mientras las madres trabajan, pues en las estancias se recibía la alimentación y la información de utilidad para su vida. Eliminar este beneficio para las madres solo derivó en efectos contraproducentes para sus hijos.
La carencia del esquema básico de vacunación para los bebes. Desde el 2019, y en especial el año 2020, nuestro país cayó al nivel más bajo de vacunación. Uno de cada 4 niños no recibió su esquema de vacunación completo que les protege contra enfermedades como tuberculosis, hepatitis B, tosferina, poliomielitis, rotavirus, sarampión y rubeola. Contrastando con el año 2015 en donde se cumplía con el 97.2 % del cuadro básico de vacunación en la población infantil mexicana. Para 2020 el porcentaje había descendido a 70% y en 2021 solo se ha cubierto el 15 %. Hoy, 23 millones de niños mexicanos, se quedaron sin el esquema de vacunación. Es decir, nuestros niños, están en riesgo de contraer cualquiera de esas enfermedades.
La carencia de las vacunas contra el cáncer en los niños mexicanos. Es público el tema del desabasto de medicamentos contra el cáncer para personas de todas las edades, pero principalmente en niños y adolescentes, pues viola los derechos humanos de los connacionales en el artículo 4º constitucional que estipula que el Estado se obliga a garantizar la salud de los mexicanos. Por ese descuido y falta de previsión en el sector salud, a la fecha han fallecido niños y adolescentes con padecimientos de cáncer y enfermedades crónico-degenerativas, y también agravado la salud de otros por la no continuidad de los tratamientos y, por la etapa de pandemia, ha dejado en evidencia la falta de sensibilidad del gobierno frente a la niñez en estos temas. Lo que es totalmente inhumano.
La falta de medidas preventivas contra las drogas y el alcoholismo en niños y adolescentes. El problema del alcoholismo y las drogas, en niños y adolescentes, que se ha acentuado en los últimos años, no se ha tomado con la debida seriedad. En el país la edad de inicio en el consumo de drogas es de 13 años promedio, edad similar entre hombres y mujeres. Las drogas de preferencia entre los adolescentes son la mariguana (10.6%), seguida de los inhalables (5.8%) y la cocaína (3.3%). Los estados con prevalencias mayores a la nacional en el consumo de mariguana ("alguna vez") son Ciudad de México (18.2%), Quintana Roo (14.6%) y Estado de México (13.8%). Para el consumo de cocaína son Cd. de México (5.2%) y Quintana Roo (4.7%). En cuanto a inhalables, el Estado de México (8.8%) y Cd. de México (8%) presentan prevalencias mayores a la nacional. Y aunque el problema del consumo es multifactorial e implica para su solución, la intervención multidisciplinaria y la atención de la familia, el Estado y la sociedad, a la fecha, no se observan medidas que mitiguen el problema que cada vez toma dimensiones inéditas. Hoy nuestros niños y jóvenes mexicanos están a expensas de la delincuencia y más que nunca, en peligro por el incremento de la venta de drogas y la facilidad de los jóvenes de recibir dinero, sin que medien acciones meritorias para recibirlo, sintiéndose éstos con la libertad de usarlo como quieran.
La carencia de calidad de atención y afecto de los padres, hacia los niños, niñas y adolescentes. Que deriva en deficiente calidad en la educación familiar hacia los hijos, que evidencia: nula educación en valores, falta de disciplina, de amor y afecto y de hábitos de estudio. Pretextando trabajo, problemas emocionales y/o económicos, algunos padres soslayan la atención de los hijos pequeños o canalizan sus estados emocionales contra ellos, derivando en muchos casos en violencia contra los mismos. Todo lo anterior aunado a las circunstancias económicas que en los últimos años se ha acentuado en una gran parte de las familias mexicanas, que generan climas familiares tóxicos o desintegrados. Sobre esto, nadie está haciendo nada.
La influencia de los medios electrónicos y videojuegos. Que, al no ser orientados y supervisados por los padres, los niños y niñas, quedan a expensas de acosadores, extorsionadores, violadores, además de individuos (que pueden ser sus propios compañeros o familiares mayores) que se aprovechan de su ingenuidad, le incitan a la violencia o a la realización de prácticas lesivas en su sexualidad, su salud integral y vida.
Y podría continuar mencionando otros temas que son también sensibles para ellos, y que deben ser ventilados en la familia y la escuela, tales como: la consciencia cívica, el amor al ambiente, a los animales, el respeto a los mayores, el significado de la disciplina y respeto a la autoridad en la familia, la escuela y la sociedad, el uso adecuado de las tecnologías, la educación para conocer y proteger su sexualidad. etc., entre muchos otros temas que se están soslayando y que traen como consecuencia, nuevas generaciones con serias frustraciones y también grandes riesgos para su vida.
No basta con reconocer las dificultades que estos padecen al sufrir violencia en todas sus formas (castigos físicos lesivos y delitos sexuales), no basta que de acuerdo con la LGDNNA se reconozca el principio rector del derecho de prioridad para los niños y jóvenes de 0 a 17 años, sino que se vea en los hechos el otorgamiento de la atención en salud, educación de calidad, protección jurídica e institucional preferente para garantizar plenamente sus derechos.
Hoy el exhorto es para el Gobierno de la República, de los estados y municipios, para los padres de familia, los medios de comunicación, para la sociedad en su conjunto, para que cumplamos unidos con la obligación de garantizar el respeto a los derechos de la niñez. Para ello se requiere que se propicien políticas y acciones de prevención dentro de las familias, ante la existencia de casos de violencia física, verbal, y sexual. Igualmente, la intervención del Estado, tanto en el rubro educativo, para que la escuela sea un coadyuvante en su formación, como en el tema de sus derechos sociales para su restitución integral, en los casos donde se violen los mismos, además de propiciar los mejores servicios en cultura, recreación y deporte para que aspiren a una vida sana en lo físico, mental y emocional.
Ojalá este 19 y 20 de noviembre, fechas en que los organismos nacionales e internacionales recuerdan lo mucho que vale, invertir lo mejor en la niñez y juventud, se haga consciencia -en todos los sectores sociales, económicos y políticos-, para hacer un solo frente de defensa a las poblaciones de los infantes y adolescentes, pues son la parte mas vulnerable de nuestra sociedad y debemos hacer lo suficiente para atenderlos, amarlos y protegerles.
Gracias y hasta la próxima.
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