LA FUERZA DE LO PEQUEÑO
foto wikipedia
Nina Salguero
El Mapa Celeste, siempre ha ejercido una fascinación sobre mi persona,
pudiera decir que me alimento con luz de estrellas, la luminosidad de estas y
un cielo estrellado, formó mi infancia, ha forjado lo que hasta ahora
soy, aclaro: soy una criatura terrestre cuyo leit motiv en mis poemas; ha
sido la mar; solo he navegado en los mares convulsos de la vida y en las
corrientes plácidas de la Tierra Prometida; que no ha sido nada fácil,
pero nos da a conocer el valor de esta, de sus horas, minutos y segundos.
He recorrido sin conocer las rutas de las Constelaciones, logré ver la
Cruz de Sur, localizarla fue una experiencia maravillosa. Hace muchos siglos
sin la tecnología actual, los navegantes se guiaban por las estrellas y no dudo
que hoy bajo un cielo estrellado se continúe realizando lo mismo como parte de
una disciplina y conocimiento ancestral.
Viendo las fotografías que la Secretaría de Marina, a través de la
Fuerza Naval del Golfo, enviara a medios de comunicación, observo la fuerza de
lo pequeño..." los remolcadores", en pocas palabras son de acuerdo a
SYM NAVAL " Uno de los buque más utilizados en la actividad
portuaria son los remolcadores de puerto necesarios para las tareas de apoyo y
maniobrabilidad de grandes buques y tareas de emergencia y/o auxilio"
·
Funciones
de los remolcadores portuarios
En zonas portuarias, estos remolcadores, en colaboración con el práctico (en inglés, pilot),
tienen como objetivo principal garantizar la máxima seguridad y
evitar posibles accidentes y colisiones con estructuras, tierra firme, bajíos u
otras embarcaciones. En un buen número de países, emplear un remolcador de
puerto durante las maniobras de entrada y salida de puerto es de obligado
cumplimento para grandes buques. Concretamente, las funciones de un remolcador
de puerto son las siguientes:
· Asistir al buque en las maniobras
de atraque
y desatraque.
·
Ayudar al buque en el reviro en un espacio limitado.
·
Ofrecer el apoyo necesario para contrarrestar la fuerza del viento, del
oleaje o de las corrientes.
·
Ayudar a detener el buque.
·
Remolcar, empujar o auxiliar al buque que se ha quedado sin medios de
propulsión o gobierno.
·
Transportar artefactos flotantes de un lugar a otro.
·
Ofrecer escolta, en previsión de pérdida de gobierno, a buques con
cargas peligrosas en zonas de alto riesgo."
Observar
a los remolcadores, también me enseña que la fuerza de lo pequeño, no debe ser
ignorada, un remolcador es la fuerza que todos llevamos dentro y que en un
momento de peligro se transforma en solidaridad, en amor fraterno, filial,
paternal, maternal, ese amor que nace y crece cuando el peligro acecha y que se
vuelve como el remolcador cuyo potente motor, ayuda, protege, auxilia.
Nuestro
origen está en la Mar, he acercado en estos momentos el brillo de Algorab, de
la Constelación de Corvus, A Pólux y a su gemelo celestial... mi
imaginación navega sin límite, soy timonel de mi propia nave Y cuando he
necesitado contrarrestar la fuerza de los vientos, los oleajes o las
corrientes, que nos da el vivir, ahí ha estado el remolque del amor y de la
solidaridad.
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