GUERRA ELECTORAL A MUERTE

ALMA GRANDE

Guerra electoral a muerte

Por Ángel Álvaro Peña

La guerra por las curules y los cargos de elección popular no sólo se intensifica, sino que se

radicaliza conforme se acerca el día de la jornada electoral. No importan los muertos o los

heridos, el caso es evitar que lleguen candidatos peligrosos a los cargos de elección que

buscan.

De un lado y de otro, la guerra los hace violentar la tradición y crear nueva violencia como

costumbres políticas.

Por ejemplo, Morena, a través del gobierno, desarticula la victoria segura del PAN en

Chihuahua al colocar a María Eugenia Campos como presunta colaboradora del exgobernador

de esa entidad, César Duarte, en cuya nómina aparece junto a priistas como Beatriz Paredes

Rangel, como beneficiarias del dinero público otorgado por Duarte.

De ser culpable Maru Campos tendrá que responder a la acción de la justicia; por lo pronto,

un juez ya ordenó confiscarle su pasaporte para que no huya de México, porque al parecer

la mensualidad de César Duarte a la panista suma millones de pesos.

Por su parte, como todos sabemos que el INE tiene su corazón del lado derecho, maneja las

candidaturas como si fueran propias y saca de la competencia electoral a dos candidatos de

Morena a las gubernaturas de Michoacán y Guerrero, con Raúl Morón y Félix Salgado

Macedonio, seguros ganadores, al igual que Maru Campos.

Esto quiere decir que a los que tienen el triunfo seguro, de un lado o de otro, hay una fuerza

superior que a veces nada tiene que ver con la voluntad del pueblo y los sacan de la jugada

para evitar el triunfo.

Pero también a quienes pueden hacer gala de impunidad los castiga esa fuerza divina desde

el poder, donde al final de cuentas quedan el INE y el presidente como generales y estrategas

de las batallas.

En este enfrentamiento se sacrificará también a Francisco García Cabeza de Vaca, quien ha

sido señalado como responsable de varios delitos, entre los que destaca el enriquecimiento

inexplicable.

A Cabeza de Vaca no le quitan nada, puesto que en este año Tamaulipas no cambia de

gobernador, pero sirve perfectamente para que los medios descalifiquen a su partido, el PAN, y

que la gente no vote por los candidatos panistas.

Pero ya que hablamos de gente con más pasado que futuro, el INE arremete contra la actual

administración pública a través de los consejeros presidentes que ha tenido, como es el caso

Luis Carlos Ugalde -que le diera el triunfo electoral a Felipe Calderón- quien cuestiona el papel

del jefe del Ejecutivo, pero defiende, a capa y espada al INE, del que nunca ha dejado de

formar parte.

Porque en el INE hay gente que tiene en altos mandos más de 20 años y nadie les dice nada

porque les cambian las normatividades para que permanezcan con sus salarios y privilegios.

En Veracruz sucede algo que despertó al México bronco, la detención ilegal del precandidato

a la diputación federal por el distrito de Tuxpan, Rogelio Franco Castán.

El gobernador, cumpliendo órdenes de su superior, detuvo a quien también fuera secretario

de gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares, y ahora consejero nacional del PRD.

Rogelio Franco nunca ha militado en otro partido que no sea el del Sol Azteca, la firmeza de

convicción y su convencimiento de que puede hacer historia desde su posición partidista y su

trayectoria limpia y honesta lo ha llevado a convertirse en un enemigo peligroso en la próxima

Legislatura Federal, motivo por el cual fue detenido a pesar de estar amparado.

La detención de Rogelio Franco ha provocado una serie de movilizaciones no sólo de perredistas, sino de la sociedad civil por varios estados de la República, por ser, a todas luces, una gran injusticia, pero como son tiempos de guerra en lugar de castigarse los excesos los intenta superar el contrincante en una guerra de sangre y fuego que pareciera no tiene fin.

La población sabe que de no salir de la prisión por un delito inventado Rogelio Franco,

se crearía el precedente no sólo en Veracruz sino en el resto del país para que se siga esta

práctica. Se destaca la fuerza social a favor de la liberación de Rogelio Franco, en Tuxpan,

Xalapa, Ciudad Mendoza, Gutiérrez Zamora, Papantla, Apazapan, San Rafael, Paso del Macho

Coatzacoalcos, Veracruz, Poza Rica, Puente Nacional, Soledad Atzompa, Zongolica, Minatitlán, y en entidades como Sinaloa, Ciudad de México, Puebla, entre otros.

La guerra es tan despiadada que la policía estatal detuvo a un autobús con gente que

reclamaría en Xalapa al gobernador Cuitláhuac García Jiménez la liberación de Franco,

para que no llegara a la capital veracruzana el apoyo multitudinario. También quieren

esconder el apoyo multitudinario a este político que se ha conducido siempre con honestidad

y eso es, probablemente, lo que no le perdonan.

Así también sucede con el INE, que nunca había bajado a candidatos de ningún partido, pero

la guerra es descarada, aunque esté demostrado de uno y otro lado que la ley se viola y

quieren imponerse criterios sobre la legalidad que debe imperar en el país,

creando una polarización que podría terminar en un derramamiento de sangre, porque

no hay nada que indigne más que la injusticia.

Este tipo de guerras debe terminar para que la gente tenga claro hacia dónde dirigirá su

voto. Pero tal vez sea eso lo que buscan, que no haya la suficiente reflexión para que la

gente vote desinformada y de acuerdo con unas batallas innecesarias,

tan innecesaria como la agresión contra nuestra democracia de uno y otro bando.

PEGA Y CORRE. - Desde este domingo las playas de Veracruz estuvieron llenas de gente.

No hay medidas que protejan al viajero ni conciencia de éstos para evitar el contagio.

No hay autoridad que pueda detener el flujo de personas que convive muy de cerca sin

cubrebocas ni sana distancia. Llegan a Veracruz a contagiar y se van a su lugar de origen

también seguir el contagio… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.



angelalvarop@hotmail.com

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