POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA COLUMNA DE LA DRA. ZAIDA LLADÓ
POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA
EL INSTITUTO VERACRUZANO DE LA MUJERES
Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
Los Institutos Estatales de la Mujer, son las filiales al Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), instancia que existe desde el 2001, año en que el expresidente Vicente Fox lo constituye, tomando la bandera que por 3 décadas las mexicanas habían enarbolado y pretendido: lograr un Instituto autónomo con patrimonio propio, que pudiera incidir en las políticas públicas de gobierno- en sus tres niveles-en beneficio de las mujeres mexicanas y sus familias. Sin duda la creación del Instituto vino a ser la culminación de una etapa de mucho esfuerzo emprendido por éstas, particularmente las mujeres políticas de la época-de todos los partidos-, que impulsaron las reformas constitucionales necesarias para dar forma a las acciones que vendrían a contribuir al avance de las mujeres en el país.
Y a partir del 2001 se fueron armonizando las leyes estatales y creándose, poco a poco las filiales en las entidades, generándose así los nuevos ordenamientos legislativos, jurídicos y administrativos a nivel general y particular, para garantizar el respeto a los derechos de las féminas.
Pero como decía, la historia de esta instancia, a nivel federal y local, NO se remonta a 2001. En el plano nacional su justificación data de la década de los 70 del siglo pasado, cuando el país entraba en una nueva dinámica de desarrollo producto de los avances de la modernidad, haciendo que las mujeres definieran su lucha en forma organizada enarbolando la causa de la igualdad y la equidad, como una forma de hacer valer sus derechos, que como ser humano siempre le han pertenecido.
El primer antecedente en México se da a mediados del sexenio de Luis Echeverria Álvarez, concretamente en 1973, como preámbulo a las acciones de preparación de la “Primera Conferencia Mundial sobre la condición Jurídica y social de la Mujer” que se celebraría en México en 1975. Y dentro de los preparativos estaba que el Consejo Nacional de Población (CONAPO), espacio del gobierno federal en el momento encargado de la política demográfica, ampliara sus facultades para promover la plena integración de la mujer al proceso educativo, económico, social y cultural , tomando como base las acciones y acuerdos que promovía a nivel mundial la Organización de Naciones Unidas (ONU) a través de su Comisión Social y jurídica de la Mujer y de su Consejo Económico y Social. (Lladó. Z. (2010).
Esta iniciativa fue determinante para establecer un logro extraordinariamente importante, la reforma constitucional de 1974, que estableció la igualdad jurídica entre hombres y mujeres mexicanos y que a la letra decía: “el varón y la mujer son iguales ante la Ley. Ésta protegerá la organización y el desarrollo de la familia.”
Posterior a ello, en 1980 en el gobierno de López Portillo, la Ley General de Población, cumpliendo las disposiciones de la Secretaria de Gobernación en materia de protección de derechos de las mexicanas, crea dentro de su Consejo Nacional (CONAPO), el Programa Nacional de Integración de la Mujer al Desarrollo (PRONAIM) y en el siguiente año, se elabora el Plan Sectorial de Acción (1981-1982). Como resultado de ello y como producto de las modificaciones a la Ley de la Reforma Agraria, entre 1983 y 1988 en el gobierno presidencial de Miguel De la Madrid, se generan programas directos del gobierno federal como el: Programa de acción para la participación de la mujer campesina en consecución del desarrollo rural, que tuvo muchísimo éxito pues de ahí surgieron las bien recordadas, Unidades agrícolas e industriales para la mujer (UAIM). Para 1988, con el Programa de Solidaridad impulsado por Gobierno de Carlos Salinas, se implementó el Programa “Mujeres en Solidaridad”, para atender a la población femenina de zonas rurales y urbano marginadas, usando la metodología de la planeación participativa, mismo que fue un éxito, siendo un programa que fue reconocido no solo a nivel nacional sino en Latinoamérica.
Para 1996, ya con Ernesto Zedillo como presidente, en la 56 Legislatura federal, las mujeres que ahí legislábamos, nos unimos para sacar de la CONAPO el PRONAIM, preparando el terreno para lograr en algún momento el Instituto Nacional de la Mujer que era el sueño anhelado; intención que no fraguó, pero sí se logró que por decreto ese programa pasara a depender directamente de la Secretaria de Gobernación lográndose la creación de la Comisión Nacional de la Mujer (CONAM) y creándose así el “Programa Nacional de la Mujer: “Alianza para la igualdad”, siendo la primera Coordinadora Ejecutiva la Lic. Dulce María Sauri Riancho (1996-1999) y posteriormente ocuparía ese cargo la Lic. Guadalupe Gómez Maganda (1999-2000).
Pero la gran demanda de las mexicanas era que se conformara el Instituto y con ese fin, no se escatimaba esfuerzo. El 8 de marzo de 2000 en el desayuno que se efectuó en Los Pinos con motivo del Dia Internacional de la Mujer, las mujeres interrumpieron el discurso del presidente Zedillo gritando: “¡¡Instituto!!”, “¡¡Instituto!!”. Era el momento pues en 4 meses sería la elección presidencial de ese año. El silencio de Zedillo fue la peor respuesta.
A la entrada del Gobierno de Vicente Fox Quesada (2000-2006), inteligentemente retoma esta bandera y constituye el Instituto Nacional de las Mujeres , publicándose su creación en el DOF el 12 de enero de 2001 siendo su primera presidenta, Nadine Flora Gasman Zylbermann y a partir de ese momento el objetivo fue muy claro, promover y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres , así como garantizar el respeto a los derechos de las mexicanas y su participación equitativa en la vida política, cultural, económica y social del país.
Pero en el Estado de Veracruz también se había avanzado en el tema para crear la instancia que se abocara a atender los temas de género. Y ello se inicia en el gobierno de Patricio Chirinos Calero ( 1992-1998).
Siendo la que esto escribe dirigente estatal de las mujeres del PRI en 1993, a petición del gobernador, nos reunimos con éste un pequeño grupo de distinguidas mujeres a desayunar en Casa de Gobierno. En este pequeño grupo se incluyó a: Libertad Hernández Landa, Rebeca Bouchez Gómez, Leticia Tarragó, Ely Nuñez y Valdez, Rosa María Rizzo, Clara Apodaca, Silvia Domínguez y su servidora. Llegado el día, él nos planteó el tema, de que Veracruz necesitaba un programa específico para las mujeres y nos pedía lo construyéramos nosotros las veracruzanas. La verdad fue un gesto extraordinario de un gobernador que no le gustaba que las cosas llegaran desde México, sino que nos daba la confianza a nosotras como conocedoras de la problemática de las mujeres de Veracruz para diseñarlo.
El propio gobernador nos asignó como asesor de estos trabajos al excelente sociólogo mexicano, el Dr. Francisco Gómez-Jara, académico e investigador reconocido y toda una institución en estudios y diagnósticos comunitarios. A partir de ese momento nos abocamos a trabajar en el proyecto. Se concluyó el documento en 2 meses y se le entregó al gobernador en tiempo y forma. Ahí nació el primer Programa de Desarrollo de la Mujer Veracruzana que llevó el nombre de: Programa Comunitario para la Mujer (PROCOMU)—del cual conservo la copia firmada de recibido por la oficina del gobernador-- quedando en 1994 en la titularidad la Dra. Libertad Hernández Landa, quien lamentablemente falleció en 1998.
Ya en el sexenio del gobernador Miguel Alemán Velasco ( 1998-2004) , se le nombra a esta instancia Programa Estatal de la Mujer (PROEM), habiendo sido su Coordinadora estatal durante todo el sexenio la Lic. Maricela Cienfuegos Rivera. Por cierto, en esa etapa se logra conformar una Asociación Civil a nivel nacional integrada por todas las directoras y coordinadoras del Programa de la Mujer en el país , para obtener un mejor presupuesto y de esta manera poder operar otros proyectos de vital importancia.
Ya siendo gobernador del Estado Fidel Herrera Beltrán (2004-2010), el Programa Estatal de la Mujer es coordinado por la Lic. Carolina Gudiño Corro, conservándose hasta 2006 e incorporándose en adelante en ese espacio como Coordinadora, la Lic. Sandra Soto Rodríguez hasta el año 2007. El 9 de enero de 2007, se crea la Ley 603 que da forma al Instituto Veracruzano de las mujeres (IVM) , y el nombre se conserva hasta la fecha. Su primera directora fue la Lic. Martha Mendoza Parissi de 2007 a 2010. En el siguiente sexenio, le correspondió la titularidad a la Licenciada Edda Arrez Rebolledo de 2010 a 2016 y posteriormente, a las Licenciadas Sara Gabriela Palacios Hernández de 2016 a 2018 y , Yolanda Olivares Pérez de 2018 a 2019.
Pero curiosamente desde la renuncia de esta última el 12 de mayo de 2019, no se ha nombrado una titular definitiva, fungiendo como Encargada la Lic. Rocío Villafuerte Martínez y no se ve para cuando se tome la decisión, no obstante que existen temas que requieren intervención de todos los órdenes y niveles de gobierno, como es el caso de los feminicidios que, en el presente año, hasta el mes de agosto, sumaban ya 54 colocando a Veracruz en el segundo lugar nacional. Es decir, cada 4 días se comente un asesinato en contra de las veracruzanas, además de otros graves pendientes de la agenda estatal que deben ser operados, como la violencia intrafamiliar que se ha recrudecido por la pandemia y la violencia política por razón de género, que es un serio problema que se agudiza una vez iniciados los procesos electorales, siendo entonces de la mayor importancia definir la titularidad del Instituto para abocarse de inmediato a la revisión y solución de los mismos.
Pero ¿por qué he narrado esta historia?, porque creo que el Instituto Veracruzano de las Mujeres, debe de recuperar la importancia que merece, porque significa mucho para las nacidas en este estado. Y ojalá quien lo represente próximamente, llegue con todo el compromiso y capacidad para operar los mecanismos de prevención e intervención en los problemas que demandan atención urgente de las autoridades estatales, porque hoy las violaciones a los derechos individuales y sociales de las féminas están a la orden del día. Pero como digo, ojalá se busque a quien pueda sacar del anonimato esta estancia, tenga el perfil idóneo y conozca del tema – en la UV existen excelentes profesionales-para evitar que lleguen personas improvisadas o lo que es peor con visión radical , que, con todo respeto no representa esta perspectiva los intereses de la gran mayoría de las veracruzanas.
Y creo que en esta decisión debe entrar la visión exclusiva del propio gobernador. Y ¿por qué lo digo?, porque la historia es clara, sólo llegando una mujer que además de sus méritos y capacidades cuente con toda la confianza del gobernante y con el compromiso de responder a él con resultados , será la única manera de que se logren los recursos y apoyos urgentes para intervenir y alentar los proyectos que impulsen el mejoramiento de la mujer veracruzana en todos los órdenes. Se los vamos a agradecer.
Gracias y hasta la próxima.
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