VAYA A LOS BRAZOS DE JESÚS,QUE LE ESPERAN CON TERNURA DE HERMANO MAYOR.

                                QUIEN CREE EN MÍ AUNQUE HAYA MUERTO VIVIRÁ.


Por Nina Salguero
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La misión pastoral de un hombre que dedica su vida al sacerdocio, va  mucho más allá de donde su Obispo le envíe, tiene una misión importante, al haber sido ordenado sus manos consagradas al oficiar La Sagrada Misa, poseen el don de transformar la hostia en el Cuerpo y Sangre de Jesús, en el puente que nos acerca  y nos da fuerza espiritual, las biografías son importantes si, estuvo aquí, allá,más allá...pero la soledad que vive un sacerdote solo él, la sabe; un buen sacerdote llevará su soledad como un estandarte de fe, muchos han muerto por diferentes causas y mientras el pueblo lamenta su ausencia, puedo pensar que el mal se alegra, comentan los exorcistas que belcebú, expresó que cuando el sacerdote confiesa él, se debilita.
Hoy, por hoy, están dejando éste mundo muchos sacerdotes y el luto no lo lleva ni lo carga sólo la iglesia, lo carga quien le dio la vida,  que a su vez comparte su dolor con la Madre María, igualmente su familia, el pueblo de Dios... todos los creyentes.
El clero se conduele de las ausencias que a fin de cuentas son temporales, pero no existe homilía en las exequias de quienes se van primero,en la cual no falte la imagen de Jesús Resucitado y su promesa de participar en la Vida Eterna, es Cristo glorioso que ha vencido a la muerte.
Todos somos hijos de Dios y Cristo Nuestro Hermano, al morir todos iremos a los brazos del Padre en la certeza de su Misericordia, Jesús está rogando por nosotros.
Ellos, lo que se están yendo primero,¿ Porqué  no pensar que van ampliando ese camino sembrado de luces, ese túnel luminoso por dónde nuestra alma caminará hacia Jesús y al Padre?.
Oremos ... y lejos de enlutecer , pensemos mejor en todos ellos, las almas que llevan como obsequio al Padre Eterno, el buen consejo,el buen amor, la buena obra.
Serán sacados del umbral por los ángeles e irán conociendo los diferentes niveles que tiene la Casa del Padre.

Si vivimos,para el Señor vivimos; y si morimos , para el Señor morimos. De manera que  tanto en la vida como en la muerte , del Señor somos.  Romanos 14 8
Va para todos los seres humanos.

Por la Misericordia de Dios, descansen en Paz.
AMÉN.




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