ALMA GRANDE

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Renuncia bajo sospecha
Por Ángel Álvaro Peña
La renuncia de Javier Jiménez Espriú a la Secretaría de Comunicaciones 
y Transportes tiene tantas interpretaciones como intenciones quiera dársele
 a la política de la Cuarta Transformación. Porque hay quienes aseguran 
que ni siquiera hubo discrepancia en su origen; sin embargo, hay quienes aseguran
que esta dimisión se debió a la decisión del ejecutivo de colocar
 las fuerzas armadas en los puertos, y la postura del ingeniero Jiménez 
radica en que esos espacios deben ser manejados por la dependencia
 que encabezaba. Desde hacía meses se especulaba sobre su renuncia, algunos
decían que era por la avanzada edad, otros que, por enfermedad, pero la razón que es
más cercana a la realidad es la antes expuesta, 
la cual el mismo presidente de la República reconoció, al decir que tuvo “un diferendo”
que se da sólo entre hombres libres.
La corrupción imperante en los puertos del país es un llamado de atención urgente; sin
embargo, en su carta de renuncia nunca hace alusión a este problema, cuyo combate
fue promesa de campaña del presidente de la República.
Lo cierto es que en los puertos del país había de todo y no era poca la contaminación
administrativa existente. A pesar de que el exsecretario insiste
 en su postura de evitar que la Marina ocupe funciones que eran propias de la SCT, la
lucha contra la corrupción debe seguir, incluso conociendo sus reacciones negativas.
Sin duda alguna la Secretaría de Comunicaciones y transportes es una de
 las dependencias de gobierno más conflictivas y que requieren de mayor supervisión de
parte de quienes vigilan el apego a la ley. México tiene una 
gran extensión de litorales y en los puertos más importantes se concentra 
todo tipo de actividades.
En el sexenio anterior dicha secretaría fue señalada innumerables veces
 hasta por los medios más proclives al gobierno de Peña Nieto, como una 
de las dependencias donde hubo mayor desvío de recursos; sin embargo,
 la muerte de quien encabezó la dependencia, Gerardo Ruiz Esparza, desac
tivó una serie de demandas penales que tenían que ver con muchas de las obras realiza
das bajo su mando. 
La verdad es que no hay funcionario público que haya tenido que ver con esta dependen
cia que haya estado libre de sospecha, y el hecho de que Jiménez Espriú haya renuncia
do lo coloca en el ojo del huracán, por propios y extraños.
Jiménez Espriú agradeció la oportunidad de estar al frente de la SCT y haber ingresado
desde 2009 a la “gesta” del mandatario mexicano. Sobre la discrepancia con el Ejecuti
vo federal apreció el respeto que se tuvo con su punto de vista en contra de la moviliza-
ción de la Marina a las aduanas.
Sin embargo, López Obrador dijo estar preocupado por hechos ocurridos en Colima que
, pese a tener una dimensión pequeña, es una de las entidades con un mayor nivel de
homicidios a nivel nacional por motivo del puerto. La presencia de fentanilo en más de
un puerto fue el aviso que llamó a la urgente decisión.
Así, el jefe del Ejecutivo anunció que todos los puertos del país estarán bajo
 el manejo de la Secretaría de Marina, para lo que se harán modificaciones a
 la ley, pero la iniciativa se enviará a las Cámaras. Advirtió que con esto el personal de
la Semar regresará a los puertos y no estará más al frente de la lucha contra el narcotrá
fico, porque ya se tiene a la Guardia Nacional.
Muchas de las decisiones de López Obrador han impuesto una pausa en el suministro
de gasolina o de medicamentos para sanear el proceso de corrupción que imperaba en
estos productos. Ahora serán los puertos, que son centro de corruptelas en todos los
niveles, pero este tipo de condiciones no es privativo de México, no hay puerto en el mun
do que esté libre de corrupción.
Hay películas, novelas, anécdotas, noticias sobre la práctica de la corrupción
 en el negocio del narcotráfico en diferentes puertos a lo largo y ancho del planeta.
Apostar a sanear los puertos es una gran apuesta, lograrlo pareciera una la
bor titánica, pero por algo se empieza.
Si se realizara un recorrido de los anteriores secretarios de Comunicaciones y Trans
portes, puede apreciarse que ninguno estuvo exento de sospechas de corrupción, sus
funciones son tantas y tienen que ver con todos los rincones del país, que sus altera
ciones de legalidad pueden surgir en cualquier espa-cio de nuestro territorio.
La corrupción sin impunidad no es corrupción, de tal suerte que ahora el jefe
 del Ejecutivo debe sanear los puertos, pero también investigar sobre la raíz 
del problema de la corrupción en sus rincones y, de paso en todo lo que tiene que ver
con esa dependencia desde por lo menos medio siglo atrás. Y, sobre todo, castigar a
los culpables. PEGA Y CORRE. - El senador por Nuevo León, Samuel García, empezó
sus actos de campaña anticipados y decidió regalar comida a los mendigos de la ciudad
de Monterrey, siempre y cuando tenga frente a él y su esposa una cámara para que las
fotografías aparezcan no solo en sus redes sociales sino en algunos medios de la
entidad. En realidad, quiere competir, pero sólo competir porque desde ahora sabe
que su desprestigio le impedirá triunfar en cualquier puesto de elección popular por el
que concurse… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.


angelalvarop@hotmail.com

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