MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
CUANDO LA VIDA NO TIENE SENTIDO SIN UN AMOR
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POR NINA SALGUERO
Villa de Tuxpan, 1875.
¿ Me amas, le preguntó César a Merceditas? ¡ Sí ! Contestó ella, con el rubor en su rostro; cada vez era más difícil encontrar el momento de platicar a solas, parecía que millones ojos los observaban cuando lograban encontrarse e intercambiar algunas frases que para ambos eran toda su vida.
Mercedes Lazo, ( Merceditas) contaba con 18 años de edad y tal como se acostumbraba en aquella época, su mano había sido otorgada desde que ella naciera, con el vástago de la familia elegida,radicada a su vez en la península Ibérica.
Pero el amor, cuando es amor verdadero, lucha por buscar los espacios, los alientos se unen, los impedimentos se vuelven barreras superables, sin embargo entre César y Merceditas, una muralla de obstáculos se opondrían al amor, el primer amor en la vida de ambos, el único y el último.
Los novios furtivos platicaron sobre el momento en que César, pediría ser el novio formal de Merceditas, aún cuando ésta ya había sido dada.
César Basáñez, acudió formalmente al domicilio de su amada, sus rasgos varoniles resaltaban por la felicidad, aunque trabajador y de buenas familias, su fortuna no alcanzaba para poder figurar y cancelar el acuerdo matrimonial realizado desde el nacimiento de su amada o poder competir con más pretendientes; la respuesta fue un NO cortés, situación que no desanimó a los novios furtivos, pero que les hizo muy dificil seguir su relación, pues se vieron vigilados por sus respectivas familias.
Pero como todos sabemos que cuando existe el amor, siempre existe la forma de encontrar el lugar indicado para un encuentro de amor, éste fue breve pero contaron con el tiempo suficiente para jurarse amor eterno, ese amor que solo se da una vez en la vida... pasaron los meses, César iba todos los días desde muy temprano a la Finca donde trabajaba de sol a sol, no había en su pensamiento más luz que los ojos de Merceditas y en el corazón de ella, no había más vida que la de César.
Ambos contaban con cómplices para ese amor que denotaba la más grande pasión del corazón, los primos, las primas... menos los padres de ella, que allende los mares, llegaron a radicar a la Villa de Tuxpan, el padre de Mercedes, Manuel Lazo Morales, precursor de la imprenta en éstos lares, veía con malos ojos el noviazgo de su hija y el descontento llegó a tal grado, que a Mercedes no le era permitido asomarse ni a la ventana.
A ésta prohibición siguieron las cartas de amor, esas cartas que solo un corazón enamorado puede escribir, el epistolario amoroso se dio de forma profusa, pero la posición de Don Manuel Lazo, llegó al punto de amenazar a su hija con regresarla a España.
Miguel Olmos, no se sorprendió cuando Mercedes le expresó: “ Buenos días...véndame cinco dosis de arsénico, hay muchas ratas en la imprenta”... Miguel Olmos empleado de la Farmacia “ La Huasteca” escuchaba esa solicitud todos los días, pues cotidianamente iban a comprar arsénico, por lo que se dispuso a colocar en los papeles perfectamente doblados, las dosis requeridas por la cliente; Mercedes camino por la Ribera del río, respiró profundo, el día tenía la frescura de los amores que perduran, esos que viven en el alma, que le dan vida a la misma vida, llegó hasta su domicilio ubicado en la calle Heróica Veracruz e ingirió el veneno, su espíritu viajó a través del éter hasta donde estaba su amado, dándole el último e invisible beso de amor; cuando César se enteró de la muerte de Mercedes, la mujer que le había amado hasta la muerte y más allá de ésta, cayó en profunda depresión y también tomó la desición de privarse de esa existencia que para él, ya no tenía sentido, el mismo día los amantes suicidas, tal y como pasaron a la historia, en la connotación pura de la palabra “ amante”, fueron sepultados uno al lado del otro.
La Villa de Tuxpan, impactada por el trágico suceso, ya le daba el pésame a la familia Basañez, ya a la familia Lazo, sus restos mortales descansan en el panteón ubicado en la calle Galeana, donde yacen juntos para la eternidad,
“Mercedes Lazo, nacida el 11 de septiembre de 1879 y hacia la eternidad el 8 de noviembre de 1897 y César Basáñez, nacido el 19 de noviembre de 1875 y hacia la eternidad el 8 de noviembre de 1897.
Las tumban yacen en completo abandono, sin embargo los amores furtivos como el mío, acuden hasta el lugar donde los amantes suicidas no descansan hasta no reencarnar y lograr su sueño no concretado.
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