MORENA… ¿LA REVOLUCIÓN DE LAS CONCIENCIAS?

MORENA… ¿LA REVOLUCIÓN DE LAS CONCIENCIAS? Por Víctor M. Estupiñán Munguía* “No hay ejército que pueda detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo”. Víctor Hugo He escuchado varias veces de que se señala que el primero de julio del 2018, ganó “La Revolución de las Conciencias”. Que gracias a ella, es que Andrés Manuel López Obrador pudo llegar al poder de la presidencia. La verdad es que está muy lejos de ser cierto. Cuando menos si aplicamos la ciencia social sobre teoría ideológica. La verdad es que los mexicanos votamos debido a una serie de factores que se presentaron coyunturales y, que no me canso de repetir, en otras palabras, debido a una “coyuntura política”, configurada por factores reales como: El temor a que continuaran los famosos gasolinazos; otra fue, la corrupción de la administración de Peña Nieto, que borboteaba a diario sus robos y desvíos con sus miles de millones de dólares sangrando al país sin precedentes históricos; la inseguridad creciente y, los miles de asesinados y desaparecidos por todo el país; los millones de delitos y asesinatos impunes; por morbo, en otras palabras, muchos votos fueron a parar a MORENA, para comprobar si era cierto que López Obrador cumpliría con todo lo que había prometido durante las campañas; por lógica de “turno” u, oportunidad. Es decir, si ya se le habían dado oportunidad a los otros principales partidos políticos, pues era hora de “probar” con el que faltaba, es decir, “darle oportunidad”. Ahora bien, la conciencia generalmente se define como la toma de conocimiento, ya sea de uno mismo o, de su entorno. Y, conocimiento no es descripción, no es sentido común; tampoco “yo creo”, “pienso que”, “me parece”, es decir, no es cuestión de sentimientos; sino de Conocimientos. Es un estado más o menos estable que se alcanza mediante la responsabilidad respaldado con conocimiento ya sea de un estado, problema, idea o situación. Por otro lado, el conocimiento implica profundidad, método científico y, compromiso filosófico. Implica visión general y, de naturaleza científico. Exige saber y conocer sus respectivos elementos o factores que lo hacen explicativo, sus relaciones internas y, externas, es decir, conocer su funcionamiento integralmente. No es una reacción producto de un “acorralamiento” situacional. No podemos reducirlo a una acción inducida por factores que influyeron decididamente en el comportamiento y conductas psicológicas sociales. Sino que es una verdadera toma de conciencia sobre bases del conocimiento y, todo lo que ello implica. Podemos pensar en algunos casos como conciencia ecológica, conciencia política, social o, económica, cívica, entre más. Para ello debemos estar bien informados y, además contar con la ciencia hasta donde sea posible. Honestamente, lo que debemos reconocer es que en MORENA se llenó principalmente con gente gravemente “afectada”, por una crisis generalizada tanto económica, política y social; producto de los regímenes políticos decadentes, antidemocráticos, presidencialistas-dictatoriales del PRI y del PAN, así como el papel tan deplorable del PRD, que fue percibida socialmente como traición. En otras palabras, por una crisis orgánica proveniente de décadas y, que tocó fondo social. Esta ruptura fue el catalizador para que la gente-masa, anteriormente afiliada a los partidos hegemónicos o, que nunca habían participad, se volcara a ver a MORENA, como alternativa y, no atribuirla a “La Revolución de las Conciencias”. Ojalá hubiera sido de tal forma. Así no se necesitaría un Instituto Federal de Formación Política (IFFP), tampoco el de invertir una millonada para la educación política de sus agremiados. Y, ese capital se hubiera podido dedicar a otros programas sociales con impactos humanistas. Consecuentemente, debemos darle dimensión real a la “La Revolución de las Conciencias”, la debemos emprender cuanto antes. Sería el cemento ideológico que trataría en un primer momento de empezar a “limar” y a formar políticamente hasta donde sea posible la homogenización ideológica de las bases sociales. Llegar ante las diversas visiones que se tiene sobre la compleja realidad política-filosófica, principalmente de México y MORENA; así mismo, sin perder de vista las relaciones dialécticas con América Latina y, del mundo entero. Ningún partido de izquierda (con sustento científico), se ha podido desarrollar en ausencia de una verdadera ideología humanista y democrática. “La Revolución de las Conciencias”, está por crearse. Apostémosles a dicho proyecto prioritario. Es importantísimo estratégicamente hablando. Una vez logrado, sería la garantía, la legitimación concreta de un Proyecto, su desarrollo a la madurez y, concretización a un nuevo Bloque Histórico, cuya característica sea el Humanismo. Este, la única posibilidad de recuperar la esencia del Ser Humano. Todos hacia la consolidación de una auténtica, real y científica “Revolución de las Conciencias”. Más nos vale, “Por el bien de todos, primero los pobres”. _ *Víctor M. Estupiñán Munguía: Artesano de la palabra, escultor de ideas, danzante de emociones, arquitecto de sentimientos, pensador por distracción Cósmica, contador de estrellas por insomnio creativo, pintor de sueños por terapia humanista, especialista en transgredir las reglas ortográficas de la Real Academia Española, con neurosis cultural debido a que no puedo crear poemas que lleguen al corazón, chingólogo y sonorólogo, amigo del “Río Sonora”, víctima de la libertad, democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia de la Madre Naturaleza para cortar flores y olerlas.- Miembro de S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas)- Sonora “Por la paz del mundo” victor-79@live.com.mx

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