LOS APLAUSOS DEL DIABLO

Los aplausos del diablo… criaderos de bebés Por Víctor M. Estupiñán Munguía* “La parte más productiva de la propiedad esclava es el vientre generador” Gilberto Freyre, 2010:307 Uno cree que en la actualidad en que estamos viviendo, la capacidad de asombro se ha perdido. No es así, mientras que no nos roben por completo la esencia humana, esta, seguirá señalando a la cara obscura: la inhumana. Que así sea. La imaginación necrófila registra toda posibilidad en contra del humanismo y, actúa en consecuencia. En pleno siglo XXI, asistimos a los espectáculos que el neoliberalismo ha sido capaz de crear con sus políticas y filosofía depredadoras y, antihumanas. Se ha especializado en el tráfico de seres humanos, tráfico de órganos, películas y videos snuff (“morir” “apagar”), pornografía con niños e, infantes, entre otras “culturas” o industrias neoliberales”. Tendremos que agregarle el de los “criaderos humanos”. La miseria humana nos sorprende una vez más, producto de las condiciones materiales y espirituales del neoliberalismo que campea en el mundo entero con su guadaña económica y, sus procesos viles deshumanizantes. Destrozando todo a su paso, el mar, tierra, aire, agua dulce, bosques, es decir, todo el planeta. Si las bandas de “roba chicos”, internacionales presentan ciertos riesgos, “tarde o temprano” se tendría que acudir a otras estrategias. Una de ellas fue la de establecer “fábricas humana de niños”. Se están generando y descubriéndose “criaderos humanos”, “zootecnia humana” o, “fábrica de niños”. Son una especie de “humaneros”, similares a los gallineros o conejeras. ¿Para qué gastar en el proyecto de clonación? Si se puede conseguir “repuestos” humanos en forma mucho más barata En lugar de mencionar incubadora de aves, en este caso son vientres humanos, matrices humanos, al servicio del negocio, del mercado. No hay duda, primero el negocio, la filosofía neoliberal abre mercados para todo. El neoliberalismo ha empujado y obligado (deformada-mente), a grupos delincuenciales a este tipo de aberraciones. Nos regresamos en plena exploración de planetas y, en la era de los robots, a las precarias “morales esclavistas”. Con la conquista e, invasión, los españoles se deshacían por obtener oro y plata al precio que fuera. Los esclavos constituían la fuerza, la energía para ello. Las mujeres esclavas debían de tener un hijo cada año, semejante a las vacas. Los esclavos estaban tan devaluados que un caballo valía 80 esclavos. Además, el amo podía matar a tantos esclavos como quisiera para alimentar a sus perros, para calar su espada o, por pura diversión. Se consideraba que los esclavos no tenían alma. Eran herrados como ganado para garantizar la propiedad. Había como negocios, casas especiales de herraje donde se herraban a miles de ellos. Tratar a los seres humanos como ganado, fue denunciado por Fray Bartolomé de las Casas en su obra denominada “Brevísima Relación de la Destrucción de las Indias”, de 1552, aquí la cita: “…por empeñar muchas mujeres indias, para que, vendiéndolas preñadas por esclavas, le dieran más precio de dinero por ellas…,” 2018:107 Los españoles establecieron una realidad de barbarie que se bañaba constantemente en sangre. Sin embargo, Fray Bartolomé de las Casa fue el que decididamente se dio a la tarea de denunciar las masacres de millones de asesinatos, con métodos inimaginables en todas las Indias. La iglesia durante mucho tiempo consintió y fue cómplice “haciéndose de la vista gorda”. Los españoles primero los asesinaban en las minas, campos y en todos los lugares, tanto a niños, mujeres y ancianos y luego, tenían que reponer la fuerza de trabajo. La mayoría de las veces, el semental era “el amo”. Esa ética fue la que apuntalaron los que llegaron después de haber vivido 1000 años purificándose con agua bendita, golpes de pecho y misas al por mayor. En cambio en Roma, el amo entregaba dotaciones de esclavos para las fierras, hoy, se entregan para las mandíbulas trituradoras del neoliberalismo y, sus infinitos mercados y necesidades “colaterales”. En 1808, se dictó una ley en EEUU que prohibía la importación de esclavos, entonces los esclavistas establecieron en sus plantaciones sus “criaderos humanos”. Seleccionaban a los “sementales humanos” o, “mandingos”, así les llamaban por pertenecer a la tribu africana mandinga. También podían ser blancos. Poco antes de la guerra de secesión, 350 mil propietarios norteamericanos, eran dueños de 3 millones de “ganado humano”. Este es en gran parte el origen de la riqueza desarrollista-capitalista. Hoy, en plena era mundial de los Derechos Humanos, nos encontramos con un panorama peor: El inhumano negocio de las fábricas de bebés. La fábrica de bebés para la compra venta. Misma que mantienen a mujeres secuestradas y embarazadas y, una vez nacidos los niños, ponerlos a la venta (si no estaban previamente pagadas “por encargo”). Algunas de esas mujeres son engañadas, prometiéndoles trabajo, en cambio otras, es con su voluntad y aprobación. Ya desde el 2006, se le avisó a la UNESCO de estas aberraciones. Hoy se cree que han proliferado en varias partes del mundo, sobre todo, en América Latina y, en aquellos países que se encuentran en las miserias más despiadadas, donde la gente se muere de hambre literalmente hablando. Por ejemplo, se han detectado en el Salvador, entre otros. Se está convirtiendo en un problema endémico en el mundo. En abril del 2018, se rescataron 162 niños de una “fábrica de bebés” y un orfanato. 100 eran niñas y 62 niños, mismos que fueron rescatados por autoridades policiales de una fábrica de niños y dos orfanatos sin registro. Hace unos días, que se sorprendió en Nigeria, donde se rescató a 19 mujeres de entre 15 y 28 años en cautiverio, rescatando a 4 bebés que iban a ser vendidos. Las mujeres engañadas, fueron brutalmente violadas. En este mercado “negro”, los niños varones alcanzan precios superiores a la de las niñas. Los niños se venden a 1, 400 dólares, mientras que las niñas a 830 dólares (casi la mitad). Pero lo terrible no termina allí, en otra ocasión que se rescataron niños, presentaban claros signos de abusos sexuales. En otra ocasión, en el 2013, se encontraron 17 adolescentes embarazadas y 11 bebés fueron rescatadas en el estado de Imo. Todas estas actividades surgen al amparo de un clima, de una cultura, de un sistema que degrada todo reducto humano. Es el mismo enemigo planetario del humanismo, de la biofilia en general y, de un verdadero cristianismo. Previamente a estas miserias humanas, existe el autor material e intelectual, este mega-jinete apocalíptico que vale por los cuatro es el sistema neoliberal. El mismo que no distribuye justamente la riqueza social mundial, ni promueve la humanización holísticamente, sino todo lo contrario. Deforma y obliga a la proliferación de estas corrupciones extremas del alma humana o, su condición. Así, con ello, nos está remitiendo a la barbarie cuando menos del año 1552, donde se permitió de todo bajo la complacencia del trono y la mitra. *Víctor M. Estupiñán Munguía: Artesano de la palabra, escultor de ideas, danzante de emociones, arquitecto de sentimientos, pensador por distracción Cósmica, contador de estrellas por insomnio creativo, pintor de sueños por terapia humanista, especialista en transgredir las reglas ortográficas de la Real Academia Española, con neurosis cultural debido a que no puedo crear poemas que lleguen al corazón, chingólogo y sonorólogo, amigo del “Río Sonora”, víctima de la libertad, democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia de la Madre Naturaleza para cortar flores y olerlas.- Miembro de S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas)- Sonora “Por la paz del mundo” victor-79@live.com.mx

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