CULIACANAZO EN CHAPOLANDIA

CULIACANAZO EN CHAPOLANDIA Por Víctor M. Estupiñán Munguía* “Afirma, afirma, ¿a ver, me estas copiando guacho? Mira loco, tranquilo plebada, suéltame al chavalo y ahorita mismo paramos el desmadre que hay. Tú estás en un pedacito, hay un desmadre en todo Culiacán de balacera, ahorita van a empezar a levantar guachos en todas las rancherías, suelten al chavalo y listo, se acabó esto en tres segundos. Suéltenlo por favor y en caliente. Habla pa’ México loco, habla para México si quieres también, y diles que tenemos una bola de guachos levantados…”. Audio Parece que vamos a necesitar instrumentar una nueva ciencia, superior al de las ciencias ocultas: “La Chapología”; así como un método apropiado: “El chapológico”, para poder comprender lo que realmente sucedió en Culiacán. Que bien se puede considerar como problema de (in) Seguridad de Estado. Algo grave. Sobre la liberación de Ovidio fue lo mejor, una decisión verdaderamente salomónica del Presidente para evitar un baño de sangre. Lo que sí resultó muy sospechoso es el operativo. La “inteligencia”, que como tal resultó un fiasco. Las verdaderas causas no la sabremos a ciencia cierta. Las contradicciones desde el principio se abultaron; los puntos de vista completaron los 360 grados. ¿Se desobedeció la cadena de mando militar a pesar que el protocolo es muy riguroso? El general de SEDENA señaló que no estaba informado del operativo, tampoco el Presidente ni el gobernador de Sinaloa y, todo parece indicar que tampoco la marina. El secretario de Seguridad, también presentó inseguridad y, graves inconsistencias en sus declaraciones. Que faltó un documento, que no se preparó bien el operativo, que interfirió la DEA, entre más nebulosas para ganar tiempo. Lo más sano es que comparezca ante el senado para que explique lo sucedido y, lo que no sucedió también. Cuando se debió de haber previsto tener un helicóptero listo para cuando se realizara la captura, inmediatamente despegar a México hasta “Campo Marte”. El resultado fue peor que si fueran novatos. Ahora bien, revisemos lo inverosímil y nula eficacia que resultó “la inteligencia” militar y de la policía federal, independientemente de quién haya dado la orden. ¿Qué no sabían que Sinaloa es el santuario del “capo de capos”? se dice que el Chapo superó a todos los capos del mundo en dinero, poder, recursos, capacidad de corrupción, inteligencia, entre más. Su poder de contaminación es grande en Europa, américa latina y EEUU. El baño de sangre iba a ser principalmente entre soldados, policías y los sicarios, al servicio de “los chapitos”, gracias a Ismael “El Mayo Zambada”. No de la sociedad civil, sólo por accidente, puesto que ya la sociedad generalmente se encuentra apoyando desde hace décadas a la “cultura de los chapos”. Se encuentran encarnados a la cultura del narco. Esto se comprueba en el video, donde se aprecia un sicario fuertemente armado alertando a la gente que se encuentra en un negocio, diciéndoles que se salgan, que huyan porque vienen las avanzadas por todas partes y que habrá refriega. Es decir, ambos se encuentran compenetrados ideológicamente en la cultura del narco. Las razones son de tradición, de identidad y económicas. La industria de “Los Chapos” hace circular más dinero que el Estado. La marca “El Chapo”, está muy socializada en México y muchísimo más en Sinaloa-Culiacán. A tal grado que se dice que hay comunidades en que todos los niños y adolescentes dicen invariablemente que quieren ser de grandes como “El Chapo”. En otras, apenas hay pequeñas variaciones de los niños y adolescentes respecto a los porcentajes escogidos para seguir al “Chapo”, como ideal a seguir. Muchos proyectos de vida giran alrededor del gran “Chapo”. Se trata de la cultura de “Chapolandia”. Ya desapareció la idea de cuando los niños decían que querían ser como “Tarzán” o, “El llanero Solitario”, “Kalimán”, entre otros héroes del mundo fantástico. Hoy, prefieren inspirarse en personajes reales de carne y hueso, como el chapo. Los niños han perdido su inocencia para darle paso a la cultura que lo invade todo. Desde pláticas cotidianas, periódicos, videos, noticieros, radio, tv., toda la vida se encuentra saturada de la cultura de “Los Chapos”. Ideológicamente se encuentran “chapeados”, dentro de ese mundo fantástico-real, que junto con la tambora y la banda, se han convertido en el gran orgullo de Sinaloa. La industria de “Los Chapos”, les ofrece concretizar la filosofía de: “vale más vivir 5 años como rey, que 50 como buey”. Hasta donde sé, creo que no existen muñecos de plástico del personaje tan admirado. Ya no deben de tardar o, quizá les toque a sus descendientes, es decir, a sus hijos, “Los Chapitos”. Que por cierto, a los 2 días después del problema en Sinaloa, se dieron a conocer en las redes “corridos” de Ovidio y su aventura bélica de su rescate. No sólo son ideales a seguir, sino fuente de inspiración artísticos y culturales. Además, generadores de comercio e, ingresos por dichos corridos que suenan como si fueran los rezos a los santos patronos del narco. Dichos “corridos”, son alabanzas populares, propaganda placentera con música y, si es de banda con tambora, alcanza el éxtasis para los sinaloenses. Ahora bien, lo que no se explica es cómo ante una “cultura chapistica” tan acentuada en Sinaloa y Culiacán, la inteligencia militar falló al no calcular la posible respuesta del cartel. ¿Acaso no tenían estudios y logística de años anteriores sobre el medio en general en que pisaban? El personaje se encuentra muy introyectado como ideología del antihéroe. En otras palabras, es tomado como todo un héroe inteligente, poderoso, osado, generoso con “su gente”. En todo Sinaloa no existe un personaje tan popular y tan querido. Es decir, se encuentra rodeado de un capital de valores socialmente reconocidos, mismos que sirven para seguirlo empoderando ideológicamente ante la vista social de su población del Estado. Es más que un hijo pródigo. Es el héroe desde hace muchos años, el gran ejemplo a seguir. No existe mejor arquetipo del antihéroe posesionado de las mentes de generaciones enteras. Para muchos es la misma rencarnación de “Malverde”. Bendecido y reconocido como “el bandido generoso”. Por todos lados, resurgen los reforzadores psicológicos de la narcocultura, un universo simbólico muy profundo. Por ejemplo, allí están “los palacios de la muerte”, es decir, las sorprendentes tumbas, las capillas de lujo; muchas de ellas son una especie de catedrales a escala. El lujo por dentro y por fuera. La invitación al oficio mafioso también llega muy ponderada desde el cementerio. Desde el panteón donde descansan los grandes capos de Sinaloa. La capital del mundo del narcotráfico, la cuna donde EEUU, escogió para apoyar cosechas de mariguana y opio, para surtir a la milicia de Vietnam, cuando Turquía se negó a seguirle proveyendo. “El honor”, el machismo, “prestigio”, hedonismo, poder, ostentosidad, violencia, cultura mujeriega, entre más, son comprendidos dentro de la realidad social y regionalmente construida. Cuenta con un instrumento musical que es la tambora, instrumento diferenciador que emite música especial con carácter muy machista. Todo un síndrome cultural, donde la “inteligencia” de la secretaría de Seguridad se fantaseó en “chapolandia”. Que tan fuerte y profundo es la admiración del “Chapo”, que el apodo de “El Chapo” o, “Los Chapitos”, posen pedigrí. Ya son carga en el ADN de sus habitantes, se encuentran poseídos por la fuerza de un arquetipo como “Malverde”. Las carretas de comida, negocios de diferentes giros, taquerías, marisquerías, entre más, abundan con dicho apodo. Pero si todo lo anterior fuera poco para darnos cuenta de la unión tan fuerte de identificación con “El Chapo” y ahora con “Los Chapitos” y su cultura narca, tenemos que la hija del Chapo, de nombre Alejandrina Guzmán, ya lanzó una marca de ropa con dicho nombre. Ella es la que diseña los bordados para lucirse en cinturones, camisetas, gorras, chamarras entre más. Además, se preocupa para que internos en el penal de “Puente Grande” le ayuden. Su marca es “701”, mismo que fue tomado según la lista de “Forbes”, el cual le asignó dicho número según la lista de los más ricos del mundo. Además, sólo fabrica 701 unidades de un modelo y, que sus precios oscilan desde 701 pesos hasta 15 mil pesos. Seguramente que más adelante diseñará joyas con la misma marca y, utilizando los símbolos que hagan referencia al arquetipo del narco. Pero no sólo los niños admiran al clan de “Los Chapos”, hay chicas que se trauman con lo guapo de los hijos del Chapo, ejemplos tenemos:“@whoismelisus Traumada con lo guapo que está Ovidio Guzmán.”; otro parecido es: “@deyvgtz La neta, la neta…Ovidio Guzmán si está guapo ¿No?” Como si todo lo anterior fuera poco, Enrique Peña Nieto entregó a Televisa 17.5 millones de pesos para que realizara narco series, narco novelas basadas en Culiacán Sinaloa. Es decir, para promover dicha cultura de sangre y drogas. Además promocionando a las mujeres como posibles líderes y héroes de carteles. Por un lado, combatiendo el narco (simuladamente) y, por la otra, estimulándola propagandísticamente. Se realizaron las telenovelas “La Piloto” y “Las Buchonas de Tierra Blanca”. Paradójicamente a las brutalidades de Enrique Peña Nieto, que apoyó para promover la violencia y a las mujeres en el mundo del narco; las otras, “Las Busconas”, “Las “Rastreadoras”, con grandes esfuerzos realizan colectas para hacerse de picos, palas, varillas, guantes, dinero para trasladarse de un lugar a otro y, algo para comer. “Mujeres desenterradoras”, las que hace posible que muchas familias “descansen” al encontrar los restos de sus hijos, esposos (as), hermanos, sobrinos, tíos, amigos, vecinos. Pero ¿Dónde se nota y se comprueba esa compenetración entre los narcos-sicarios y, la población civil? Que por cierto, llegan de varios municipios sumándose a los que ya estaban a cargo. Se notó la organización y, el grado de compromiso con “Los Chapitos”, así como el de liberar a 50 presos, la mayoría de los alrededores. La gran familia, actuó bajo los valores de “la familia sinaloense”.el sentimiento de solidaridad con la población civil se notó de sobremanera, cuando los narcos o gente de “Los Chapos”, llegan de avanzada para prevenirlos y que se pongan a salvo (según video) y, la forma en que se escucha en las trasmisiones de que amenazan a los “guachos” y, a sus familiares, es decir, a los del sur y centro del país. A los que vienen de fuera como guardia nacional o, miembros del ejército. Pero nunca a la sociedad civil de Culiacán. Estos y los narcos-ejercito de “Los Chapos”, constituyen una familia real y también sobre entendida. Ya que se dice que en cada familia de Culiacán existe un miembro que tiene o ha tenido que ver con el narcotráfico. En gran parte, es por ello, que también se le agradeció al Presidente López Obrador, ya que muchas madres, saben que sus hijos, cuñados, primos, sobrinos o esposos, trabajan para “Los Chapos”. He aquí un audio con las amenazas con dedicatoria especial para” los guachos”: “…es por el jefe, lo sueltan y dejamos ir a todos los guachos que ya les tenemos amagados y a todas las mujeres, donde usted oiga le tire… (Inentendible) a la gente de nosotros, lo vamos a tomar como negatividad y le vamos a ir matando un guachito por (Inentendible)… usted sabe, nosotros estamos en la mejor disposición, oiga, de trabajar las cosas…”. “Pendiente plebada, ya rescataron al patrón”. _ *Víctor M. Estupiñán Munguía: Artesano de la palabra, escultor de ideas, danzante de emociones, arquitecto de sentimientos, pensador por distracción Cósmica, contador de estrellas por insomnio creativo, pintor de sueños por terapia humanista, especialista en transgredir las reglas ortográficas de la Real Academia Española, con neurosis cultural debido a que no puedo crear poemas que lleguen al corazón, chingólogo y sonorólogo, amigo del “Río Sonora”, víctima de la libertad, democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia de la Madre Naturaleza para cortar flores y olerlas.- Miembro de S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas)- Sonora “Por la paz del mundo” victor-79@live.com.MX

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