LOS GRANDES DE LA EPOCA DE ORO

Los grandes de la época de oro El dueto Aguilar, músicos de corazón Por Héctor Medina Varalta Guadalajara, México, septiembre de 2019. Socorro Aguilar y Claudio Díaz, de integrantes del Dueto Aguilar, con más de 50 años de matrimonio se iniciaron como cantantes profesionales allá por 1965. Todo sucedió cuando ambos asistieron a la Fiesta Pepsi Cola a la colonia San Joaquín, como visitaban varias personas en ese lugar, por alguna u otra razón, los invitaron a cantar. Fue así como nació el Dueto Aguilar, complaciendo al público, quedando muy conformes. De ahí fueron a la Estación de Radio W Guadalajara, cuando aún vivía don Salvador Sataray Rubio y cuando Paco regalado era locutor de Radio Ranchito y tuvieron amistad con Enrique Bermúdez de la Serna y les fue muy bien. Después fueron a festivales populares municipales, donde conocieron a un grupo artístico que se encontraba en la CROC y ahí nos empezaron a tomar en cuenta en seguida los empezaron a invitar a hacer giras artísticas. Domingo Corrales Gracias a la voluntad de Dios, llegamos a la radio y a la televisión. También nos invitó don Florencio Jiménez, ya finado, a hacer el rodaje de una película tipo experimental titulada Domingo Corrales, nosotros cantamos cuatro corridos: de los Pérez, La Palma, entre otras. Sin embargo, la película nunca se llevó a cabo porque al señor Jiménez le abrieron la camioneta y se llevaron la película que ya estaba a la mitad; el señor Jiménez se desesperó y se fue a Estados Unidos donde falleció. Por otra parte, recibimos propuestas para hacer actuaciones y eso nos sirvió para nuestras actuaciones, por eso es bonito aprender actuación, pues fue de mucha utilidad, porque nos presentaron en grande en Ahucatlán, Nayarit, en la que se presentó el cantante y actor Manuel López Ochoa, actor principal de la serie radiofónica “Chucho, el roto” y Fernando Allende. Por otra parte, por medio de mi compadre Salvador Chávez Escobar conocimos a un dueto, a la altura del cine Park, cerca de ahí se encontraba su estudio, ahí llegaban el que hacía la segunda del dueto. Le dije una vez a su yerno: “conocí primero a tu esposa que tú.” José Alfredo Jiménez, un gran hombre Ahí hablaron de José Alfredo Jiménez, que era una persona humilde. En cierta ocasión lo humillaron muy feo, saliendo del Teatro Blanquita en la Ciudad de México; para esto, se encontraban cantantes de la talla de Miguel Aceves Mejía y demás artistas consagrados. En una ocasión, José Alfredo Jiménez, acudió al Teatro Blanquita para pedirle a Pedro Vargas su apoyo, pero este último le dio a entender que cada quien se rascara con sus propias uñas, sin embargo, con el paso del tiempo, la mayoría de los artistas interpretaban sus canciones. Además, José Alfredo Jiménez no tomó en cuenta las palabras del Samurái de la canción mexicana, incluso se lo hizo compadre. Lo demás es historia: José Alfredo Jiménez llegó a ser más famoso que Pedro Vargas. Así es el mundo del artista. Por el lado de las giras artísticas, visitamos Zacatecas y nos contrató un teatro en Guadalajara para ir a Santa María de los Lagos, hoy Lagos de Moreno, para la ayuda del templo, el padre de ese templo tenía una mesa llena de jarritos con vino, el padre le invitó a que se tomara un jarrito y se llevara otro para el camino. A darle que es mole de olla Asimismo, la señora Socorro Aguilar, comenta con mucha satisfacción, que a lo que antaño se llamaba Caravana Artística recorrieron toda la república mexicana, primero su esposo cantaba solo, pero a veces no llegaba pronto y la señora Socorro le daba coraje. Incluso, le llegó a encontrar recaditos de las muchachas que lo escuchaban cantar. Por esa razón, le pidió a su esposo que la ayudara a cantar para cantar con él en dueto, pero él no quería. Y todas las noches practicaban a capela, acostados, ya que en lugar de dormir, ensayaban las canciones. Llegó un tiempo que se hizo una Fiesta Pepsi Cola para la ayuda de la parroquia de San Joaquín, ubicada en esta ciudad, en el fraccionamiento que lleva el mismo nombre. Le dije a Cayo, se llama Claudio, pero le llamo Cayo porque se me figura que Claudio es nombre de mujer. En ese entonces, teníamos un compadre que le decía a Cayo, “pues llévesela, compadre; hagan un dueto.” Cayo me dijo que si quería ir que fuera, que allá la esperaba. Entonces, me arreglé muy bien y fui a su encuentro, pero al llegar, él ya se había presentado y yo no lo sabía. En eso, las personas que tenían el programa mencionaron al público que yo pasara a cantar y fui al escenario, pero nunca había cantado en público. A lo que les dije, que no iba a cantar yo sola, sino con mi esposo. A lo que me dijeron que ya le tocó su número. “Entonces si no me acompaña a cantar mi esposo, no canto”. Tanto me insistieron, que logré convencerlos. Subí al escenario, pero con mucho miedo; el escenario estaba alto, luego la vergüenza, pues me sentí más arriba, sentí como que me echaron agua helada en la cabeza, sin embargo, todo salió bien. Logramos interpretar cuatro canciones. Al bajar del escenario, nos contrataron algunas personas y como dice el dicho: “A darle que es mole de olla”. 55 años de casados Recorrieron toda la república mexicana. Como tenían niños chiquitos los cargaban en el veliz de la ropa; cuando íbamos a representación sacábamos la ropa y ahí acostábamos a la niña dormidita y así nos daba chance de la presentación. Estuvimos en varios lugares con el Mariachi México, Los Caporales, entre otros, que los acompañaba en sus canciones. Había ocasiones en que hacíamos dos presentaciones al día. No obstante, como suele suceder en algunas ocasiones, cuando tienen representante, siempre hay aprovechados: “no salió para pagarles”, “únicamente salió para pagarles a los músicos”, pero en los lugares donde se habían presentado estaban llenos de gente. También fueron a Vista Hermosa, Michoacán, donde se presentó Meche Curiel, prima hermana de Gonzalo Curiel. Cabe resaltar que el Dueto Aguilar tiene 55 años de casados, la señora estaba muy chica, pues tenía 13 años cuando se casaron. Vendía terrenos y casas En ese entonces, al señor Claudio se le metió lo “loco”, pues entró a vender terrenos y casas, y la señora Socorro no sabía que él estaba ensayando. Fue en la época en la que comenzó a escucharse a Los Tigres del Norte y Los Cuervos de Jalisco, y don Claudio estaba con ellos en los ensayos. Ella sentía mucho temor que no llegaba pronto y ella estaba sola con sus hijos. Fue cuando le dijo que la enseñara a cantar. Fue cuando empezaron a ensayar, pero don Claudio fue muy duro como maestro, porque él es el del sentido musical y doña Socorro ignoraba todo eso. Él tiene mucha sensibilidad, pero en ese entonces la señora Socorro no la tenía. Por eso empezamos a cantar, pero eso fue hace muchos años. Recuerdo que empezamos a interpretar canciones que cantaba el Dueto Amanecer, a lo que doña Socorro se acopló y así empezamos: al pasito. Ahí alguien nos escuchó y nos empezaron a llegar las invitaciones para cantar. Como se conocieron Don Claudio y doña Socorro se conocieron en una llegada de la Virgen de Zapopan a Tlaquepaque, por medio de una prima de don Claudio. Un día don Claudio fue a hablar con el señor cura del Sagrado Corazón de Jesús, los padres de don Claudio estaban mayores y con el acuerdo de ellos, se casaron. Poco después, cuando fuimos a la W, Enrique Bermúdez de la Serna les concedió una entrevista, sin que se dieran cuenta. Platicaron mucho con él que es muy vacilón, le preguntó de dónde era oriunda su esposa; “de San Luis Potosí”-contestó don Claudio y siguieron conversando en la cabina del radio, sin que el matrimonio de cantantes se dieran cuenta que el programa estaba en el aire, hasta que el señor Enrique Bermúdez de la Serna le hizo la seña que cortara la conversación, pues iban a entrar los anuncios de los patrocinadores. De esta forma convivieron con muchas personalidades artísticas: Los Tigres del Norte, Los Cuervos de Jalisco, Chayito Valdés; en presentaciones a Manuel López Ochoa, Fernando Allende. La Caravana Artística En cierta ocasión, en un pueblo de Nayarit, la caravana no se presentó y los artistas se van a la Ciudad de México, pues el negocio es muy duro: le pagaron 40 mil pesos a Manuel López Ochoa y 20 mil pesos a Fernando Allende, con la promoción, la mitad le alcanzaron a pagar. La plaza se “quemó” porque los artistas no se presentaron. En las presentaciones, estuvieron con el grupo musical Los Kora y Los Struck, Mike Laure y sus Cometas, fue una buena entrada esa vez. También tuvieron una presentación con el hijo de Mike Laure, después de que este falleció; también gozaron de cosas muy bonitas: mariachis, en aquel tiempo era la Caravana Artística, primero mandaban a los representantes y hacían volantes y publicaban a todos los artistas que se iban a presentar. Eran dos presentaciones al día, a veces solo una. Recorrieron todos los lugares de México: Manzanillo, Puerto Vallarta, entre infinidad de poblaciones, era una cosa maravillosa por donde quiera. Eran los fregones para la cantada y luego vinieron las presentaciones por televisión. En lo particular a la señora Socorro nunca le dio nervios o pánico escénico, porque desde que empezaban a cantar nunca le veía la cara al público, porque si uno se las ve, ya valió “gorro” el asunto.

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