NO MENTIR, NO ROBAR YNO TRAICIONAR

NO MENTIR, NO ROBAR Y NO TRAICIONAR
Uriel Flores Aguayo

El genio de la comunicación que es Andrés Manuel López Obrador, ha colocado en el imaginario popular y en sus bases militantes una serie de palabras y frases que se vuelven inmediatamente consignas, lemas y contenido de discursos. Sin mayores explicaciones ese tipo de recursos verbales sustituyen los argumentos y facilitan la identidad de quienes respaldan directamente el proyecto largamente construido y encabezado por AMLO. Tal vez los de mayor formalidad y reiteración sea la expresión de "no mentir, no robar y no traicionar " así como la de la "cuarta transformación". No mentir y no robar son acciones concretas con alto grado de objetividad que fácilmente se pueden ubicar en sus rasgos principales y alcances; puede mediar algún proceso de transparencia o investigación, aveces no hace falta, pero se llegará a conclusiones categóricas al respecto. El que roba, roba; el que miente, miente. En el caso de la traición es algo más complicado encontrar consensos de definición, sobre todo por concebirse en el campo de la política donde poco es lo que parece y se flota sobre un mar de retórica. Cuando se habla de traición se entra a un terreno subjetivo y puede ser un mecanismo de sujeción a la disciplina, colocando en una disyuntiva al militante político y ciudadano entre su conciencia y las consignas. Quienes decretan las traiciones suelen ser los que tienen el control de las decisiones fundamentales. La cuarta transformación será o no lo que resulte de este y otros sexenios con el mismo sello e impulso; es una aspiración del tamaño de una epopeya. Por ahora es consigna y se desliza con rapidez hacia el recurso de la retórica. Sin mayor contenido y asidero a cambios cualitativos puede volverse frase hueca y demagógica. 

Como vamos viendo no es lo mismo López Obrador y su Gabinete que los Ejecutivos Estatales y sus Secretarios; hay una distancia abismal tanto por trayectoria como por comportamiento concreto. Tampoco es lo mismo el proyecto en el papel y el discurso que en sus acciones de Gobierno y representación. De los que llegaron en las Entidades federativas y los Ayuntamientos algunos tenían cierta trayectoria aunque limitada; otros, tal vez la mayoría, se unieron cuando el movimiento iba en ascenso y únicamente se han apropiado de colores y palabras. Es evidente que muchos de los neo morenistas llegaron a la política circunstancialmente y en condiciones óptimas; por eso les cuesta mucho desarrollar una narrativa creíble y tienen que acudir a figuras muy superficiales. Como se está viendo para ellos llegar al poder es un logro tradicional, un premio y una conquista patrimonial. Eso explica sus actos de nepotismo y el desprecio por las leyes. De forma increíblemente rápida se han evidenciado en su pequeñez política y ausencia ideológica. Si no rectifican van a decepcionar profundamente a sus seguidores, van a desaprovechar una extraordinaria oportunidad de gobernar distinto y socavarán los cimientos éticos del liderazgo de AMLO.

Es impresionante, por ejemplo, los problemas en que se ha metido el Gobierno de Veracruz. Sus mayores conflictos son creados por ellos mismos, por conducta anti democrática y carencia de visión política. Se percibe ausencia y vacíos. En seguridad pública (ciudadana) giramos en torno a una evidente simulación, en Transito y Transporte se nota un juego corrupto, en Gobierno hay de todo menos líneas claras de gobernabilidad, en Educación se vive un desastre a partir de ínfimos perfiles y así en muchas otras áreas. En poco tiempo el Gobierno de la "regeneración" se ve agotado y urgido de un replanteamiento de fondo. El Ejecutivo, fríamente y con alto sentido de responsabilidad, tendrá que valorar si es correcto mantener a sus amigos y familiares en cargos públicos, si puede seguir cerrado exclusivamente a sus pares militantes y si, con lo que traen en imagen y resultados, van a resistir la natural crítica opositora y ciudadana así como el juicio electoral del año 2021. A diferencia de nuestro pasado autoritario, de unanimidad y subordinación, creo que se viven otros tiempos, con mayor libertad y medios abiertos de expresión. Somos otra sociedad. Hay voto duro, cuyo alcance está por verse, y voto volátil. Nadie, razonablemente, debería confiar en que, haga lo que haga, la gente lo seguirá apoyando.

Recadito: de lo más falso de los nuevos en el poder se encuentran en la SEV.


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