PROSA APRISA

Prosa aprisa La danza de las cifras Arturo Reyes Isidoro Sé que vive con modestia y en lo personal tengo la impresión de que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez es un hombre honesto… a menos que se demuestre lo contrario. Desde el inicio de semana algunos medios manejaron información en el sentido de que su administración contrajo de entrada una deuda de 2,500 millones de pesos. Citaron la cifra con base en la página 86 del Cuarto Informe Trimestral del año pasado, de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan). Pero, reporteros profesionales, algunos compañeros no se conformaron con lo que ya tenían y quisieron verificar en el Registro Público Único de Financiamiento y Obligaciones de Entidades Federativas y Municipios Vigente, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y entonces detectaron que el crédito que se solicitó a Banorte para pagar a corto plazo (un año) en realidad fue por 4,500 millones de pesos. La justificación: para cubrir “insuficiencias de liquidez de carácter temporal”. El préstamo se solicitó el 14 de diciembre de 2018. La reportera Fernanda Castillo, de e-consulta.com Veracruz dijo que hasta el 01 de febrero la deuda no estaba registrada en el portal de Hacienda Federal, lo que ocurrió hasta el día 8, de acuerdo al sitio Web de la SHCP actualizado el lunes pasado. Aparte, al gobierno cuitlahuista le adelantaron participaciones federales por 3,065 millones 438 mil pesos, que se descontarán a lo largo de este año. Algo que hizo notar mi compañero Miguel Ángel Barragán, de alcalorpolitico.com es que la deuda se registró en Hacienda 56 días después de haberla contraído y que como “Deudor u Obligado” se menciona solo el nombre de Veracruz pero no se especifica si es del Gobierno del Estado. Lo del préstamo no es nada que sorprenda dado el desastroso estado en que recibió las arcas la nueva administración, así como el adelanto de participaciones federales. Hasta se puede decir que ya se esperaba, pues era la única forma en que el gobierno entrante podía hacer frente a las obligaciones de fin de año. Imposible ahora no recordar el optimismo que invadía a quien sería el Secretario de Desarrollo Económico, Ernesto Pérez Astorga, quien el 01 de octubre del año pasado declaraba a XEU Noticias que se cumplirían los compromisos de diciembre porque “Tenemos un gran aliado que se llama Andrés Manuel López Obrador y la Federación y estamos seguros que no nos van a dejar morir…”. Vistas como están las cosas, ya se vio que lo más que pudo hacer AMLO por Veracruz fue adelantar participaciones federales, que eso cualquier presidente de cualquier otro partido lo hubiera hecho. Pero no se podía esperar otra cosa. El lunes 12 de octubre de 2018 comenté en “Prosa aprisa” que no sería fácil obtener recursos federales extras cuando, como publicó entonces el diario Reforma, el propio futuro Secretario de Hacienda Carlos Urzúa pasaba ya apuros pues no hallaba de dónde sacar los 500 mil millones de pesos que necesitaba de entrada el gobierno de AMLO para cumplir con las promesas de campaña, con las obras y los programas sociales. “Ahora –apunté entonces– en el gobierno de Cuitláhuac deben haberse encendido ya los focos rojos (y si no alguien debe lanzar la alerta) ante el anuncio del futuro nuevo Subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez, de que se eliminarán las transferencias extra a los estados, ‘por lo que las entidades deberán de ser prudentes y manejar responsablemente sus finanzas’”. Esa información se había dado en la columna “Templo Mayor” de Reforma, donde se dijo que la advertencia la había hecho Herrera en Nuevo León, ante lo que el diario comentó: “Por cierto que el tema de la austeridad no será solo por gusto, sino también por necesidad” y “O lo que es lo mismo, los gobernadores tendrán que aprender a rascarse con sus uñas y comenzar a recaudar por ellos mismos”. Ayer el gobernador Cuitláhuac García, en conferencia de prensa, aceptó que se pidió un préstamo aunque dijo que por solo 2,500 millones de pesos y declaró que su gobierno revisará porqué la SHCP maneja la cifra de 4,500 millones, aunque recordó que un monto igual lo solicitó su antecesor Miguel Ángel Yunes Linares. También aceptó lo del adelanto de las participaciones federales. Algo, pues, no cuadra y será preciso –eso opino– que el titular de Finanzas, José Luis Lima Franco, nos informe con detalles cuál es la situación real, que creo que nada se ganaría si fuera cierta la cifra más grande y se tratara de ocultar, pues la situación de las finanzas estatales la justificaría, aunque, claro, se tendría que aclarar a qué se destinó la diferencia, si es que existiera. El nuevo gobierno va apenas en su tercer mes de administración y si algo tiene que cuidar, el mayor valor que posee, por encima de todos, es su credibilidad. Cualquier traspié tratando de ocultar información o no siendo claros, sobre todo con el manejo de los recursos públicos, sería de graves consecuencias porque le costaría la falta de confianza además de la decepción ciudadana. Ha ofrecido ya el gobernador que se revisará porqué Hacienda maneja una cifra 2,000 millones de pesos más de la que se contrató y siempre será bueno que se informe del resultado a todos los veracruzanos. Dadas las experiencias con Javier Duarte y con Miguel Ángel Yunes, será mejor que por muy cruda que sea la realidad nos la diga Cuitláhuac, que, eso creo, estoy seguro que todos entenderán y la justificarán, y lo apoyarán. Claridad, transparencia, es lo que se espera. Incluso si se hace algo bueno que parezca malo entonces se sembrará la duda, y no que hay que olvidar aquella letra de un bolero romántico que dice que mata más la duda que el desengaño.

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