LUZ APALABRADA EN EL SILENCIO

Luz apalabrada en el silencio
Por Víctor Manuel Estupiñán Munguía*
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“Ya que no puedo ser libre
agrandaré mis prisiones.
Cambiaré los tristes muros
por alegres horizontes...”
“SIN LIBERTAD”
Manuel Altolaguirre
Lo recuerdo muy bien, era un día de abril como a las 11 de la mañana cuando llegó por primera
vez  a mi humilde casa una niña envuelta de luz. Pronto me di cuenta que en su tierna garganta
se había anidado  el silencio del misterio, pero en su rostro portaba de una sola pieza
la presencia divina.
En esa ocasión, la traía a su cargo Viviana, a la cual la llamó diciéndonos que
se llamaba Mariluz. La niña nos miró para de inmediato darnos la manita como
quien entrega su inocencia en ella,  al mismo tiempo que nos regalaba una cascada de
sonrisas, guiadas con ojitos de lucero y unas fisuras de miel en sus cachetitos.
Sus ojitos negros nos miraron cristalinamente con misterios sembrados en su futuro,
como todo ángel puesto en esta vida terrenal; sus pantaloncitos eran de pana de color
guinda desteñida y, sus mangas cortas para aquella muñeca tan simpática y, llena de vida.
A leguas se notaba que en aquella ocasión no era su ropita la que le cubría sus pobrezas
. Su blusita rosa estaba estampada de manchas de tierra y, roída su moda de miseria.
Como quien dice, aquella niña era el milagro del verbo hecho carne inocente.
Venía vestida de candor y, repleto de alegrías su tierno corazón. No hablaba,
sin embargo, reía generosamente como ángel en su reino.
Su generosidad de niña se desparramaba en su tierna figurita.
Para todo apuntaba con su dedito y, siempre por delante la brújula de su risa.
Era generosa con sus risas, ojitos y gracias,  en toda su figura de niña querubín.
Pareciera que no le hacía ninguna falta hablar, era una pequeña
ave del paraíso; quizá caída por descuido, esa pequeña alma celeste.
Ese día que la conocí, la verdad es que sin lugar a dudas me convencí
que se trataba de una muñeca caída de los brazos de alguna Madre del cielo.
Era una muñeca divina huérfana de virgen, pero con vida de ángel  real y, piel de canela.
Pensé al instante que seguramente alguna Isis de los cielos superiores,
se había distraído dejándola caer o, en su defecto, deseaba presumirnos
de tan especial criatura. Por ello, seguramente que la Madonna que la perdió,
la andaría buscando por todos los rincones  del Universo.
La otra posibilidad que pensé, es que se había escapado del patio de juegos celestial o
, de la sala infantil del viejo Olimpo, donde los dioses y semi-dioses se reúnen a convivir.
Y, al contacto con la Madre Tierra, su alma se había humanizado; adquiriendo aquel cuerpo
de muñeca, sin voz, pero con todas las gracias reunidas en una sola sinfonía de humanidad .
Era la belleza sincronizada con el poder superior creativo. Encarnaba la perfecta unión milagrosa
entre el Cielo y la Tierra; era su materialización energética con formato humano-ángel. Su falta de
voz había sido compensada con corazón amoroso y, ternura de padre superior.
Viviana, la señora con la que en esa ocasión andaba, dijo que su falta de voz había sido
producto del abandono social, es decir, abandono familiar por pobreza e, ignorancias.
En su pequeña figura se habían anidado la luz creadora
. Cuando la observé saqué por conclusión que sus gracias se la habían heredado
las propias Musas del paraíso, por lo que se observaba a simple vista,
debió de haber tenido bastantes.
Puesto que para donde caminaba, la luz la seguía y, la belleza del instante
se le reverenciaba magnéticamente ante su inocente figura.
Era tierna al igual que sus ojos de sueños de primavera, sin embargo,
sus piecitos desnudos pisaban fango de Sodoma y, cardos de Gomorra.
Puesto que desde que nació, los pantanos sociales siempre la asecharon de día
y de noche, sus fangos carnívoros exigían, cuerpos a quien engullir.
Después pensé que su nana Luna no pudo hacer nada por protegerla,
ante tanta indolencia cotidiana, ante tantos discursos tranquilizadores, egoístas y,
también somníferos.
Una vez más las injusticias institucionalizadas mecieron su cuna
con garras, colmillos y, hocicos trituradores, como a miles y, millones
de “niños de desecho”.
Sus babas criminales envenenaron la futura vida de aquel ángel previamente
vestido con tragedias sociales.
Un día, llegó la vecina de “la mudita” a nuestra humilde casa, la cual estaba
aferrada a las faldas del cerrito al final de la calle Colima, se le notaba agitada,
con resoplido, sudando y, con los ojos llorosos.


Cuando la miré, supe de inmediato que traía algo profundamente triste entre su pecho
y, su corazón acelerado. En su respiración se notaba algún veneno que sus ojos recientemente
habían bebido y, sus oídos escuchados.
Al rato cuando hubo “agarrado aire” y, después de haber tomado agua, así como
la debida presencia en esta vida, pudo decir que venía de ver un acto muy triste, sumamente triste.


¿Te acuerdas de aquella niña morenita, preciosa que dos veces la traje y,
que era mudita?-dijo entre resoplidos y serias afectaciones-


-Sí-, ¿qué pasó?, le respondí- Doblemente afectado, puesto que mi corazón
estaba a “todo oído”,  pendiente de lo que iba a decir a continuación.


Pues vengo del sepelio de ella dijo-cuando una lágrima se le escapó por la mejilla
, semejantemente a cuando un niño se deja “ir” por el resbaladero de un parque.


_ ¡Verás que triste!_ resulta que la violaron y su criaturita cuando nació, ambas se murieron…
las tienen en un cajón chico, a ella y a su hijita.
_A la niña la tiene entre su pecho agarrada como se agarra la vida-…


La imagen se instaló con un fuerte golpe en mi mente, mientras que
las glándulas salivales me envenenaron el alma…mientras  recordaba:


 “No pisaré ningún suelo
sino abismos de la noche.
Techos que a mí me cobijen
cielos serán los mejores.
Ya que no puedo ser libre
Agrandaré mis prisiones.”


*Víctor M. Estupiñán Munguía: Artesano de la palabra, escultor de ideas, danzante de emociones,
arquitecto de sentimientos, pensador por distracción Cósmica, contador de estrellas por insomnio creativo
, pintor de sueños por terapia humanista, especialista en transgredir las reglas ortográficas de la Real Academia
Española, con neurosis cultural debido a que no puedo crear poemas que lleguen al corazón, chingólogo y sonorólogo,
amigo del “Río Sonora”, víctima de la libertad, democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia
de la Madre Naturaleza para cortar flores y olerlas.- Miembro de S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional de Poetas,
Escritores y Artistas)- Sonora “Por la paz del mundo” victor-79@live.com.mx








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