A UN SACERDOTE EN LA MISA CRISMAL

Un miércoles de misa Crismal.

Te pregunto sacerdote, si en verdad tienes vocación, si éste día en que renuevas tus promesas y  tu fe,has hecho una reflexión profunda del ministerio que te ha sido encomendado, porque tal parece que ser " padrecito" es solo un juego de niños.

Es Semana Santa, de tus manos recibí la comunión, para ti fue poner en mi boca un pedazo de harina de forma automática, yo, en cambio recibí una hostia fragmentada, herida, como herido y profundamente lacerado, bajarían el cuerpo de Jesús el Cristo, de una cruz que lo condenaba así, a una muerte ignominiosa.

No sé porque razón fui de las últimas en tomar la sagrada hostia, quizá fue el momento para que ante toda la comunidad, por tu grosera y anticristiana forma de ser, quedaras como los fariseos...creo que aún no comprendes el poder que tienes en tus manos, ni la gracia que te fue concedida, Yo,  recibí a mi Cristo, no sé que motivos interiores y personales te mueven al haberme dado la comunión de forma automática, aun a las mascotas se les ve a los ojos con afecto; un acto sublime que debe ser dado pleno de gracia y fe, a quienes nos acercamos a ella, lo convertiste en nada, no le diste la importancia que requiere ese momento que hasta los ángeles anhelan.

Al igual que tu, muchos laicos que dan la comunión, lo hacen de forma mecánica, grosera, sin ponerse a pensar que los mismos ángeles bajan y rodean ese momento divino,  hay personas dentro de la iglesia que son verdaderos santos que viven y predican con su ejemplo.

El diablo, estuvo más que nunca atento a tus acciones,el Padre Tepetla, estuvo a punto de resbalar por las gradas del altar mayor;  el mal estuvo ahí en la Iglesia, en la misa Crismal;  había personas con miradas de odio, que después de yo,  haber comulgado, mencionaron en voz alta que si no me gustaba como me habías dado la hostia, que ya no fuera...¿Te pregunto? ¿Regresaste en el tiempo, para dar vida a quienes golpearon a Jesús? porque aún el mismo Longines al herir en el costado a Cristo, recuperó la vista, quizá tu has perdido de vista la encomienda que te ha sido dada,  has perdido el rumbo y me das tristeza; hoy, los ángeles han llorado por ti...y en esas lágrimas o nadas para alcanzar la orilla de la Misericordia de Dios o te ahogas en tu ego.  P.D. Te dejo una oración  y que tu rebeldía sea preludio de un fuerte llamado de Dios. ¡ Si  llamó a San Pablo, que tanto persiguió y mato cristianos, ¡Todo lo puede El. Saludos Crispín, piensa en tu Madre de la tierra, una mujer adorable que se enorgullece de su hijo sacerdote.

Te dejo una oración por si gustas asimilarla, y pido porque Cristo en su Pasión y Muerte de ésta Semana Mayor, conforte tu vida.

Mis manos están extendidas hacia ti, Dios de todos y más si cabe de los humildes, como ofrenda agradecida. Porque cuando repaso la historia de mi vida, descubro que sigues siendo el que acoge a cualquier hora, al no saber nunca rechazar a quien a ti llega. Eres misericordia que no se agota, el Dios que nunca olvida su bondad y mantiene su promesa para siempre. La cólera no te pertenece; es algo exclusivamente nuestro. Entrañas de misericordia es lo que eres.

 Hoy sigues realizando proezas, portentos, hazañas de amor incalculables. Me atas a ti con lazos de bondad; me eliges como amigo y confidente. Por la sangre de tu Hijo, me haces entrar a una dulce intimidad contigo. Comunicas a mis ojos la luz y la alegría que Tú mismo eres. Mis manos extendidas expresan todo eso: ¿qué dios es grande como nuestro Dios?

Tu poder es el perdón; por eso te sobran todos los ejércitos, policías o tribunales constitucionales. Tu brazo nos rescata con la vida, jamás con la fuerza de la violencia, algo también exclusivamente nuestro. Sólo en ti descanso y tengo paz; sólo de ti viene mi salvación; sólo Tú eres la roca de mi esperanza. Déjame, Señor, estremecerme ante lo que eres. Permíteme, a pesar de los nubarrones que ensombrecen mi vida, permíteme arrodillarme y desahogar en ti mi corazón. Pueda adorarte y acogerte para que me des la vida, y sepa agradecerte con toda el alma el que hayas hecho a Cristo para mí, para nosotros, para todos sabiduría, justicia, santificación y redención. Y que por Él, por su sangre, hayamos recibido el perdón de los pecados. Por Él nos has reconciliado, y has hecho la paz por la sangre de su cruz.Soy Espiritual.