EL PREMIO LIPP DE NOVELA EN LA FIL 2015
El Premio LIPP de Novela en la FIL 2015
Por Héctor Medina Varalta
Guadalajara, Jalisco, diciembre de 2015. El Premio Literario LIPP llegará por segundo año a uno de los eventos culturales más importantes y de mayor tradición de Guadalajara, La Feria Internacional del Libro (FIL), para dar a conocer el origen de este galardón que convoca por quinto año consecutivo a todas las editoriales de la República Mexicana y Latinoamérica. Para compartir los detalles de este trascendental premio y promover la gastronomía francesa del restaurante LIPP La Brasserie, dentro de la FIL, hubo un encuentro con el jurado para dar a conocer los detalles de esta V convocatoria del Premio Lipp de Novela. Ahí se explicó los pormenores de este estímulo literario instituido hace 5 años y que ha apoyado a la nueva generación de escritores fortaleciendo en gran manera la divulgación de la cultura.
Miembros del jurado
Además de refrendar el compromiso de participar y reconocer la labor, visión y entrega de los escritores, El Premio LIPP apuesta por respaldar a las editoriales emergentes al premiar a sus autores más propositivos que han publicado en los años recientes. Estarán presentes en esta reunión los miembros del jurado: Mónica Lavín, Eduardo Antonio Parra, Beatriz Rivas, Gastón Melo y el ganador de la edición anterior del Premio Lipp, Rogelio Flores. Es importante mencionar que el Premio LIPP cuenta con el apoyo del Conaculta, reconocido por su titular, Rafael Tovar y de Teresa, quien participó en sus dos primeras ediciones refiriéndose a éste por ser “Un modelo de cómo con reglas claras siempre hay buenos resultados en favor de nuestros creadores”.
El premio otorga a la obra literaria ganadora un monto de 100 mil pesos, la editorial recibirá también un incentivo.
La Brasserie es el único restaurante con una función promotora cultural y literaria
“Le Prix Cazes Brasserie LIPP”, originario del mítico barrio de Saint Germain de Prés se entregaba desde el año de 1935, en el establecimiento parisino que antecedió al restaurante LIPP de la Ciudad de México y que en ese entonces organizaba el acontecimiento literario de la primavera. En ese entonces Marcel Herrand y Jean Marchant, dos jóvenes directores de la Compañía teatral de “Le Rideau” de Paris recibirían la primera entrega de ese estímulo a la creación literaria y artística. Desde su origen “Le Prix Cazes Brasserie LIPP” estimuló la creación literaria francesa y de sus autores,-de no más de 40 años de edad- y quienes no hubieran recibido galardón alguno-. Fue así a través de sus obras que abarcaban el ensayo, la biografía, la poesía y la novela. Estos escritores fueron reconocidos y ganaron su sitio dentro de la memoria de la LIPP parisina. En México, LIPP la Brasserie sale por primera vez de París en el 2008 y abre su única sucursal en México y se convierte en el único restaurante con una función promotora cultural y literaria, que posee un Premio de Literatura, distinguiéndose de otros certámenes en América Latina, al poseer un formato que difunde a sus novelistas emergentes con el respaldo y la visión de las editoriales que los proponen.
El Premio Lipp no es a cuenta de regalías
Mónica Lavín compartió su punto de vista, el Premio Lipp lleva cinco años en México que empezó en Paris hace 40 años. A mí, como miembro del jurado me parece muy interesante esta modalidad de que la novela ya sea aceptada por la editorial, es decir, primero hay un tamiz y hay un compromiso dónde los editores lo que hacen es apostar por la obra y por el autor. Esta apuesta ya fue hecha. Por lo tanto, el juradado tiene la oportunidad de revisar novelas con cierto nivel de calidad. Además, en las discusiones que tenemos en el interior del jurado, son muy enriquecedoras porque se discuten asuntos de la narrativa, de la construcción, de los personajes, para llegar a un acuerdo que a todos nos satisfaga. Es también un ejercicio de crítica, de observación porqué están apostando las editoriales que han participado. Queremos invitar a más editoriales, que sientan que este premio es distinto, único. Normalmente, los premios que se dan por parte del gremio editorial es a cuenta de regalías, aquí no son a cuenta de regalías. Eso es interesante, por otra parte, la editorial tiene la oportunidad de realizar sus actividades de promoción en La Brasserie, que es un lugar extraordinario para comer y beber un buen vino.
Un premio nuevo en México
Asimismo, la escritora ojiverde, Beatriz Rivas argumentó que son 80 años desde que empezó el premio en París, aunque relativamente en México es un premio joven, nos respalda toda esta tradición de 80 años. El premio es muy reconocido en Francia. Además, es un premio que tiene esta unión con más cultura; la cultura no sólo es lectura, sino que ésta también entra por los cinco sentidos. Ojalá tengan la oportunidad de ir a La Brasserie en México y se van a dar cuenta del gusto que le ponen a la degustación de un buen platillo. Tal vez se escuche un poco liviano que esté hablando de comida, pero a quienes nos gusta la lectura y nos gusta comer, que es parte de lo que nos une a todos los miembros del jurado. Es un premio con mucha tradición, un premio relativamente nuevo en México, que ha tenido a cuatro ganadores de estupenda calidad. Para mí lo más interesante del premio, por no decir divertido, es la difusión que se les da cuando leemos los textos; nos mandan las primeras cuarenta páginas de todos los textos que se reciben, eso no sucede en la mayoría de los premios. Alguien hace una selección previa y se mandan sólo 15, 10 o 5 novelas.
Una tradición literaria
En La Brasserie leemos todas las novelas, nosotros mismos hacemos una preselección, cuando nos reunimos para deliberar sobre quien merece el premio, las discusiones literarias son exquisitas. Muchas veces, aunque uno trate de ser objetivo, de no meter su propio contexto, el propio punto de vista y el propio gusto de cada quien. Para mí ha sido un premio importante. Además, el primer año y el anterior, los mismos que ha presidido Javier Velazco, también se encuentran Silvia Molina, Cristina Rivera Garza, entre otros. También hoy tenemos la fortuna de tener al ganador del año pasado, Rogelio Flores. Tenemos la tradición de quien gana forma parte del jurado siguiente año. Desafortunadamente hasta el día de hoy no he ganado ningún premio en ningún lugar del mundo. No obstante, la parte más emocionante de otorgar un premio es cuando ya decidimos después de discusiones que nos llevan un día, quién se lo va a ganar, cuáles son las razones y abrimos el sobre para saber cuál es el nombre del ganador y el presidente de jurado le llama por teléfono. Esa sorpresa, ese gusto de escuchar al premiado, es la parte que más disfruto.
Un millón de gusanos
Por su parte, el ganador del año pasado, Rogelio Flores manifestó su alegría con la expresión corporal y una que otra sonrisa. La novela con la que participó y resultó ganador del Premio LIPP de Novela con su obra “Un millón de gusanos”. Flores comentó que siempre ha participado en los concursos y lo hace pensando en que va a ganar y que la cosa es derecha, sino para qué participar. En este caso, pensó que si no ganaba había cosas que mejorar. Fue un proceso de estar en las convocatorias, si su texto estaba acorde con la convocatoria. La novela participó en varios concursos y finalmente en el Premio LIPP resultó ganador. Aquí fue muy singular porque fue acompañado por la editorial. Esta fue quien decidió que Rogelio Flores participara en este concurso porque la editorial editaba a también a otros autores; la editorial fue quien confió en su obra, la sometieron al punto de vista del jurado. Por lo tanto, está muy satisfecho y muy contento por haber participado en este concurso. En relación a otros concursos Flores ha conocido a varios autores que no tienen ninguna relación con los jurados. ”Considero que todos hablan como les va en la feria, sin embargo, sí hay a quienes les son concedidos los premios y a otros no. Por lo tanto hay que seguir participando. También, Rogelio Flores comentó que llevó su novela a dictamen a una editorial y como en todas, la editorial sabe si cumple con los requisitos, si el dictamen es positivo, en algún momento se publica. No obstante, depende de muchos factores, es decir, pueden dar un dictamen positivo, pero si no tienen recursos para la edición y tienen muchos libros en la fila, se va a tardar la publicación. El Premio LIPP está abierto a cualquier editorial, pueden participar con obras que estén por publicar u obras que ya estén terminadas o dictaminadas y dictaminadas positivamente. Por último, Rogelio recomienda a los jóvenes que tengan deseos de escribir, que lean y escriban mucho y que pierdan el miedo a la literatura.
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