VERACRUZ 2016
Perfilando.
Por Iván Calderón
El proceso electoral para elegir al próximo gobernador se adelantó, y por mucho en Veracruz.
Algunos de los aspirantes a la máxima magistratura andan en clara pre campaña.
Con esto, un gran número de ciudadanos han manifestado claramente sus aspiraciones a participar en el próximo proceso sucesorio de estado.
Incluso ciertos personajes en abierto, y otros en pequeñas reuniones levantan la mano para ser tomados en cuenta.
Dentro del Acción Nacional, Julen Rementería del Puerto junto con Miguel Ángel Yunes Linares medirán fuerzas internas.
Pero todo parece indicar que aún con la plurinominal de Miguel Ángel, esta vez los panistas le darán a oportunidad a Julen, quién quizá logre un papel decoroso ante la vergonzosa derrota que sufrió el panismo veracruzano de la mano del clan de Boca del Río.
En la izquierda, Elías Miguel Moreno Brizuela pretende irrisoriamente ser nominado por el Partido Movimiento Ciudadano, con el apoyo del desgastado Marcelo Ebrard, mientras que en el Sol Azteca, Arturo Hervís Reyes pudiera entrarle a lo que sería la última aventura de su vida política.
Caso especial es MORENA.
Ante el fenómeno de Cuitláhuac García, el maestro pudiera ser llamado a la “grande”, y así lograr aun más posiciones para este partido, que como lo habíamos mencionado antes, fue y será la gran sorpresa electoral.
Del lado de los independientes, se encuentra el diputado local Renato Tronco Gómez.
Tronco de circo trae Renato.
El legislador recorre el estado comportándose como un auténtico merolico, sin ecuanimidad, ni orden en sus ideas.
Difícil será el caso para el Revolucionario Institucional.
Antes de tener el nombre de quién será el abanderado, todos se tendrán que poner de acuerdo.
Esto será lo complicado.
Dentro del PRI, chicos, medianos y grandes han manifestado explícitamente querer ser los candidatos.
Héctor Yunes Landa, José Yunes Zorrilla, Erick Lagos Hernández, Alberto Silva Ramos, Jorge Carvallo Delfín, Adolfo Mota Hernández, Alejandro Montano Guzmán, Gerardo Buganza Salmerón, Tarek Abdala Saad y Tomás Ruiz González, son solo algunos de los nombres que se manejan como posibles sucesores de Javier Duarte de Ochoa.
En el partido rojo por su propia estructura, organización y naturaleza, el proceso de selección de candidatos para la gubernatura intervendrán tanto actores locales como nacionales.
Seguramente desde el altiplano vendrá una designación.
Pero sin duda, Javier Duarte hará valer su derecho de veto.
Es cierto, la toma de decisiones quizá sean centralizadas y definitorias para el 2016, pero quién dude que el actual gobernador se quedará con los brazos cruzados están completamente equivocados.
Duarte de Ochoa sin tanto alboroto demostró con hechos ser un excelente operador político.
Quién todavía manda en Veracruz, chueco o derecho, lo que le prometió a Enrique Peña Nieto, lo cumplió.
Hay que decirlo, la situación político-electoral para el 2016 dependerá mucho de la unidad o de las fracturas internas dentro del Revolucionario Institucional.
Si el PRI busca la continuidad, será necesaria la construcción de consensos y de alianzas que permitan un proceso competitivo, así como un bienio de resultados.
La reciente elección federal tuvo como característica especial la fragmentación del electorado veracruzano, y la dispersión del voto.
Con varios candidatos a la gubernatura por partido, por coalición o independientes, seguramente saldrá fortalecido quién tenga mejor estructura, y quién haya demostrado contar con la mayor fuerza electoral.
En honor a la verdad de los nombres manejados dentro del tricolor unos son de relleno, otros padecen de extraña calentura, y algunos hasta risa dan.
Tal es el caso de Tomás Ruiz González, quién solo es un globo de cantoya.
De todos, sólo tres tienen amplias posibilidades.
En fin, veremos pues, la decisión final.
A sus órdenes.
@IvanKalderon
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