BAJO EL MICROSCOPIO

 



Para Livia con cariño
Por Nina Núñez Salguero

La infancia en sus dos primeras etapas, forma y conforma nuestra vida de adultos y quedan para siempre, mi amiga Livia me reclama que no la busco por face ó no le envío mis columnas ó, simplemente  me desaparezco del mapa y me reclama que vivo bajo el microscopio.
Recuerdos de mi infancia tengo muchos, algunos tristes como los castigos a las travesuras, las cuales uno considera que no son tales como cuando me mojé los únicos zapatos que tenía…¡ Ah chingáos!   pero  disfruté caminando sobre el arroyo; me dieron una santa pajueliza con una cuarta, de esas con las que les pegan a los caballos.
Mi propia naturaleza de carácter contemplativo, me hace  buscar la soledad y salir cuando debo de hacerlo; me gusta disfrutar con mis amigas un día de compras, en las que ellas compran yo no, ( jajaja)  y cosas tan simples pero hermosas de la vida, como ese amanecer que te envío o el rostro de un niño que me sonríe  y es cuando se reafirma mi fe, pues sostengo que es la sonrisa de Dios.
Sigo creyendo en el Angel de mi Guarda, no salgo sin  pedirle que me acompañe, pues dice La Biblia que Dios nos asignó a uno desde que nacimos, generalmente se les deja a los niños el pedir todas las noches por él, pero yo todas las noches le pido me proteja y ruego a los ángeles de toda mi familia y amigos les protejan.
Y hablando de infancia mi querida amiga, también tuve montón de amigos imaginarios, ahora que estoy sin pareja , solo tengo novios imaginarios;  pues no me ha sido dado por el cielo a nadie que me acompañe en ésta etapa de mi vida, llegará el que tenga que llegar .
Eres una mujer sensible y talentosa, Dios sabe lo que ha sufrido cada una de las criaturas de la tierra, árboles, animales, vegetación, seres humanos…Tú y yo.
Una alma gemela nos espera no se donde, mientras hagámonos como niñas y busquemos  novios imaginarios  que estando solas, podemos hacer con nuestro pensamiento  lo que  queramos, pensemos y decretemos que no nos falta nada material y que tenemos nuestro corazón lleno de ternura de ese novio que quizá exista en algún lugar del mundo.