EL GUIÓN DE NUESTRA VIDA. Ari Shemth
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No podemos ver la vida como un observador desapegado o neutral, en tanto llevemos a cuestas una emoción que se encuentra bloqueada. Nadie deja de sentir el dolor, en tanto no se extraiga la espina enterrada... “A lo que te resistes persiste”... “Lo que reprimes se expande”… “Lo que cargas te visita”… La emoción misma nos indica en qué forma estamos observando el universo y lo que este nos devuelve.
La emoción está proyectando en qué grado nos encontramos condicionados a nivel inconsciente. Nadie sabe en primera instancia, que es lo que provoca la situación donde nos convertimos en protagonistas de una historia. Nadie comprende porque le toco cierto guión, ya sea a favor o en contra. Nadie se da cuenta que asumimos un papel que nos está dictando el inconsciente. Así que nos llenamos de interpretaciones que podrían estar equivocadas en cuanto a la razón o el origen de las cosas que nos suceden.
La falta de comprensión del origen de nuestra energía emocional nos hace suponer que suceden situaciones por azar o castigo. Perdemos de vista que primero tuvimos que haberlas creado. Como esto nos sucede a nivel inconsciente, lo atribuimos a otras causas, buscamos algún tipo de explicación que nos endulce o justifique los tragos amargos.
No comprendemos porque a veces se requiere de grandes esfuerzos para conseguir algo, en tanto que a otros se les da fácilmente. Pensamos que puede deberse a ciertos merecimientos. La vida sin embargo nos muestra en varios casos todo lo contrario. Así que ya no entendemos lo que realmente sucede.
Precisamos llevar consciencia a la emoción, extraer todo lo que se haya en el ámbito del inconsciente. Hay que escuchar el mensaje contenido dentro de cada reacción, descodificarlo. La sabiduría se hace presente en cuando integras la sombra, lo que estaba incomprendido y se rechazaba. En ese momento te iluminas.
Nada de lo que nos sucede obedece a un orden externo, todo lo que experimentamos lo determina nuestra estructura psíquica, me refiero a los registros emocionales contenidos en tu alma. Esto es lo que define la forma en cómo observamos, y por tanto lo que estamos creando.
Hasta que no hagas consciente lo que se encuentra oculto, el inconsciente seguirá dirigiendo tu vida y tú le llamarás el destino. Te identificarás con un papel o rol sin percibir las fuerzas que mueven los hilos de tu vida. Ejercerás una actividad sin la consciencia del porque, esto te trasladará al terreno de la casualidad, de la conveniencia y la consecuencia.
Para cultivar un sueño y para convertirte en el, desata primero lo que te mantenga amarrado. Has consciente todo lo inconsciente. Despierta, libérate y se tu. Crea tu historia, tu guión y papel que desees protagonizar.
© Ari Shemoth
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