CRIMINAL ACTITUD DE IRRESPONSABLE PUSO EN RIESGO A CIUDADANOS
POR NINA Núñez
De inicio La Plaza de Todos Santos, tranquila, los insumos para realizar los tradicionales tamales estaban a la venta, las marchantas con sus puestos de tacos, café de olla, champurrado, niños eclécticamente disfrazados entre lo que es la tradición más pura y la que distorsionada nos han traído los gringos.
El zacahuil ( un tamal de más de un metro a quizá menos) se alumbra con dos velas de cera, haciendo el ambiente Ad hoc, el misticismo reinaba en la plaza, mientras las naricillas de los jóvenes repelían el humo del copal blanco, otros nos acercábamos para limpiarnos de las malas energías.
Todo esto es un ambiente de paz como suele suceder, pero no faltó un idiota que de manera imprudente gritara: “ balacera” la estampida fue brutal, todo mundo tuvo miedo, la gente corrió sin importar si tiraban la vendimia, rompieron cazuelas de barro, tiraron el zacahuil, varios comerciantes fueron afectados en su economía pues lo que pensaban ganar quedaba regado en el caso de la comida y roto e inservible en el caso de las ollas de barro.
Ese idiota al que me refiero, hasta este momento ( 01.27 am), no tiene nombre, no tiene rostro y desde luego que ni madre, pero si la tuviera es cómplice si calla y si su hijo no asume los daños ocasionados por su acto criminal, que pudo haber causado heridos graves y quizá hasta muertos en la estampida.
Había puestos de antojitos, el aceite hervía al igual que el café o el chocolate; había niños cerca del puesto, el miedo dominó a los visitantes de la plaza que abandonaban a empujones el lugar, los comerciantes se quedaron en sus espacios, pero la gente corría a “ salvarse”.
No justifico a quien gritó, merece cárcel, merece pagar los daños, merece un castigo ejemplar; si andaba en pandilla sus compañeros saben quien fue, si andaba solo está tocadisco y fue “ puntada” pero no le excluye de su delito.
En lo personal lamento lo que pasó, lamento la pérdida del producto traído desde muy lejos, para conservar la tradición año tras año…
TODO ESTABA TRANQUILO, PARECIA QUE NADA SUCEDERÍA…
Camarones para los tamales y varas para el altar, cortadas en Zapotal Santa Cruz, calaveras de dulce con nombre propio “ Deme una con el nombre de Rogelio” pide la cliente… todo tranquilo, fluía el tránsito, a nadie le pellizcaron la nalga como en años anteriores ( según cuentan las mujeres).
No deseo que vuelva a pasar nada parecido… si por casualidad quien provocó la estampida lee esto, quiero decirle que pudo haber causado una enorme tragedia que pudo haberle costado la vida a los visitantes o quizá heridas graves, las pérdidas económicas de los que vinieron desde lejos para vender sus productos se unen a su tristeza y coraje; haría falta mucho valor de tu parte para decir “yo fui el idiota irresponsable” pero el asumirlo te privaría de tu libertad pero te haría mejor persona.
De igual forma le pido a los comerciantes que tuvieron pérdidas que son riesgos que se corren donde quiera que vayan, que Tuxpan, Ver. les recibe siempre con los brazos abiertos y que esperamos que esto jamás vuelva a suceder.
Gracias por sus atenciones a los jóvenes de la Secretaría de Salud, haciendo conciencia.
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