ESPACIO 13 COLUMNA DE ALFONSO MORA CHAMA

 

MAMA Conchita CHAMA

 

 

 

Espacio 13

¡Hoy y Siempre…honor a la Mujer!

*La que  con bondad se esmera en su humilde trabajo, hasta

      la más encumbrada secretaria o funcionaria.

*En su Día Internacional de la mujer….recuerdo a mi Conchita, mi madre.

Alfonso Mora Chama

   Aquella mujer a la que se refería Arturo, el bohemio puro, de noble corazón y gran cabeza, a la que lo arrulló en la cuna, a esa anciana que piensa en el mañana, como en algo muy dulce y muy deseado, por ella primeramente quiero dedicarme en este Día Internacional de la Mujer. Día que debe convertirse en un siempre, en toda una eternidad, recordando a la mujer madre, a la madre soltera, a la anciana que en un asilo recibe el rechazo familiar, en cambio  el trato de quienes se esmeran en atender a estas niñas inocentes que esperan y sueñan tal vez, su destino les señala el camino por el que volverá pronto a su lado, dijo Arturo el del Brindis del Bohemio…

   Entendemos que fue Jesús quien revolucionó la actitud de la mujer, una revolución total, las convirtió en personas con dignidad, hijas amadas de Dios pero también en hechos de ternura, compasión y misericordia, de amor que asume deseos, gestos y expresiones, mujeres identificadas como paternas, maternas…y fraternas.

  Recuerdo ese poema que en una ocasión, me aventaron en un fin de año, la familia Chama, presentes mis abuelos maternos,  para hacerle al Arturo, de noble corazón – eso sí- y de gran cabeza – eso también- y pues le robé inspiración a la tristeza…como en aquella ocasión de despedida de año, quizás a los doce años, ahora también le roba el lugar al bohemio Arturo para decir:

¡Por mi madre bohemios…!

    Por aquella señora que desde su humilde trabajo logró darnos junto a mi hermano Jorge, títulos universitarios; por aquella mujer que siendo padre a la vez, nos enseñó el trabajo desde niños, “si van a casa ajena y les invitan un taco, lo menos que pueden hacer, lavar su plato y su vaso”, sentenciaba y ahora cuánto se lo agradezco…por todas esas mujeres que, como mi difunta Conchita,  sufrió y lloró y ahora desde el cielo implora que vuelva yo muy pronto a estar con ella…

   En este Día Internacional de la Mujer, la ternura de mi madre, está presente y les pido amigos lectores:

¡Dejad que llore y que en mis lágrimas desflore esa pena letal que me asesina!.

    Se han logrado avances destacados en la vida de la mujer, es día de movimiento liberal de la mujer, no de celebración, el respeto a sus derechos humanos, costando sacrificios y vidas y se han logrado mucho pero no de plena igualdad de derechos en ellas, fijándonos en la historia desde el Oriente en tiempos de Jesús, cuando la mujer no participaba en la vida pública, saliendo la mujer judía de su casa  con la cara cubierta con un llamativo tocado, dos velos sobre la cabeza, una diadema sobre la frente con cintas colgantes hasta la barbilla y malla de cordones y nudos, para no reconocer los rasgos de su cara.

  Saliendo sin  esta vestimenta ofendía las buenas costumbres y al marido.

   PIdo permiso para ocupar el lugar de Arturo, el bohemio del brindis y decir en este día:

    ¡Por mi Madre, bohemios, que es dulzura vertida en mi amargura y en esta noche de mi, estrella...!

   Conchita, mi madre y amiga, ejemplo de bondad y de sacrificio, Dios te tiene en su santa gloria y deseo estar contigo para escuchar tu voz, abrazarte y decirte…eres una santa mamacita mía.

  Día internacional de la mujer…debería ser reconocimiento de todos los días.

Felicidades a todas ellas. 

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