LA CUESTA DE ENERO Y DE TODO EL 2014

 

 

 

 

Uriel Flores Aguayo

El 2013 fue un año muy malo en lo económico para nuestro país con un crecimiento de apenas  uno por ciento en parte por el entorno internacional pero sobre todo por el mal manejo del Gobierno Federal; haber caído casi en recesión en gran medida tuvo que ver con el subejercicio presupuestal de Hacienda, sin omitir las grandes fallas estructurales que tiene nuestra economía por la concentración de la riqueza y el predominio de los monopolios; por ningún lado se vio la supuesta brillantez y eficacia del equipo económico de Peña Nieto. Las tareas del Gobierno Federal se concentraron en la operación política y legislativa para sacar adelante sus reformas, a las que le apuestan todas sus expectativas de crecimiento y desarrollo económico así como a su permanencia nuevamente prolongada en el poder.

Su éxito político tuvo su paradoja en lo económico, donde demostraron ineptitud y apego riguroso al guión neoliberal, eludiendo tocar los intereses de la oligarquía que exprime al país y obstruye su sano y competitivo desarrollo. Crecer un punto por ciento es un desastre, es ahorcar a la sociedad y quedar muy por debajo de las expectativas del retorno Priísta a la presidencia; cualquier país, los más pobres y atrasados, crecen eso o un poco más sin tanta alharaca. La broma es que una revista Inglesa le otorgue un reconocimiento a Videgaray como el Ministro de Finanzas del año; el chiste se cuenta sólo.

La reforma fiscal recaudatoria trae una serie de aumentos en los precios de los productos básicos y los servicios que van a impactar el bolsillo popular; la estrategia del Gobierno es el ejercicio inmediato del presupuesto federal, ofreciendo la entrega de un alto porcentaje para programas y obras en los tres primeros meses en un intento de evitar que el bache sea más profundo y con la intención de reactivar la economía. Vamos a ver lo que pasa, pero esas medidas son las únicas que esta ofertando la administración federal; lo fuerte, lo que tiene que ver con la reforma energética , vendrá a mediano y largo plazo, si es que sus planes resultan como los tienen calculados.

En el terreno legislativo vienen una oleada de leyes secundarias, las políticas y las energéticas, lo cual puede tener espacio desde enero en un periodo extraordinario o esperar los tiempos normales del ordinario para mediados de febrero. La reforma política, la de la gran zanahoria de las reelecciones para los grupos de poder, amerita leyes nuevas en partidos políticos, procedimientos y medios de impugnación electorales, entre otros ordenamientos legales a crear o renovar; la energética tiene que ver con cuestiones muy delicadas, desde la términos de las licencias y concesiones que se van a entregar a los particulares hasta las reglas y mecanismos del fondo petrolero.

Este año no hay elecciones federales, no habrá presiones extras que distorsionen o pospongan decisiones   fundamentales  en telecomunicaciones, en justicia, en políticas públicas en general y, especialmente, en seguridad pública. Es de esperarse que pronto se anuncie la desaparición del Pacto por México o su reconversión en otro tipo de instrumento que pudiera ser una mesa de diálogo político sin mayores pretensiones. El PRI va caminando muy sólido, con disciplina y rumbo claro, van por los grandes negocios energéticos y con metas de poder para  unos treinta años; mientras que la oposición pasa por severos problemas de unidad y aun de identidad teniendo los dos principales partidos (PAN y PRD) que resolver los cambios en sus diligencias este año. Es muy probable que Madero se sostenga en el control del partido blanquiazul y " los chuchos" en el partido del "sol azteca", dado que tienen el dominio de sus aparatos burocráticos y cuentan con el obvio e interesado respaldo del Gobierno Federal. Si la oposición se mantiene en su vida palaciega, apostándole a los presupuestos propios y de algunos Gobernadores y munícipes, si ya no levanta banderas ciudadanas y deja de tener representación, nuestro país se enfilará a la restauración de la presidencia imperial en versión mediática y rosa con las consecuencias en corrupción monumental e inestabilidad social. Si la sociedad no tiene canales de expresión política, buscarà otros medios para manifestarse y hacer respetar sus derechos.

Recadito: Un abrazo y los mejores deseos para mis lectores en este  año nuevo.
ufa.1959@gmail.com