DE JUÁREZ A TAILANDIA

 

 

De Juárez a Tailandia: 5 casos de contaminación radioactiva por Cobalto 60 que alarmaron a cientos de personas Por: Redacción / Sinembargo - diciembre 7 de 2013 - 0:01 Ciencia y tecnología, Destacadas, México, TIEMPO REAL, Último minuto - 3 comentarios Ciudad de México, 7 de diciembre (SinEmbargo).–

 

 

 

El 2 de diciembre, el robo de un contenedor radioactivo de Cobalto 60 en Hueypoxtla, Hidalgo, activó las alertas de distintas instituciones, entre ellas, el Organismo Internacional de Energía Atómica, de las Naciones Unidas, debido al riesgo al que estaban expuestos los autores del hurto. El contenedor fue localizado en un terreno donde unas personas pretendían vender el material como chatarra. El jueves por la noche, seis personas procedentes del Estado de México ingresaron al Hospital General de Hidalgo en la ciudad de Pachuca, con síntomas de intoxicación por contacto con material radiactivo, confirmó la Secretaría de Salud del estado. Según el sub Secretario de Prestación y Servicios, José Antonio Copca, dos jóvenes de 16 y 25 años, llegaron al centro de salud alrededor de las 20:00 horas con un cuadro de contaminación por radiación, vómito y deshidratación; más tarde ingresaron otros cuatro con síntomas similares. Las seis personas entraron al hospital custodiados por elementos de la Policía Federal y Ministerial, quienes resguardan el inmueble. Las autoridades confirmaron que los internados estaban relacionados con el robo del Cobalto 60. También ese día, el físico matemático Bernardo Salas Mar, del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pidió a las personas que robaron el material radioactivo que se entregaran ya que “deben ser considerados como individuos de gran interés científico”, porque existe el antecedente de un tratamiento médico exitoso que se realizó a tres pacientes que recibieron una dosis muy alta de radiación, quienes sufrieron un accidente semejante en una instalación radiactiva. El Cobalto es un metal que tiene isótopos o variedades con diferentes pesos atómicos, algunos pueden ser radiactivos, como el Cobalto 60. Para obtenerlo, se le somete a un proceso de enriquecido, en el que se coloca dentro de un reactor nuclear para que absorba neutrones de uno a 6 meses y se procesa para fines médicos como para tomar rayos X por su radiación gamma o para esterilizar dispositivos clínicos y para terapias contra el cáncer. El incidente de Hidalgo no es el único ni en México ni el mundo. Otros accidentes con Cobalto 60 han llevado la angustia a cientos de personas.

 

 

 

CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA El 25 de noviembre de 1977, la empresa Centro Médico de Especialidades, S.A. de Ciudad Juárez Chihuahua compró una unidad de teleterapia a la compañía X-Ray Equipment Co., de Forth Worth, Texas. El Instituto Nacional de Energía Nuclear (lNEN) tenía que ser avisado de dicha compra, sin embargo, nunca sucedió. La empresa postergó su uso y el material se almacenó en una bodega de la compañía. En los primeros días de diciembre de 1983, un técnico de mantenimiento desarmó el cabezal de la unidad y extrajo un cilindro donde estaba el Cobalto 60. El gran peso de las partes metálicas de que tenía la unidad motivó al técnico a venderlas como chatarra. El principal comprador fue Aceros de Chihuahua, S.A. de C.V., la cual fabrica varillas para construcción y bielas para vehículos automotores. El 14 de diciembre de 1983 ya había sido utilizada la chatarra contaminada con el Cobalto-60 en las fundiciones. Durante enero de 1984, se exportó a Estados Unidos tanto varilla para construcción como bases metálicas para mesas, fabricadas ambas a partir de material contaminado. El 16 de enero de 1984, un camión que circulaba por Nuevo México y, que transportaba varilla producida Achisa, extravió su ruta y transitó hacia un laboratorio de Los Álamos, en un lugar donde se encuentran instalados varios detectores de radiación nuclear. Activó las alertas y así fue como se conoció el caso de contaminación radioactiva. A partir de ese momento se detuvo la diseminación de la contaminación, se trabajó para descontaminar las áreas afectadas, se evitó la exposición de la gente y determinar las dosis que recibieron las personas que estuvieron en contacto. Respecto a las varillas, se reconocieron en casi 17 mil 600 edificaciones en las que se utilizaron; de estas construcciones, se decidió la demolición de 814.

 

SAN SALVADOR, El SALVADOR El 5 de febrero de 1989, en una fábrica de empaquetado de productos médicos, tres personas resultaron expuestas a radiación de Cobalto 60, cuando un bastidor se atascó en posición de irradiación Los operadores evitaron los sistemas de seguridad del irradiador y entraron en el recinto de radiación para liberar el sistema manualmente. Durante toda la semana siguiente, la dirección de la planta no midió la gravedad del accidente y la instalación continuó trabajando normalmente. Los trabajadores fueron trasladados a la Ciudad de México para recibir un tratamiento especializado. Dos perdieron las extremidades inferiores por los daños sufridos. Uno murió seis meses y medio después por daños en los pulmones. El impacto del incidente también tuvo un costo social. Específicamente en las familias de los accidentados y de los trabajadores en general de la empresa, pues las ventas cayeron y redujo en un 30% su fuerza laboral. El lugar del incidente en San Salvador. Foto: Especial El lugar del incidente en San Salvador.

 

 

Foto: Especial ESTAMBUL, TURQUÍA En febrero de 1998 se transportaron dos contenedores de teleterapia de Cobalto 60. Permanecieron guardados en un almacén de uso general en propiedad industrial. Al llenarse el almacén, los contenedores fueron llevados a una propiedad adjunta que estaba desocupada. Nueve meses después se vendió la propiedad y el dueño decidió venderlos como chatarra. Los compradores no reconocieron las etiquetas con el símbolo de radiación. Rompieron los blindajes y sin saberlo se expusieron ellos y varias personas más en un área residencial de Estambul, el 10 de diciembre de 1998. Diez personas contaminadas por la radiación se sintieron enfermas, seis comenzaron a vomitar y buscaron ayuda médica. Algunos pedazos de los contenedores y al menos una fuente sin blindaje permanecieron en el área residencial por dos semanas. Luego fueron llevados a un tiradero de chatarra, donde permanecieron por otras dos semanas. Al menos 18 personas, entre ellas siete niños, comenzaron a desarrollar el síndrome de radiación aguda. Uno de los contenedores que se vendieron como chatarra. No identificaron la advertencia de material radioactivo. Foto: Especial Uno de los contenedores que se vendieron como chatarra. No identificaron la advertencia de material radioactivo.

Foto: Especial SANUT PRAKARN, TAILANDIA Una compañía tenía varios equipos de teleterapia sin la autorización de la Oficina de Energía Atómica para la Paz de Tailandia (OAEP). En 1999, unos cabezales de teleterapia se reubicaron de un almacén arrendado a un sitio no asegurado de almacenamiento, sin autorización. A finales de enero del 2000 un grupo de personas accesó al lugar y desarmaron parcialmente un cabezal de teleterapia. Se llevaron la unidad a su casa, donde cuatro personas intentaron desarmar el resto. El 1 de febrero, dos de los individuos llevaron el dispositivo parcialmente desarmado a un tiradero de chatarra en Samut Prakarn, para separar los metales y venderlos en partes. Durante el desmontaje, la fuente se salió sin que ninguno de los participantes lo advirtiera. Varias personas comenzaron a sentirse enfermas y buscaron asistencia médica. Un médico del hospital local reconoció los signos y los síntomas y dio aviso a las autoridades. Los esfuerzos por localizar la fuente continuaron hasta el 20 de febrero, cuando se recuperó y fue llevada a un lugar de almacenamiento seguro. Lugar del incidente en Tailandia. Foto: Especial Lugar del incidente en Tailandia. Foto: Especial

NUEVA DELHI, INDIA El 22 de marzo de 2010, un obrero que se dedicaba a la chatarra tocó un objeto que provenía de una máquina radiológica vendida por la Universidad de Nueva Delhi y se le ennegreció progresivamente la piel, perdió el cabello y falleció cinco semanas más tarde. Otras cuatro personas, entre ellas tres trabajadores del lugar, también fueron trasladadas al hospital capitalino tras sufrir quemaduras y quedar inconscientes por la radiación. Un equipo del Centro de Investigación Atómico Bhabha se desplazó al lugar para investigar lo sucedido y “los científicos confirmaron que se trata de material radiactivo y lo han aislado”. En Nueva Delhi y otras grandes urbes indias procesan a diario toneladas de chatarra y basura electrónica que son vendidas y procesadas en mercadillos y tiendas mal equipadas, donde apenas existen medidas de seguridad. Autoridades evacuaron la zona donde se encontraba la tienda de chatarra. Foto: EFE Autoridades evacuaron la zona donde se encontraba la tienda de chatarra. Foto: EFE
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