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¿Michelle Bachelet, y las nuevas reglas electorales en Chile?

Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo

Michelle Bachelet dejó la Presidencia de Chile en marzo de 2010 y como fuera una característica de su gestión, el apoyo ciudadano siempre fue inédito y la acompañó hasta el último día de su mandato, porque se retiró nada menos que con el 84% de popularidad. Cosa extraña en nuestros días en lo que se refiere a mandatarios salientes.

Sin embargo, ese apoyo ciudadano no fue suficiente para impedir que Sebastián Piñera—su sucesor-- de la línea conservadora --, ganara las elecciones de 2009, hecho que permitió después de casi 50 años el regreso de esa tendencia al gobierno.

Piñera ha sido en lo general, un buen Presidente, pues al decir de los analistas políticos de ese país, ha logrado dar un nuevo impulso a la derecha en Chile, eliminando cualquier asociación con la dictadura de Augusto Pinochet y procurando un perfil más profesional que político en su gabinete.

Eso le ha permitido lograr, a través de negociaciones, avances en diferentes rubros: en política fiscal subió los impuestos a las empresas y de esta manera pudo hacer que pagaran más los que más ganaran; la política financiera que incorporó, hizo que la economía se estabilizara en menos de 3 años, a tal grado de situar a Chile con gran rapidez dentro de las economías más prósperas de Latinoamérica, elevando el PIB al 6%, bajando el desempleo en 6% e incrementando la inversión extranjera. A esto se agrega que lo que él prometiera de crear un número nunca visto de empleos en Chile, hoy se conoce la creación de 800 mil empleos desde 2010 a la fecha. Además, ha impulsado políticas públicas de género como  la ampliación de tres a seis meses del periodo de permiso posnatal para las madres; y --en el plano político--, ha promulgado  leyes para reformar el sistema electoral, como la que establece elecciones primarias para candidatos presidenciales o la inscripción automática en los registros electorales, así como, el voto voluntario y la nueva instancia que califica las elecciones.

No obstante, Piñera tienen una baja popularidad y las criticas van desde que: “se puede hacer un buen gobierno, pero ser un mal presidente”, argumento desde luego que usan sus detractores; Sin embargo sus adeptos sostienen, que a Piñera le fue difícil lidiar con la enorme sombra de Bachelet, pero que el reto aunque fue alto, sí lo logró pero con menor gasto.

Pero, sea una cosa u otra, la realidad es Piñera tiene baja popularidad y eso le puede pesar en las elecciones del próximo domingo 17 de noviembre, al enfrentar a su candidata Evelyn Matthei, con la contrincante más fuerte a vencer—de 9 aspirantes a la silla presidencia--, nada menos que: Michelle Bachelet, la líder centroizquierdista candidata de la alianza opositora “Nueva Mayoría”, que está de vuelta cuatro años después y que es la gran favorita para triunfar en los comicios presidenciales en la República de Chile y  que se siente confiada en lograr un triunfo en primera vuelta en los comicios del domingo, mientras sus rivales esperan obligarla a ir a una segunda vuelta.

Por eso, en su cierre de campaña, la expresidenta hizo un llamamiento a votar para evitar la segunda vuelta: "Está llegando la hora, casi no falta nada (...) tenemos que ganar ampliamente, tenemos que jugar (ganar) en la primera vuelta. Tenemos mucho que hacer", dijo Bachelet ante partidarios. Y solo espera que éstos le respondan como lo tiene planeado.

Pero, existe puntos en los que hoy la candidata Bachelet, pone su atención:

1.-Sabe que al llegar a una segunda vuelta, será difícil ganar porque todos los candidatos que tengan las minorías se unirán contra ella y se le puede complicar la elección.

2.-Por otra parte, con la reforma política implementada recientemente en Chile, que reemplaza el voto obligatorio por el voto voluntario, puede ser una variable a influir y preocupación no sólo de ella sino de todos los candidatos en contienda, porque el comportamiento electoral será diferente, sin duda.

3.-Por la razón anterior, puede aumentar el abstencionismo, lo cual le podría convenir a la candidata oficial; o puede diluirse el voto en todos los candidatos, pudiendo ganar Bachelet por amplio margen desde la primera vuelta.

Por eso el gran reto de asegurar la victoria en la primera, porque no dejaría ninguna duda de su ventaja.

Hoy por primera ocasión, son nueve los candidatos que se disputan el sillón presidencial en Chile, una de las naciones más estables de América Latina, ellos son:

    1. Evelyn Matthei, economista, académica y política. 60 años. Apoyada por los partidos Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente, de la línea oficialista de Piñera.
    2. Marcel Claude, economista, apoyado por el Partido Humanista . 56 años.
    3. Marco E-Ominami, filósofo y cineasta, de 40 años postulado por el Partido Progresista.
    4. Tomas J-Holt, abogado de 50 años. Candidato independiente.
    5. Roxana Miranda, sin profesión, 46 años, postulada por el Partido Igualdad.
    6. Franco Parisi, economista, 46 años, candidato independiente.
    7. Alfredo Sfeir, economista, 66 años, postulado por el Partido Ecologista Verde.
    8. Ricardo Israel, 63 años, abogado y académico, del Partido Regionalista de los Independientes. 
    9. Michelle Bachelet, médico especialista en pediatría y salud pública, 62 años, Partidos agrupados en el Pacto Nueva Mayoría

Lo que es una realidad, es que todas las encuestas ponen a Michelle, con la intención de voto más alta, un 47% seguida por la candidata oficialista: Evelyn Matthei, que no ha parado en hacer descalificaciones y comparaciones negativas entre el gobierno de Piñera y el de Bachelet. Pero de lo que se olvida Matthei, es que según los resultados de la encuesta Adimark una de las más serias y prestigiadas de Chile, en el mes de Octubre, muestran a Sebastián Piñera con un 31% de aprobación a su gestión; o viéndolo de otra manera el 69 % reprueba su gestión, lo que por ningún motivo le favorece a la candidata oficial. Y mientras eso sucede, la ex Presidenta Michelle Bachelet sigue logrando adeptos, incluso ya se habla de que su reelección es inminente.

Pero el que su país la quiera no es producto de la casualidad. Ella es el símbolo de las familias sacrificadas por el régimen autoritario de Pinochet. Después del encarcelamiento de su padre--seguidor de Salvador Allende--, y muerto en la cárcel a la caída del gobierno en 1973, ella y su madre Ángela Jeria fueron también arrestadas por agentes de la DINA (la temida policía política de Pinochet), y llevadas a Villa Grimaldi, lugar donde miles de chilenos fueron torturados durante la dictadura; posteriormente fueron exiliadas a Australia, y finalmente se quedaron a radicar en Alemania. En esta ciudad se casa y estudia medicina y se convierte en madre, regresando a Chile en 1979.

Fue una mujer que destacó en el servicio público en el área de la salud, pues tuvo bajo su responsabilidad la Comisión Nacional del SIDA, así como la consultoría en la OMS y de la Organización Panamericana de la Salud. Realizó cursos sobre estrategia militar y ganó una beca para completar estudios especializados de defensa militar en Washington. Cuando regresó a Chile en 1998, su nueva formación le permitió incorporarse como asesora al Ministerio de Defensa. En 2002, Bachelet fue designada titular del Ministerio de Defensa con Ricardo Lagos como Presidente; un cargo que ninguna otra mujer había ejercido con anterioridad en toda América Latina. En 2005 contiende para las elecciones a la Presidencia de Chile, y aunque en primera vuelta no obtienen la suficiente votación en la segunda obtiene un triunfo contundente, con el 54% de la aceptación del electorado, frente al candidato opositor: Salvador Piñera, actual presidente de Chile. Pero lo mejor de todo, fue haber concluido su gestión presidencial (2006 y 2010), con resultados satisfactorios, lo que le permitió lograr el nombramiento de Jefa de la nueva Entidad para la Igualdad entre los Géneros “ONU-Mujeres”, creada por la Asamblea General el 2 de julio de 2010, cargo al que dimitió en el mes de marzo del presente año.

Quizás por esa historia de lucha y perseverancia, Michelle Bachelet se ha distinguido como una mujer ejemplar frente a sus conciudadanos y modelo para muchas mujeres líderes del mundo, porque su preparación no ha chocado con su formación humana basada en la humildad reconociéndolo públicamente, como así lo demuestra cuando afirma: "soy mujer, socialista, divorciada y agnóstica". O cuando menciona: "La política entró a mi vida destrozando lo que más amaba. Porque fui víctima del odio, he consagrado mi vida a revertir su garra y convertirlo en comprensión, tolerancia y, por qué no decirlo, en amor".

Pero la moneda está en el aire y habrá  que esperar el domingo próximo para despejar las incógnitas. Porque sin duda será una elección interesante, para los candidatos y ciudadanos chilenos--y para los que estudiamos la Ciencia Política--, ya que se operará con nuevas reglas de juego y con un juez diferente, recordando que ésta será la primera elección presidencial y parlamentaria que estará a cargo del Servicio Electoral y no del Ministerio del Interior como funcionó hasta el 2012. Elección que será reñida, pero con la garantía de que, por ser Chile un país que puede presumir de poseer una alta cultura política, se espera impecable y clara, porque de ello resultará para lo mejor para los chilenos.

Gracias y hasta la próxima.

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