JARDINES DE NIÑOS JOSEFINA RAMOS Y CAP.PILOTO AVIADOR FAUSTO VEGA SANTANDER REFUERZA TRADICIONES
Por Nina Núñez Salguero
Tuve la oportunidad de acudir en plan de abuela al festejo de Xantolo, que realizaron en el Jardin de Niños Josefina Ramos, estas tradiciones enfrentan a los niños a una realidad si ustedes quieren cruel, pero que no se puede soslayar: todos nacimos para morir.
La catrina daba a conocer las bellas artes: danza, canto, poesía, en fin… de alguna manera la muerte también tiene un programa para cada uno de nosotros, desafortunadamente no sabemos el escenario de nuestra muerte, la hora final en que todos pobres o ricos, con hermosura fisica o no, con hermosura interior o no, tenemos que acudir a esta cita con la muerte.
Ninguno de nosotros conoce el día, ni la hora, ni como, cada instante de la vida debe disfrutarse en la intensidad propia, no hablo de hedonismo, porque hedonista no puede ser un infante, pero si se le puede enseñar el valor de vivir, de la naturaleza en toda su expresión.
Como dicen en la huasteca: los niños bailaban desparnancados, es decir sin ritmo, mientras uno alzaban una piernita o un brazo otros los bajaban, como quiera se veian graciosos.
La vida confiere muchas alegrías y penas, no todo es color de rosa, pero ella misma nos enseña el valor del reto, la forma de analizar un problema, las lecturas entre líneas, nos enseña que la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo.
Hoy los niños bailandole ala muerte… tumbas por aqui, tumbas por allá, no conocen su significado, quizá ni dimensionen el hecho de morir, de esa ausencia sin retorno, pero quietos en sus pequeñas sillas, atentos vieron bailar a los papás bailando La Maliche.
Así es la vida, Así es la muerte.
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