HABLANDO DE… EL PODER COMO ELEMENTO CONDICIONADOR DE LA CRIMINALIDAD.

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Por el Lic.: Guillermo Priego Rosas

 

 

Existen varios elementos que condicionan o lo predispongan al ser humano para delinquir, uno de los elementos condicionadores de la criminalidad, es el poder, presentado en sus tres dificultades, su definición, su limitado estudio dentro de la criminología y, la tercera, la inherente al intento realizado por primera vez.

De lo expuesto se puede deducir las siguientes conclusiones sobre el poder como elemento condicionador de la criminalidad:

1. El condicionamiento no solo se ejercita  a nivel nacional, sino que también a nivel internacional, efectuándose éste por medio de la relación internacional.

2. El poder institucional, tanto nacional como internacional da lugar a dos formas primitivas a la criminalidad:

1. Las que deben entenderse como delito conforme a una estimación de necesidades, fines y medios.

2. Cometido mediante sus representantes, los crímenes e ilícitos como consecuencia de una interpretación políticamente inescrupulosa de las medidas antes señaladas.

3. La criminalidad condicionada por un poder no institucional tanto gubernamental como oficial derivada de grupos, organismos y asociaciones tiene como principales modalidades:

1. Los cometidos contra personas y bienes para lograr los medios estimados necesarios a fin de continuar la lucha.

2. Los cometidos contra las instituciones, asociaciones, grupos y personas, sean o no contrarias a la ideología o fines perseguidos.

3. Sanciones ejecutadas, que por razones diversas no han cumplido su deber.

Otro de los elementos Condicionadores, es el desarrollo como veremos, el desarrollo y criminalidad se hayan compleja, variada y estrechamente conectada, dándose entre ellas un condicionamiento mutuo respecto del poder, que está a su vez influido tanto conjunta como separadamente por el desarrollo y criminalidad.

El poder como elemento condicionador del fenómeno político, puede vencerse tanto como sea posible la noción como del poder, con otras más científicas y sociopolíticas concebidas, quitándose las discusiones frecuentemente confusas a que se entregan los “teorizadores o realistas” del poder.

Puede vencerse, teniendo presente a cualquiera que sea su validez de las Tesis Biopsíquicas de la Violencia, la Agresión y la Agresividad; no pudiendo explicarse sofisticadamente éstas tres manifestaciones –violencias, agresión y agresividad- y menos aún la del poder como exigencia sociopolítica.

El poder ha sido objeto de diferentes definiciones no considerándose como nunca  y ninguna satisfactoria. Par algunos, es el poder, facultad de alguna institución, organización o grupo dirigido a un tercero para que éste se someta voluntariamente (¿?) o no a la finalidad perseguida por quien ejerce dicha “doma”, o mejor dicho, “facultad”.

Como facultad, para que no se haga o se deje de hacer algo, el poder puede llevar una serie de situaciones como la inflación,  el respeto, la coerción, la subordinación, la violencia, la persecución, la persuasión y la corrupción.

El hombre, como especie, cuando ostenta un cargo público, cuando gobierna, se sirve de su investidura para someter, utilizando cualquier medio, a sus gobernados. Olvidando que el gobernar es para servir a su pueblo y no para servirse del pueblo.