EL CAMINO DEL GUERRERO ES UNA LIBERACIÓN

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Por Héctor Medina Varalta

Guadalajara, Jalisco 20 de julio 2013. En el 1er Encuentro de la Comunidad Mexicana de Terapia Gestalt realizado en el Hotel Carlton de esta ciudad, se reunió la crema y nata de la comunidad terapéutica Gestalt. En dicho acontecimiento, Pilar Ocampo, psicóloga clínica y psicoterapeuta Gestalt presentó el libro “Reencuentro con la esencia. El camino guerrero.” La autora refiere que es un libro que básicamente habla del ego, de cómo nos vamos separando de nuestra esencia, de quienes somos realmente, por cumplir con un personaje que lo vamos conformando o diseñando a lo largo de la vida, para darles gusto a los demás, más que a nosotros mismos. Por lo tanto, cuando les damos gusto a los demás en la misma medida, nosotros nos vamos separando y, en ese hueco, precisamente es donde surge la insatisfacción, la depresión y la ansiedad, ya que en muchas ocasiones se escucha algunas personas decir “es que no hago lo que quiero hacer.” Y no se hace lo que uno quiere hacer por miedo. Por esta razón el libro nos habla de la importancia de regresar a ese Reencuentro con nosotros mismos para evitar esas insatisfacciones. “Por ejemplo-complementa la atractiva autora-, algunos padres quieren que sus hijos sean abogados o alguna otra profesión y éstos lo hacen. Sin embargo, cuando se reciben, cuelgan el título y no ejercen su profesión. De esto habla el libro, de cómo vamos creando a nuestro personaje desde la infancia para darles gusto a nuestra familia porque nos representan seguridad, nos representan incluso vida; si los padres nos dan la espalda cuando somos niños, significa muerte. Entonces vamos anulándonos y aprendemos a invalidarnos para darles gusto a los demás. Llegamos a un punto en nuestra vida en que podemos ser unos profesionistas muy exitosos, pero unos seres humanos muy frustrados, eso es muy triste y muy doloroso.”

Todos somos guerreros

Por otra parte, el libro lleva a explorar cinco áreas como seres humanos: el área física, el área espiritual, el área afectiva-que nos permite relacionarnos-, el área social-que es cómo se impacta nuestro ser en el mundo-y el área mental. Lo que hace este libro es ayudar a algunas personas, pues no todos tienen la misma problemática, ya que algunos sabemos cuidar nuestro cuerpo, pero nos alejamos mucho de lo espiritual, otros, quizá somos muy espirituales pero desatendemos nuestro cuerpo. Por lo tanto, llega un momento en que tenemos que ir analizando si queremos lograr un cambio en donde está el área de conflicto. El texto nos lleva a explorar cada una de estas cinco áreas para que el lector encuentre sus propias respuestas. Finalmente, guerreros somos todos, estamos en la vida tratando de ser mejores de ser felices. Pilar Ocampo lleva más de 20 años de psicoterapeuta y no a encontrado a ninguna persona que sea infeliz por gusto, sin embargo, a veces nos atrapamos en la vida, nos atrapamos de una manera que no nos damos cuenta hasta que la infelicidad aparece. De esta manera, todos andamos en esta lucha de la vida-Ocampo la conoce como “La maravillosa aventura llamada vida,” pero no todos estamos satisfechos. Por lo tanto, es muy importante encontrar las maneras de ser felices porque para eso venimos al mundo; llega un momento en que a lo mejor ya cumplimos con entregar un título a la sociedad, pero llega la reflexión, pero, ¿y yo qué”. Y no es que tengamos que destruir a ese personaje, sino reconciliarnos con él, acercarnos un poco más a lo que queremos, para que sea un vehículo que nos ayude a ser felices.

¿Infancia es destino?

Para la talentosa psicoterapeuta, la frase freudiana “infancia es destino,” no la cree como tal, porque esto sería pensar que el determinismo de Freud sería pensar que a los 5 años ya no hay nada que hacer con el ser humano; esa es una visión muy triste y muy desesperanzadora porque entonces, si a los 5 años están difíciles, el resto de nuestra vida ya está amolada. “Yo no creo en eso, sí creo que es un altísimo porcentaje de influencia, pero no creo que nos determine, porque yo creo como humanista que siempre es el momento de hacer un cambio, nunca es demasiado tarde para empezar a hacer cambios que nos harán sentir mejor; no podemos renunciar a nuestra historia, esto es cierto, ella va a estar siempre presente, pero la realidad es que podemos hacer muchas cosas con nuestra historia. Hay una frase que a mi me gusta mucho, que dice ‘No te preguntes qué es lo que te hicieron, pregúntate que es lo que tú haces con eso que te hicieron.’ Es una frese muy hermosa, que es el resumen mio, el resumen de la visión del humanismo, de la terapia Gestalt, que siempre podemos empezar de nuevo. Conozco a personas que han tenido una infancia terrible y que gracias a esa infancia son quienes son el día de hoy. Ellas son capaces de decirles a otras personas: ‘yo pasé hambre, pero aprendía a trabajar y ahora tengo una casa, o yo sufrí abuso, pero aprendí a poner límites, y ahora hablo a la gente que se cuide.’ Por esta razón, yo no creo en el determinismo.”

Definición del ego

De acuerdo, a Pilar Ocampo, el miedo es el que alimenta al ego, es decir, cuando tenemos miedo de perder el afecto, cuando tenemos miedo a que nos rechacen, al fracaso, es cuando empezamos a alimentar el ego. Cuando realmente no tenemos miedo de quiénes somos lo que somos, no tenemos que probar nada a nadie, no tenemos que demostrar nada, no nos asusta perder nada, entonces el ego existe pero de una manera sana. El libro tiene un capítulo muy interesante de la importancia de lo que es la esencia, porque nuestra esencia está conectada con el amor, y no el amor en el sentido humano tal y como lo entendemos, por ejemplo, ‘te quiero mucho,’ ‘dame un abrazo,’ eso es parte de la expresión. El amor es el sentido de la unidad con el todo, que todos somos lo mismo. Entonces, si realmente tenemos este sentido de unidad y de comunidad, la vida sería muy diferente porque ya no hay rivalidades, también el texto habla mucho del servicio, de la importancia de estar en este mundo y de dar ese servicio que nos corresponde a cada uno de nosotros. Por servicio, se entiende que a algunos les toca impartir talleres, conferencias, a otras personas les toca estar en la casa formando hijos y esa es una misión de amor muy trascendente. Todos los seres humanos tenemos, independiente de donde estemos nos demos cuenta de que tenemos un papel en la vida, que nuestra vida tiene un sentido. De esta manera, el libro está escrito para todo el público, tiene un lenguaje muy sencillo, desde adolescentes hasta para personas mayores, quienes estén en terapia hasta personas que están buscando respuestas o personas que simplemente tienen curiosidad. El libro es muy fácil de leer.

Miedo y enojo

“A mi me importa llegar mucho a las personas que no tienen acceso a congresos porque no los pueden pagar o porque no es su campo de interés. Al final del libro está mi correo electrónico en el que recibo mensajes de personas que lo han leído, que se toman la molestia de hacerme preguntas y les contesto; se siente muy lindo en el sentido de que conozco gente de las cuales tal vez nunca las conozca en persona. Ha sido la manera de contactar a las personas muy linda, el libro se está distribuyendo no sólo en México, está en Estados Unidos, Europa, se encuentra en Internet prácticamente por todos lados. Es sorprendente recibir correos de Latinoamérica y saber que en muchas partes se ha agotado, es un regalo muy grande.

El miedo es un sentimiento muy básico, nos cuida, nos protege, pero tiene dos manifestaciones: una manifestación sana y la otra neurótica. La sana es la que nos cuida, si llegamos a un lugar que no conocemos sentimos temor, y eso nos pone alerta, nos hace ser precavidos, esa es la parte sana que debe de estar ahí. Sino tenemos esa parte sana, nos encontramos con suicidas potenciales que se atraviesan la calle sin precaución y muchísimas cosas más; la parte neurótica del miedo es la que nos limita a hacer las cosas. Cómo vamos a reaccionar a ese miedo depende de muchas cosas. Cuando sentimos una amenaza del exterior podemos reaccionar de muchas maneras: unas personas se defienden huyendo, otras paralizándose y otras atacando, en esta última entra el enojo. Estas personas cuando se sienten amenazadas no demuestran que se asustan, sino que agreden. Entonces, al parecer tienen enojo o están agresivas y lo son, pero en el fondo tiene miedo. Ahora, el enojo que es otro sentimiento básico, también tiene una parte sana y otra neurótica; la parte sana nos ayuda a poner límites y, la parte neurótica, es la que también aparte de convertirse en agresión, se convierte en depresión que en Gestalt le llaman enojo retroflectado-lo regresamos hacia nosotros, se convierte en una autoagresión, porque la persona deprimida lo primero que pierde es la capacidad de disfrutar la vida. Por lo tanto, no puede haber mayor agresión que esa, y así podemos hablar de todos los demás sentimientos”.

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