LA CUMBRE DE LOS PRESIDENTES OBAMA Y PEÑA NIETO ES UNA OPORTUNIDAD ÚNICA PARA ENFRENTAR LOS PROBLEMAS DE LOS DERECHOS HUMANOS
(Washington, D.C. y Ciudad de México) Los presidentes de Estados Unidos y México deben escuchar las demandas de las y los defensores de derechos humanos locales si desean que sus planes para avanzar en materia de derechos humanos tengan un impacto real, afirmó hoy Amnistía Internacional.
Los presidentes Barack Obama y Enrique Peña Nieto inician hoy un encuentro en la Ciudad de México.
Representantes de Amnistía Internacional en México y Estados Unidos han dirigido una carta a ambos presidentes en la que plantean las preocupaciones y las recomendaciones de la organización para proteger de los derechos humanos en ambos países.
“Los presidentes Obama y Peña Nieto tienen una oportunidad única para abordar los problemas que afectan las vidas de personas en ambos lados de la frontera” dijo Frank Jannuzi, director ejecutivo interino de Amnistía Internacional en Estados Unidos. “El respeto a los derechos humanos debe ser parte integral de todo plan conjunto para una mayor cooperación bilateral y no solamente palabras que se dicen frente a las cámaras. Ambos presidentes deben tomar en serio la responsabilidad compartida de proteger los derechos de las personas. No deben desperdiciar esta oportunidad”.
En los últimos años, Amnistía Internacional ha documentado una serie de abusos de derechos humanos ocurridos en México y Estados Unidos; algunos de naturaleza generalizada y sistemática. La impunidad continúa siendo la norma en la vasta mayoría de los casos.
En México, continúan los reportes de ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y tortura cometidos a manos de las fuerzas de seguridad y de la policía. Tan sólo un puñado de las 7,000 denuncias oficiales de derechos humanos contra personal militar desde 2006 ha sido investigado.
La administración de Peña Nieto se ha comprometido a poner fin a los abusos, pero hasta ahora ha tomado pocos pasos para detenerlos o para llevar a los responsables ante la justicia, mientras que el gobierno de Estados Unidos sigue sosteniendo su apoyo ilimitado a través de la Iniciativa Mérida y ha fallado en levantar reportes fiables sobre las graves violaciones de derechos humanos y en promover medidas correctivas de acuerdo los parámetros en materia de derechos humanos de la Iniciativa.
La visita coincide con el 7º aniversario del caso emblemático de las mujeres de Atenco. En mayo de 2006, al menos 47 mujeres fueron detenidas por miembros de la policía en Texcoco y San Salvador Atenco, mientras se encontraban bajo custodia, al menos 26 de ellas fueron víctimas de tortura y malos tratos, incluyendo violaciones y otras formas de violencia sexual. Hasta la fecha, los responsables no han rendido cuentas. Es tiempo de que las víctimas reciban la justicia que han exigido desde hace siete años.
“Los compromisos ya están hechos y sabemos qué medidas deben adoptarse con el fin de mejorar las vidas de miles de personas en ambos países” dijo Daniel Zapico, director ejecutivo de Amnistía Internacional en México. “Esta cumbre debe ser el comienzo de este camino porque las personas a quienes se les han violado sus derechos no pueden esperar más. Deben escucharse las voces de aquéllos que, bajo las condiciones más difíciles y peligrosas, trabajan día a día para proteger los derechos humanos, y los presidentes Obama y Peña Nieto deben tomarlas en cuenta. Si no trabajan con aquéllos que defienden los derechos humanos, los avances serán muy limitados”.
Los abusos que han ocurrido al norte de la frontera también deben abordarse.
En junio de 2010, el mexicano de 32 años, Anastasio Hernández Rojas, murió días después de haber sido electrocutado con un arma Taser y golpeado con garrotes por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (US Customs and Border Patrol) mientras intentaban deportarlo a México en el cruce de San Ysidro a San Diego, California.
En un video del incidente, se puede oír a Hernández Rojas llorando de dolor, mientras que los transeúntes expresaban su preocupación a los agentes. Dejó de respirar en la escena y se le desconectó de la máquina de soporte vital el 31 de mayo. Casi tres años después, la investigación sobre la muerte de Hernández Rojas sigue pendiente.
Las autoridades estadounidenses también deben asegurar la rendición de cuentas de sus fuerzas fuera de Estados Unidos por crímenes y violaciones a los derechos humanos –incluyendo actos de tortura y desapariciones forzadas cometidas durante los programas de detención secreta, interrogación y ejecución dirigidos por la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) entre septiembre de 2001 y enero de 2009.
Amnistía Internacional hace también un llamado a los Estados Unidos para que se declarare una moratoria inmediata a las ejecuciones con la perspectiva de trabajar por la abolición de la pena de muerte a nivel federal.
Una copia completa de la carta de Amnistía Internacional a los presidentes Obama y Peña Nieto puede encontrarse en: www.amnistia.org.mx/publico/visitaobama
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