CRONICA DEL INCENDIO EN LA CUMBRE TAJIN

[EL HUASTECO] crónica del incendio en la Cumbre Tajín

 

 

"ya se les peló una panda de reporteros" criticaba la gente, cuando comenzó a pasar el personal de prensa a sacar fotos

Comienza la venta de ramos en la región

"sólo están sacando la nota para subirla a su feisbuk" decía la gente al ver trabajar a los reporteros

las llamas se alzaron muchos metros, unos dicen que 30 otros que 50, por encima de la vivienda que ardía

al fondo, las siluetas de los soldados y los de protección civil

Jornada Huasteca
Alguien está enojado/ escribiendo en el Tajín

-se incendia la casa de las armadillas

-los totonaco pedirán intervención de los “abogados”

Livia Díaz/ Tajín, Ver.- Cuando suceden cosas como las de anoche, 22 de marzo de 2013 a las 21,38 horas, los totonaco dicen ‘son cosas que pasan’, y no falta el que comenta “porque alguien está enojado.”

Es que para que las cosas sucedan en su grupo social, no piensan “ah, se enojó un dios”, o es arte de magia o de maldad, todo tiene explicaciones más simples.

Al ver crecer las llamas en la casa de las armadillas, que son las de la siembra, cosecha y fabricación de productos de algodón, dan ganas de llorar. Son las diez de la noche y las llamas crecen amenazando a toda la gente que está en el parque.

A mis espaldas, un grupo de trabajadores, que visten camisetas de color gris discuten la manera de cerrarle el paso al fuego haciendo un canal antes de las viviendas de los abuelos, que también son de paja, madera, otates y guano.

Al frente veo sombras proyectadas en la luz de las llamas, más tarde descubro que son dos vallas humanas, primero una de soldados, y a 4 metros, una de personal de protección civil y policías.

La que me rodea y queda más cerca es la de voluntarios. Son chicos agarrados fuertemente de las manos, que obedecen a la orden del grito de su líder cuando grita “voluntarioooooooos”, y entonces todos acuden a su orden y avanzan un metro. Con esta estrategia siguen avanzando un metro hasta que consiguen alejarnos hasta la fuente del parque temático Takilsukut.

la elevación de los globos de cantoya

Cuando paso por ahí me cruzo con el director de este festival, Salomón Bazbaz Lápidus, pasa caminando rápido hacia la puerta cuatro. Cruzamos miradas, me parece que tiene toda la cara mojada, quizá por sudor, tenemos tantas preguntas, me quedo pensando decirle ¿a dónde vas? ¿te puedo ayudar en algo? ¿qué pasó? – al punto recuerdo que el gobernador estaba en el fro de telever. ¿En dónde estará? ¿lo protegen adecuadamente? – Los voluntarios siguen rogando “hágase para allá señora”, “por favor, por favor” le dicen a la gente. Pasan de las diez. A estas alturas somos una masa confusa de gente revuelta. Hay cámaras por todo el vado que formaron los voluntarios, todos tienen tomas, algunos están transmitiendo en vivo para la radio o para la televisión. Truenan cosas, los sonidos nos llegan aislados por el silencio que resonó cuando se suspendió el concierto. A estas alturas nos dicen ya váyanse, se va a desalojar el parque y a apagar la luz. Nadie quiere moverse, los reporteros por la chamba, los del concierto quieren su lana y/o que les cumpla la cantante de turno. Me sorprende, yo pensé que al ver las llamas, iban a salir corriendo los totonaco, sí que salieron, de inmediato se fueron corriendo, en hilera, a la puerta 4, y los demás a la puerta uno, los que se quedaron están en grupos vigilando, viendo, callados. Desgraciadamente, muchos bajo las casitas de palma, los vigilantes vuelven a pedir que la gente se reúna por la fuente “porque las cenizas y cosas que se elevan por el fuego, “vuelan, y al caer los pueden lastimar. O prenderse en fuego algo”.

Por ahí de las 10.20 pasa el gobernador, él dice que este mismo día retomarán actividades. Sigue la celebración del renacimiento del ser.

El fuego se ha controlado para las 10.30, o eso nos dicen, nos acercamos cuando se rompe la valla después de que dieron la orden de que sí pasen los de prensa, más rápido que el fuego llegamos al punto y lo traspasamos, alguien alcanza a decir que “sólo (pasan) los de el brazalete anaranjado”, y yo que solo lo traigo amarillo y fiusha, ni modo, al fin y al cabo ya es de noche, va a estar en chino que no me dejen pasar, quiero ver, quiero la foto, y quiero saber qué pasó con mis amigas armadillas -¡¿se asustó?¡ quise preguntarle al gobernador, pero no le pregunté nada, es más, nadie le preguntó nada, “carajo no puedo creerlo que nadie lo haya cuestionado”, grita un fotógrafo, esforzándose por no perder la toma.

Ya es sábado. A las 11.11, ingresamos al parque por la puerta tres, a estas horas la cola para entrar al Takilsukut llega hasta la puerta uno, hay mucha gente, esperan disfrutar de este festival en El Tajín, esperamos que nadie siga enojado, que todo retorne a la normalidad, como cuando estaban a las 9 de la noche los de los globos de cantoya, muy contentos, alrededor del palo del volador, mostrando esos hermosos panzones, que se iban a elevar al cielo para irse a perder como unas estrellas. Esos globos que luego hicieron este desmadre, y que dejaron caer su elemento sobre la paja del techo de la casita de las armadillas, que son llamadas así porque estiran el hilo sobre un guaje o fruto seco y duro en forma de media luna y que giran para estirar el algodón y formar la tela con la que se visten.

Los abogados, que son los que van a ir a ver quiénes están necesitando apapachos y viandas para volver a sonreír, los que buscan en su grupo humano la forma para volver a la armonía, estarán seguramente trabajando y hoy van a empezar los demás a trabajar, para volver a levantar las cabañas en las que se imparten las artes indígenas y que se las comió el fuego de la primavera en el parque temático Takilsukut en El Tajín. El susto ya pasó, a las 10.40 la música ya estaba sonando, y los que habían esperado a sus músicos favoritos volvieron al gran foro a seguir disfrutando el concierto. A muchos no se les cumplió, unos querían su lana, otros decían “aunque sea que nos devuelvan la mitad”. La mayoría no tenía idea de lo que les estaba pasando a los voluntarios, seguían bebiendo su chela indio y tampoco supieron que habían soldados a ras de fuego cuidándonos, tampoco, que los de protección civil y policías estaban muy preocupados por no ser súper humanos que impidieran este desastre y unos dijeron “ahora sí nos van a verguear”.

Los reporteros empezaron a volver a la sala de prensa, completamente abarrotada porque todos a mandar la nota y las fotos, llamadas y llamadas y algo de desesperación en los que no alcanzaron cena, otros a abordar el autobús hacia los hoteles y para enviar la nota de allí, luego de descansar un poco porque el día estuvo larguísimo y terminó en forma por demás complicada. Para la gente del lugar, zona de limpieza, y de reparaciones, una larga noche para domar a un campo seco por la falta de humedad, y fácilmente flamable. Pero todos contentos por el deber cumplido.

A lo lejos, la luz de las llamas ha ido cambiando por las de los carros de bomberos, llegaron contraincendios de Papantla y de Poza Rica, no tuvieron que quitar la luz ni cerrar el parque, las cosas siguen normalidad y su curso, y hoy, cuando ya todos salieron de vacaciones, son abordados en las paradas se ve a las mujeres de Puebla que traen ramos, ya listos para la bendición del día de Pascua. La semana mayor comenzará este jueves, y los carnavales paganos terminarán en el Totonacapan y la huasteca, para dar paso a las festividades propias de la religión y las vacaciones, que son lo clásico, todos a tomar agua, en el mar o en el río.

Ayer también fue día de presentaciones turísticas, antes de todo el irigote, había venido el director de turismo de Cazones de Herrera, la playa más virgen y cercana al D.F., a promover la quedada en ese paraíso huasteco, un pueblo de pescadores privado a conocedores, y que tiene once años presumiendo saldo blanco.

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Publicado por Blogger en EL HUASTECO el 3/23/2013 12:19:00 p.m.

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