EL BUQUE JUSTO SIERRA TENDRÁ ESTE AÑO SU PROPIO MUELLE EN VERACRUZ: UNAM
Reyna Paz Avendaño | Academia
viajes. Durante 2012, e l Buque Justo Sierra tuvo 196 días de navegación, en los cuales se realizaron diversas investigaciones.
Las investigaciones y conocimientos oceanográficos que la UNAM generó durante tres décadas a través del Buque Oceanográfico Justo Sierra son actos de soberanía nacional, señaló ayer Guillermo Soberón Acevedo, ex rector de la máxima casa de estudios, durante la ceremonia de conmemoración de los 30 años de operación de dicha tripulación universitaria, que este año contará con su propio muelle en Veracruz.
El ex rector de la UNAM comentó que la decisión –tomada durante su administración de 1973 a 1981– de comprar un buque para estudiar las aguas nacionales y del mundo nació de la necesidad de proteger los recursos hídricos y la biodiversidad que albergan nuestros mares, principalmente el Golfo de México. Y reiteró las palabras que en 1982 pronunció cuando José López Portillo asistió a la inauguración del Buque Justo Sierra:
“Éste es un acto de soberanía nacional, primero, para que la UNAM recoja conocimiento para conservar el patrimonio en el mar, pues esto es importante en el país. Segundo, es producto de que la Universidad tiene manera de sumarse a los problemas nacionales, por eso la institución ha sido tan útil para el país”.
Guillermo Soberón mencionó que el Buque Oceanográfico resultó indispensable para controlar el derrame petrolero de Ixtoc (3 de junio de 1979) en el Golfo de México y en últimas fechas, para apoyar otros estudios como los cruceros arqueológicos del INAH.
RECONOCIMIENTO. Durante el evento realizado en el auditorio del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología se otorgó un reconocimiento al investigador Ingvar Emilsson, por su labor científica y por comandar y orientar durante 30 años las investigaciones que este buque universitario realiza desde su llegada a costas mexicanas, el 20 de noviembre de 1982.
“Los buques no hacen ciencia, pero ayudan a hacerla. Son instrumentos usados por los investigadores y por los temas que se quieren estudiar, como contaminación, aguas profundas, columnas de agua, metrología, vientos temperatura de aire, temperatura de agua y sobre todo biología de bichos raros que están al fondo del mar”, señaló.
Agradecido por la distinción, Ingvar Emilsson dijo en su discurso que el principal reto del buque es la mayor difusión sus resultados de investigación pues a pesar de estar en constante innovación y estar en su segunda juventud, es necesario transmitir a la ciudadanía que es un barco parteaguas para la ciencia marina.
CONSTRUCCIÓN. En la ceremonia conmemorativa, Carlos Arámburo, coordinador de la investigación científica de la UNAM, anunció que antes de los dos próximos meses, el buque contará con su propio muelle de arribo en Tuxpan, Veracruz.
“Se está construyendo el muelle a las márgenes del río Tuxpan, al norte, con todas las condiciones apropiadas del atracamiento del Justo Sierra, ya está en etapas finales, de hecho el espacio y oficinas ya están adaptadas para operar en las semanas siguientes”, indicó.
También recalcó que durante el 2012 el tiempo de navegación del Buque Justo Sierra fue de 196 días hábiles, con campañas de investigación de 18 y hasta 45 días, es decir, “fue uno de los recorridos más largos en la historia del buque”. Esta navegación histórica comprendió 1.4 vueltas al Ecuador y un equivalente a 30 millas náuticas.
Por su parte, Elva Escobar Briones, directora del ICML, señaló que durante las tres décadas el buque ha recorrido el Golfo de México y el Mar Caribe, con una cobertura cambiante. “En la primera década, de 1982 a 1991, las campañas fueron sobre la plataforma continental, de 1992 a 2001 en la zona económica exclusiva para explorar temas de ríos, contaminación y recursos pesqueros y después de 2002 a 2012 se incursionó aguas internacionales para estudiar recursos energéticos”, comentó.
En ese sentido, dijo que las temáticas de investigación han cambiado, pues en la primera década los temas más preocupantes estaban enfocados a contaminación y pesquería, y ahora son relacionados a recursos energéticos y reconocimiento de nuevos ecosistemas.
Finalmente, recordó que el Buque Oceanográfico Justo Sierra es propiedad de la UNAM y está suscrito en convenio de colaboración científica con Noruega, país constructor del barco.
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