EXPLORA TUS EMOCIONES PARA AVANZAR EN LA VIDA, NUEVO LIBRO DE ROSA BAROCIO

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Por Héctor Medina Varalta

Guadalajara, Jalisco. Todos caminamos por la vida cargando una mochila. Desde pequeños la hemos ido llenando de todo tipo de creencias, actitudes, valores, emociones reprimidas. Algunas de ellas son ligeras y nos alimentan y animan para seguir adelante, mientras otras nos pesan y nos impiden avanzar. La mayoría de las personas, sin embargo, pasan por la vida sin detenerse a revisar lo que han acumulado, sólo les parece que conforme pasan los años, cada vez tienen más dificultad para seguir caminando. Culpan a las circunstancias, a las personas que les rodean o a la mala suerte. Nunca se les ha ocurrido pensar que pueden aligerar su mochila para viajar más ligeros por la vida. Con esta lectura, Barocio te invita a revisar tu mochila. ¿Qué cargas en ella? ¿Qué quieres desechar? ¿Con qué decides quedarte? ¿Qué cosa nuevas quieres incluir?

La revisión necesita reflexión y tiempo. Una clara observación para vernos con nitidez y honestidad. Y valor para aceptar esas partes que estamos acostumbrados a esconder.

¿Qué cosas llevas adentro de la mochila?

Este libro-refiere Barocio-se publicó para apoyar el libro anterior, titulado Conocer tu temperamento mejora tus relaciones. Cuando escribí este libro que nos ayuda a conocernos a nosotros mismos, a conocer nuestras limitaciones, nuestras debilidades y también nuestras fortalezas, me di cuenta que era importante escribir algo que pudiera apoyar el trabajo interno para poder profundizar de mejor manera. Por lo tanto, Explora tus emociones para avanzar en la vida, es una serie de ejercicios en donde trato de ayudar a las personas para que se conozcan mejor. En este texto planteo, que en la vida vamos caminando y llevamos una mochila a cuestas, y vamos metiéndole cosas en este caminar por la vida; a veces ni cuenta nos damos que cosas le estamos echando, pero ahí vamos. Pero llega un momento en la vida en la que esa carga que llevamos adentro de esa mochila nos empieza a detener, la carga nos parece demasiado pesada, y si no nos tomamos el momento de detenernos, sacar la mochila, revisar y ver lo que estamos cargando, llega un momento en que esa mochila está tan pesada que ya no podemos seguir adelante. Entonces, les digo a los lectores que hay que detenernos, no importa la edad, pero si tiene interés en profundizar en su vida, hay que hacer una pausa para pensar y reflexionar. Vivimos una época muy intensa y tan acelerada, que si no hacemos ese esfuerzo consiente de decir, “me detengo y veo que hay”, seguimos viviendo en inercia, en automático, pero si en realidad no hacemos ese alto, no vamos a avanzar en este proceso de autoconocimiento, que en mi opinión, para eso estamos aquí, pues considero que estamos aquí para conocernos, ser mejores personas.

La perfección no existe

En este libro, Rosa Barocio, plantea que el lector va a encontrar cosas de las que se quiere deshacer porque son cosas negativas que lo detienen, sin embargo, va a encontrar cosas muy buena en esa mochila, cosas que no solamente quiere quedarse con ellas, sino que quiere incluir más de eso. Tenemos que deshacernos de las cosas que nos limitan o detienen en nuestro desarrollo. Podemos ver que entre las cosas que nos limitan y nos detiene, esa necesidad de poder controlar a todos los que nos rodean. Por esa razón, tenemos que deshacernos del perfeccionismo, pues no es una cualidad: el perfeccionismo nos detiene, es un enemigo de la creatividad, ya que este defecto está mandando el mensaje negativo de qué no es suficientemente bueno lo que estamos haciendo. La perfección no existe, cuando nos exigimos a nosotros mismos esa perfección, nos estamos saboteando, y siempre nos estamos sintiendo que nos quedamos cortos. Entonces, hacernos de este perfeccionismo, de la autolástima, de esta parte de nosotros que le gusta sentirse víctima, que siempre se está quejando, que piensa que todos la traen contra uno, que le gusta culpar a todos. Esta parte también hay que trabajar y eliminarla, la preocupación, el temor, la enfermedad de complacer a los demás, porque a veces no nos damos cuenta que en vez de vivir para nosotros estamos viviendo para darle gusto a los demás, y eso, también hay que revisar. Pero, primero se tiene que atender a uno mismo, pues no se puede dar lo que no se tiene; lo escuchamos mucho, pero no siempre lo aplicamos a nuestras vidas.

Para amar, primero hay que amarse a uno mismo

Tú no puedes darles-resalta-a tus hijos, a tu pareja, algo bueno si no te alimentas a ti mismo. Por eso, es que aparte también de sacar todas esas cosas negativas de la mochila, hay cosas que tenemos que acrecentar, alimentar, cultivar, y una de esas cosas es la autoestima, ese aprecio por sí mismo.

Si quiero algo bueno que dar, primero, me tengo que dar primero a mi misma. Cómo voy a querer a los demás, si pienso que soy una porquería, que no sirvo para nada, que no cuento con nadie. Es decir, yo tengo que trabajar esa parte de mi para sentirme una persona que vale mucho, que merezco cosas buenas, que tengo un significado en la vida. En la tercera parte del libro, menciono que partes hay que incrementar de nosotros mismos, una de ellas que tenemos que desarrollar, por ejemplo, es la aceptación, aceptarnos como somos y aprender también a aceptar a los demás, en vez de querer cambiar a las personas de nuestro alrededor, por ejemplo, cuántas veces queremos cambiar a nuestros hijos, pensando que son pedazos de plastilina y que los podemos moldear para que nos den gusto, en vez de aceptar que mi hijo es un ser independiente de mi, es un ser maravilloso que tengo que interesarme en conocer. Por otra parte, contamos con la empatía, pues gracias a ésta, nosotros tenemos un sentido moral de lo que es correcto y de lo que no, porque cuando tengo empatía, me doy cuenta cuando lastimo a una persona, y eso me puede llevar a tomar la determinación de no herir a los demás, de tener esa consideración porque estamos aquí para amar, pero para realmente hacerlo necesitamos ponernos en los zapatos del otro para entender qué siente, qué piensa, qué le pasa, qué le sucede, y de ahí viene ese sentido de amor y el sentido de la compasión. También podemos incluir en nuestra mochila, el compromiso, el saber recibir, la alegría y la diversión. Yo creo que es tan importante, hoy en día, que mientras más dificultades veamos en nuestros círculos sociales, más importante es que hagamos el esfuerzo para tratar de equilibrar esa balanza y seamos positivos, que compartamos ese gusto por vivir. Esto es algo tan importante, porque en la actualidad hay tantas personas deprimidas y esa depresión existe porque hay tantos antidepresivos. Entonces, si se venden los antidepresivos es porque hay mucha gente deprimida, incluso, existen antidepresivos para niños.

Sincronicidad

Si nos preguntamos por qué hay tantas personas y niños deprimidos, por qué hay personas que no quieren vivir, que no disfrutan la vida, que se sienten sin ganas de seguir adelante, es porque les falta un propósito en la vida, no se sienten realizados. Entonces, qué importante es alimentar esa alegría y ese gusto de estar aquí, de ser parte de la vida, y esto es algo que puede transformar al mundo entero si aprendemos a empezar a disfrutar, a aprovechar todo lo que nos rodea y todas las oportunidades que nos llegan. La vida nos está presentando oportunidades de crecimiento, y a veces pensamos qué eso quiere decir, que nos vamos a topar co0n un gurú. Con un maestro de barba blanca o con un sabio. En realidad, las oportunidades están siempre enfrente de nosotros: nos llegan a través de la persona que nos encontramos en el supermercado, del taxista, del mesero, a través de uno de nuestros hijos, a través de un comentario que escuchamos en la televisión; ahí están todos los aprendizajes y todas las oportunidades que necesitamos.

Barocio comenta que a su llegada a la FIL, se encontró en la entrada con una amiga boricua (Sheryn O’Conney) que tenía 7 años que no sabía de ella, y le dio conferencias en Puerto rico, le dio tanta alegría encontrarla, pues es una persona a la que Rosa Barocio quiere mucho, y que, además ambas tienen mucho que aprender porque se siguen encontrando en la vida.

La persona que se queja es alguien que no está creciendo

Entonces-finaliza-, si yo me la encuentro en un lugar público donde hay miles de personas, no tenía ni 5 minutos de entrar a la feria y me la topé. Ahí están los aprendizajes, en las personas que te encuentras, con las personas con las que tratas y ahí están siempre las oportunidades. Nosotros creamos nuestras realidades, eso es también lo que planteo en este libro: cada uno de nosotros vamos creando nuestra realidad, lo cual es maravilloso, porque quiere decir que yo puedo tomar responsabilidad de mi vida. Entonces, qué importante es tomar consciencia de “que yo creo mi realidad a través de lo que pienso, siento, decisiones, elecciones, estoy todo el tiempo creando mi realidad, y que si quiero ser una persona con mayor consciencia, quiere decir, qué lo primero que debo de hacer es responsabilizarme de esta realidad que yo estoy creando: dejar de echarle la culpa a los demás, dejar de decir, si no fuera por mi marido, por mi hijo, si no fuera por este gobierno”. ¡Eso no! Mejor preguntarme, ¿qué puedo hacer yo para cambiar esta realidad si es que no me gusta? Lo que no me agrada, yo soy responsable de cambiarla. Entonces, de esa manera, cada uno de nosotros tratamos de poner nuestro granito de arena; y qué importantes poner nuestro granito de arena, pues cómo mexicanos nada más nos estamos quejando. La persona que se queja es alguien que no está creciendo, porque sigue pensando que las cosas le suceden por casualidad, sigue creyendo en la mala y buena suerte. Estoy segura que esa es una manera muy limitada de vivir. A estas personas, las invito a cambiar y pensar de otra manera. Cada año estoy presente en la FIL para compartir y ayudar a las personas a crecer en conciencia, y ayudo a través de mi propio crecimiento. Considero que no podemos enseñar lo que no estamos practicando, los invito a ver la vida como una maravillosa oportunidad, de crecer, de ser mejores personas, estamos aquí para amar y la única manera de hacerlo es irnos quitando aquello que nos estorba para amar de una manera más plena, quitarnos nuestros resentimientos, los miedos, las culpas, nuestro sentido de victimismo, y si quitamos todo esto, podemos amar de una manera más plena.

Mayor información: www.rosabarocio.com

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