¡ AUXILIO!, MI HIJO NO TRAE MANUAL!

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Por Héctor Medina Varalta

Guadalajara, Jalisco. Establecer relaciones armoniosas entre padres e hijos requiere de un esfuerzo importante pero se puede lograr. Los problemas de conducta en la infancia: berrinches, desobediencia, agresión, falta de límites, confrontación entre padres e hijos. Estos problemas siempre han existido y todas las familias en algún momento deben enfrentarlos. Algunos padres logran disciplinar eficazmente a sus hijos, se sienten responsables y exitosos y disfrutan su relación con ellos. Pero otros padres se sienten frustrados y enojados porque no saben cómo controlar a sus hijos y por lo general los problemas crecen cada vez más. No obstante, las familias enfrentan otros problemas como el bullyng y el consumo temprano de alcohol u otras drogas, y generalmente no saben qué hacer ni cómo prevenirlo. Tres investigadores expertos en la prevención y atención en conductas de riesgo como la conducta agresiva, bullyng y el consumo temprano de alcohol ofrecen a los padres de familia estrategias para fortalecer las relaciones familiares. Basadas en actividades cotidianas, permitirán a los padres establecer hábitos y límites, brindar tiempo de calidad y desarrollar la confianza y la comunicación entre padres e hijos.

Tipos de investigación

Francisco Javier Pedroza Cabrera, refiere que el libro no es un tema de actualidad, ya que esto siempre a estado ocurriendo. La situación de qué hacer para una crianza eficaz y positiva de los hijos es algo que no nos enseñan, pues nos aventamos a ser padres sin saber exactamente qué significa el ser padres. El libro es una guía, justamente, para aquellos padres de familia, en donde nos explica qué hacer en ciertos casos. Una de las características de este texto es la transferencia tecnológica, porque el libro está basado en principios de la investigación básica, principios del comportamiento humano, de cómo funcionamos, cómo nos comportamos, bajo qué condiciones nos podemos comportar. Después se hace investigación aplicada, una vez a partir de los principios ya derivados en el laboratorio, los diferentes investigadores se avocan a ver si estos elementos funcionan adecuadamente en escenarios todavía controlados, si los pueden trasladar, justamente, de lo básico a lo aplicado. Pero también no sólo se queda ahí, sino que todas las investigaciones aplicadas, a veces se quedan en revistas científicas y no llegan a los usuarios últimos, en este caso, los padres. Por lo tanto, este libro es, justamente, una transferencia de la investigación básica a la investigación aplicada, para llevar estos conocimientos a las personas que pueden beneficiarse de esto, en este caso, los padres. Qué hacer con nuestros hijos en tres temas que son la crianza positiva, el bullyng y la prevención de las adicciones.

El bullyng es un tipo de agresión

El bullyng siempre ha existido, así como muchos otros problemas psicológicos. Lo que sucede, es que actualmente por la cantidad de la población que somos, quizá son fenómenos que van cobrando interés y relevancia para la sociedad: la depresión, la ansiedad, la angustia, etcétera, podemos hablar de infinidad de temas, sin embargo, ¿por qué el bullyng? Últimamente a tomado mucho interés porque va directamente contra una población que es vulnerable, los niños y los escolares principalmente. El bullyng es un tipo de agresión, la agresión en todas las etapas escolares desde hace muchos años se ha venido dando: la típica pamba, el famoso picahielo, las rapadas a los “grajos” en la secundaria, entre otras formas de agresión. Actualmente ha cobrado mucho interés porque no sabemos controlar este tipo de comportamientos. Un comportamiento problemático cobra interés cuando se nos sale de las manos cuando no lo podemos controlar. El bullyng tiene tres características específicas: la agresión, el poder por parte del agresor y la continuidad; no podemos manejar cualquier conducta agresiva en el escenario escolar como bullyng, tiene que tener estas tres características. Algo muy importante, la agresión tiene que ser en escenarios escolares.

Teoría del recurso

El poder de los niños que se ejerce: “yo someto al otro”, pareciera que la investigación se estuviera adentrando se está profundizando un poco más. Pedroza y los coautores de este libro han observado en las investigaciones que realizan, que no necesariamente el niño más grande o el más fuerte es el agresor. A veces ellos son los agredidos. Hay una teoría muy interesante que se llama la teoría del recurso, de un colega norteamericano, Halley, donde habla donde habla justamente por tener un control, ya sea un recurso material, un recurso social, un recurso de atención por parte de los profesores, justamente se pueden presentar conductas agresivas o conductas prosociales. Algo muy interesante, no necesariamente el que es bullyng es agresor de por sí, puede presentarse de manera prosocial en otras situaciones. Todo depende del contexto, de la situación a la que se esté enfrentando. Entonces, en una situación, el escolar puede ser agresivo, pero en otra ocasión puede ser prosocial o altruista. Estos son elementos muy interesantes que adentrándose en el fenómeno, investigar el fenómeno, está dando razón de otros factores que están asociados, no el más débil, generalmente, es el agredido. Se ha visto casos que el más débil, a veces es el agresor porque tal vez tiene el control de la pandilla fuera de la escuela.

Soy débil-dice el agresor-dentro de la escuela, pero si no haces lo que yo digo te va a ir muy mal a la salida. Los investigadores de este tema, tienen que identificar las redes sociales, pues el fenómeno no es “ya agredió y es bullyng”, se tiene que hacer un estudio serio para poder identificar si realmente es bullyng, “qué quiere o qué no quiere controlar el niño.

Infancia es destino

Pedroza Cabrera considera que la infancia es primordial porque nos da las bases de la vida de la adolescencia, de la vida adulta. Justamente, en la infancia se cimentan los cimientos; somos los arquitectos de nuestro destino, sin embargo, algunas veces, nosotros no somos los arquitectos, nuestros padres son los arquitectos, ya que ellos ponen los cimientos de nuestra vida futura. Es a partir de la enseñanza, del modelamiento de los padres que van guiando y construyendo el futuro de sus hijos; es determinante lo que aprendemos en la infancia y lo que nos pase en la vida futura. Si en mi infancia-complementa-viví rodeado de problemas, viví conducta violenta, rodeado de conducta adictiva y vandalismo, etcétera, casi estoy condenado a repetir esos comportamientos; tampoco es un estigma, no necesariamente el ser problemático en la infancia de manera certera al cien por ciento voy a ser delincuente en la vida adulta. Existen casos contrarios en los cuales yo viví situaciones muy complicadas, y en la vida adulta resulto ser muy productivo, ser un gran profesionista, un gran comerciante, un reconocido escritor, etc., etc. A eso le llamamos resiliencia (la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas), cómo a pesar de todos los factores adversos, a los cuales yo estuve expuesto pude salir adelante. Por lo tanto, la infancia es determinante para la vida futura.

Los efectos a largo plazo son muy negativos

Generalmente los que nos dedicamos a la investigación de la conducta humana, una de las cosas que nos motiva, es que el ser humano es cambiante; si todo estuviera determinado, entonces para qué estudiar, para qué ser terapeuta, para qué ser psicólogo del comportamiento. Yo creo que el ser humano, en cualquier momento de su vida puede lograr un cambio. Hay algo muy importante que se llama autocontrol, el autocontrol en términos técnicos, es demorar beneficios inmediatos para que la recompensa en el futuro sea mayor, y esto tiene que ver mucho con las adicciones (que se aborda un capítulo en este libro). Generalmente, las personas que consumimos algún tipo de droga, lo hace por el efecto inmediato; si se consume alcohol voy a sentir los efectos de forma inmediata, si consumo cocaína voy a sentirme muy activo, muy fuerte, lo que no nos damos cuenta, es que los efectos a largo plazo son muy negativos. Justamente eso es algo que se aprende desde la infancia. Un ejemplo típico de autocontrol es ponerles a los niños y decirles, Tengo en esta mano tres montoncitos de chocolates, y en la otra, diez montoncitos de diez chocolates; en este momento te puedes llevar los tres chocolates, pero pierdes los otros diez, sin embargo, si te esperas una hora te puedes llevar los diez y si te esperas dos horas te puedes llevar todos los chocolates. El niño quiere llevárselos de inmediato porque la recompensa es segura.

El niño y la tecnología

Por lo general, se nos enseña que lo positivo sea inmediato aunque sea poco. Y poco nos enseñan a esperar porque las recompensas en lo futuro van a ser mayores. Justamente es lo que se hace con el estudio de la prevención de adicciones con los niños: no tenemos que enseñarles que las drogas son malas, tenemos que enseñarles a autocontrolarse. Puedo conseguir efectos positivos en este momento con el consumo de esta sustancia, pero si no lo hago, las consecuencias a futuro van a ser mayores, y eso no les enseñamos a nuestros hijos. Es algo que les tenemos que enseñar no sólo para las drogas, sino para el ahorro, para las inversiones. Por otra parte, en el área de la tecnología, ésta no sólo afecta a los niños, también a los adultos, pues también se ve en estudios profesionales y en postgrados, gran parte de estos trabajos es un plagio (por no molestarse en pensar o en investigar). La tecnología tiene sus dos caras, su parte positiva y su parte negativa. La parte positiva, por ejemplo, en el área científica que yo manejo, puedo notar de manera inmediata puedo conocer una publicación que se escribió al otro lado del mundo y eso me permite estar a la vanguardia. Lo que no sucedía antes, pues se tenía que esperar años para poder darnos cuenta qué es lo que estaba pasando al otro lado del mundo. La otra parte es que si nuestros niños, nuestros adolescentes pasan mucho tiempo en Internet y en las redes sociales, eso no es malo, pues las redes sociales nos permiten comunicarnos, lo malo es que cuando pasamos o invertimos gran parte de nuestro tiempo sin algún tipo de beneficio. Un problema que nos estamos enfrentando ahorita y que le hemos estando dando vueltas es que las redes sociales están afectando comportamientos de nuestros niños y de nuestros adolescentes. La interacción social la podemos observar: los comportamientos de una segunda persona afectan mis comportamientos, pero yo puedo determinar qué es lo que hiso esa persona para que yo responda de cierta manera; en las redes sociales no, el niño está frente a la computadora y afecta su comportamiento, pero no sabemos qué pasó frente a la computadora. La respuesta es, ¿Cómo le vamos a hacer para estudiar este fenómeno. Al menos en este momento no tenemos respuesta de cómo entrarle, porque tenemos que invadir su intimidad, para ver qué cambió su conducta detal manera, es algo complicado. Las redes sociales nos están complicando, pero nos ponen un reto a los investigadores para poder entrarle al estudio de ese fenómeno.

Elogio al trabajo

Todo lo que hacemos-finalizó-tiene consecuencias positivas o negativas, nada de lo que podamos hacer queda en el aire, a menos que sea una conducta equis, pero desde que el niño tiene frío y no se quiere poner el suéter o la chamarra, va a tener una consecuencia negativa, ya que se puede enfermar. Si el niño hace su tarea a tiempo y se esfuerza en aprender, va a tener una consecuencia positiva. Nosotros estamos rodeados de consecuencias; el ambiente nos administra consecuencias positivas o negativas, depende de lo que hacemos. El ignorar esta parte, estamos ignorando gran parte de cómo funciona la conducta humana, no podemos crear los ojos justamente a que obramos así por consecuencias positivas o negativas; llámensele a las consecuencias positivas, recompensas, privilegios o beneficios. Es decir, una consecuencia positiva es aquella que yo recibo por tener un comportamiento, y lo que va a permitir ese resultado es que, en el futuro se vuelva a repetir ese comportamiento: la recompensa o el privilegio no es exclusivo del comportamiento adecuado, cualquier conducta puede ser recompensado. Por ejemplo, una persona que a robado sigue haciéndolo es porque su conducta fue recompensada, pues consiguió mucho dinero, un objeto, reconocimiento, y ese comportamiento va a seguir repitiéndolo. En el comportamiento inadecuado entra el autocontrol, es el efecto inmediato, pero a la larga si la policía me atrapa en ese tipo de conducta, la conducta negativa que voy a recibir va a ser más grande que las consecuencias positivas que yo recibí de ese comportamiento. Nuestro comportamiento es así, por lo tanto lo que podemos hacer por nuestros hijos es observarlos, saber qué es lo que hacen y estar atento a las conductas positivas y recompensarlas: recompensas materiales, recompensas de acceso a actividades y, la más importante, la recompensa social: con un aplauso, con un abrazo, con muy bien hecho o con un elogio al trabajo, eso es suficiente para el niño. No hay que recompensar al niño con un nintendo o una película, son otro tipo de recompensas, pero no son las únicas. A veces con la atención que les damos a nuestros hijos es suficiente para lograr un comportamiento adecuado. 

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