MENORES DENUNCIAN ABUSO SEXUAL EN IGLESIA EVANGÉLICA
Menores denuncian abuso sexual en iglesia evangélica
Familiares de las víctimas son blanco de agresiones físicas por denunciar el hecho; las madres de los menores son acusadas de mentirosas y que Satanás está detrás de ellas
Foto: Juan Manuel Barrera
11 de febrero 2012 13:00
Juan Manuel Barrera
11 de febrero 2012
13:00
"Abrázame mamá, tengo miedo", pide "Pedro", de nueve años de edad. El niño y por lo menos otros dos menores que asistían a la iglesia evangélica "Cristo, Príncipe de Paz", ubicada en este municipio, denunciaron presunto abuso sexual ocurrido en las instalaciones religiosas.
Por los hechos fueron detenidos el pastor Jacobo "N", su hijo José Eduardo "N", de 16 años, y su hermano Daniel "N", aunque este último no es acusado por las madres de familia de participar en abuso sexual, sino de percatarse de los hechos y no denunciarlos.
Otros dos líderes religiosos Esdras "N", hermano del pastor Jacobo, y Ricardo "N", encargado de las pláticas para bautizos, también son señalados por madres de familia de participar en el presunto abuso de los niños, pero no han sido detenidos.
Dos madres de familia denunciaron los hechos y la Procuraduría mexiquense inició la carpeta de investigación 493510060102812. Aseguran que al menos 15 niños fueron afectados. Ahora las mujeres son señaladas de estar locas y que Satanás está detrás de ellas. Familiares de los detenidos arrojan piedras y patean las puertas de sus viviendas.
El templo, ubicado en el barrio La Planada, en Coyotepec, pertenece al Movimiento de la Iglesia Evangélica Pentecostés de México.
El sábado 4 de febrero "Pedro" intentó cortarse el cuello con la navaja de un cortauñas. "No existe Dios, porque en ese lugar que hablan de Dios sólo están los malos", dice el niño.
Dora, madre de "Mariano" y "Martín", de 11 y nueve años de edad, se percató en octubre pasado que su hijo mayor fue abusado sexualmente. Al indagar descubrió que el abuso ocurrió en el templo y presuntamente participaron líderes espirituales del lugar. Su hijo menor también sufrió daños.
"Estábamos viendo un programa de televisión, de abuso sexual. Mi hijo se angustió y me dice '¿mamá, eso es malo? Le dije 'sí hijo, es malo'. Entonces, como lo vi angustiado, preocupado, le dije ¿pasa algo? Dice 'a mí me hicieron así'. ¿Qué te hicieron? ¿En la escuela? 'No mamá, en la escuela no fue'. Yo nunca pensé que en ese lugar", relata la mujer.
Doña Dora descubrió que su hijo menor también sufrió abuso sexual. Recordó que una vecina dejó de asistir al templo y fue a buscarla. La mujer, Susana, no sabía nada, pero platicó con su hijo de nueve años y éste le confesó lo que le habían hecho.
Las dos mujeres enfrentaron al pastor Jacobo. También acudieron con otro pastor, Luis Flores Flores, quien les propuso que durante la reunión religiosa del domingo 5 de febrero el pastor acusado reconocería públicamente sus errores, a cambio de que ellas perdonaran a los responsables. Ese día no pasó nada y pidieron apoyo a policías municipales, que detuvieron a las tres personas señaladas.
"No queremos venganza, queremos justicia", dice doña Susana, madre soltera, quien vende gelatinas para subsistir.
Añade: "Antes de que (el niño) me dijera las cosas me decía, mamá es que yo sólo quiero dormir, cerrar mis ojitos y ya no abrirlos. Agarró una navaja y se quiso cortar el cuello, un día antes de que los aprendieran, el sábado".
El domingo 5 de febrero las mujeres rindieron declaración ante la Procuraduría de Justicia de la entidad. Al día siguiente doña Susana la amplió, pero no permitieron que lo hiciera doña Dora. El Ministerio Público tampoco dejó que otra mujer, Caty, denunciara igualmente el presunto abuso sexual que sufrió su hija de 10 años de edad.
Las mujeres no cuentan con abogados. Dicen que los detenidos llevaron supuestos testigos de su inocencia. Exigen a la Procuraduría que investigue los hechos y sancione a los responsables, ya que inicialmente les dijeron que estaban detenidos sólo por actos libidinosos, a pesar de que los menores relatan que los violaron.
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