ACUEDUCTO INDEPENDENCIA,PRIMERA GUERRA HIDROLÓGICA EN SONORA

 

Por Víctor Manuel Estupiñán Munguía*

Leyendo los periódicos sobre el problema del “Acueducto Independencia”, se me vino a la mente el recuerdo de las películas aquellas de ciencia ficción con Mel Gibson, Mad Max” (1979) que se tradujo algo así como “guerreros de los caminos” o, aquella otra más al caso llamada “Mundo Acuático” con Kevin Costner. En la primera los sobrevivientes de la guerra luchaban mortalmente como piratas terrestres por la gasolina, en cambio, en la segunda lo hacían por el agua.

Sin embargo, en algunos libros recientes nos dicen que las guerras futuras inmediatas (se calcula que a partir del año 2030), serán por el agua y, que la tercera guerra mundial muy probablemente se desate por dichos motivos, denominándose las nuevas “guerras hidrológicas”.

En el país se calcula que más de un 10% de la población nacional carece de agua potable, el cual es un grave problema de derechos humanos y, contra los derechos naturales más elementales. Puesto todos tenemos derecho al aire (oxígeno), a la vida, al alimento, al agua, entre más.

En Sonora ya se inició la primera guerra hidrológica, por cierto, hasta hoy controlada. Iniciada en el campo judicial, mediante demandas, amparos, medios dilatorios, artificios.

Que poco a poco ha ido subiendo de tono hasta llegar a amenazas, manifestaciones sociales, movilizaciones y, últimamente, desplegados en periódicos. Dando paso a la innovada y bélica semántica política de las “verdades verdaderas”, o “las últimas verdades”.

Guerra hidrológica encabezada por un lado por el gobernador Guillermo Padrés Elías y, por otro, el grupo de poder económico del Sur de Sonora o por los terratenientes y, en la actualidad también como “hidrotenientes”.

La lucha es de fondo, un proyecto multimillonario y que, por su naturaleza como el acueducto, no es para menos. Los interese son por ambos lados de los más variados. Es decir, económicos, políticos, sociales, estratégicos, futuristas, ideológicos, de allí su complejidad y sus claros obscuros, en otras palabras, su manejo resulta de “verdades a medias” por los dos grupos en conflicto. Es decir, discursos con intersecciones políticas.

Así, cada quien trata de resaltar o privilegiar sus verdades y, ocultar sus mentiras. Mentiras y verdades se encuentran a ambos lados de dichas posturas coyunturales.

Por lo que los sonorenses debemos ser cautos en nuestros análisis y participaciones y, en el mejor de los casos, esperar que fluyan los datos, hechos, cifras y más sobre dicho proyecto para tener una visión de totalidad.

Porque si nos dejamos llevar por el fraccionamiento de los datos e informaciones que nos proporcionan “a cuenta gotas”, tanto uno como los otros, nos manipulan sobre el propio sesgo de los mismos. Ya que dependiendo de cuáles sean y su contexto, nos acondicionan determinando los juicios de valor para emitir nuestra postura lo más objetivamente posible.

Por ejemplo, uno sólo, imaginemos el impacto provocado y sembrado a nivel ideológico,  el hecho de que sea un gobernador panista el que “dio agua” a los Hermosillenses y, además, mediante una obra faraónica.

Es sabido que a cada “señor feudal  estatal”, se le recuerda prontamente y, se le asocia por la principal obra. Entonces, imagínense lectores que al gobernador actual se le asocie con el agua, que es el principal elemento de vida, de allí  “salió” la primera manifestación de vida (placenta salada).

Lo anterior recobra relevancia si reconsideramos  un desierto como es el de Sonora, que  está considerado como el cuarto desierto más inhóspito del mundo!

Además los efectos son en cadena, puesto que dicha obra “no pasó” por el gobernador López Nogales, ni tampoco por otros priistas, la devaluación al capital político sería automática.

Como vemos, simbólicamente la redituabilidad política es bastante alta, un magno hecho para anotarla en la memoria colectiva y, a favor del partido de la oposición. Así como también un magno abono para la consolidación del “culto a la personalidad” del gober, Guillermo Padrés Elías.

Sin lugar a dudas que deben existir cuestiones subterráneas o, intereses que no estamos enterados los simples ciudadanos.

El “Acueducto Independencia”  no es una obra de caridad de la madre Teresa, por supuesto que no y, las diversas demostraciones de fuerza de unos y otros, así lo confirman.

La verdad es que ya están saliendo bastantes “trapitos sucios”, algunos bastantes inmundos de ambos lados, lo que nos hace pensar que nos hará falta agua para “lavarlos en casa”.

Porque como dice el dicho: 

“Si el río suena, es porque agua trae”.

(“Si el acueducto suena, es porque algo trae ($)”)

* Víctor M. Estupiñán Munguía: Pensador por distracción Cósmica, contador de estrellas por insomnio creativo, pintor de sueños por terapia humanista, especialista en transgredir las reglas ortográficas de la Real Academia Española, con neurosis cultural debido a que no puedo crear poemas que lleguen al corazón, víctima de la libertad, democracia y ecocidio del capitalismo bárbaro, pero con licencia de la Madre Naturaleza para cortar flores y olerlas.- 

Miembro de S.I.P.E.A. (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas)- Sonora- “Por la paz del mundo”           victor-79@live.com.mx