MENSAJE DEL OBISPO DE TUXPAN JUAN NAVARRO CASTELLANOS EN EL MES DE MAYO
Tuxpan de la Asunción, Ver.
Saludo a todos con mucho gusto y, de manera especial, quiero dirigirme a las madres para felicitarlas en su día.
Nos nace del corazón celebrar a las mamás, porque su ser y su actuar es base fundamental para que aquellos que vienen al mundo tengan una vida digna y significativa.
Además de felicitar a todas ustedes que son madres, oramos para que no se cansen de serlo y que Dios, que es Padre y Madre para todos, las bendiga y las acompañe ahora y todo el año, de manera que perseveren en esta que es la tarea de tareas.
¿Por qué? Porque la verdadera madre es para sus hijos también amiga y consejera, maestra y educadora que con su palabra y con su ejemplo corrige y guía, señala con la palabra y con el ejemplo el rumbo y las luces para que el hijo descubra el horizonte y encuentre finalmente su vocación y el camino que ha de seguir.
A partir de nuestra fe, tienen el ejemplo y la intercesión de María de Nazareth, la madre de Jesús y madre nuestra. Ella supo escuchar la voz de Dios, pero buscó también profundizarla para descubrir la voluntad de Dios, logrando así entender la importancia de su vocación y las energías para salir adelante en los momentos difíciles que vivió.
Que María nuestra madre del cielo las acompañe e interceda por ustedes, queridas mamás, para que asuman con alegría esta gran tarea de dar vida a sus retoños y de acompañarlos en su crecimiento y desarrollo. Tarea y vocación, que en la mentalidad de nuestra cultura actual, es vista por muchos como una esclavitad, como una pesada cruz y una realidad que no va con la vida moderna.
MADRE
Tu mirada de amor
descubre lo que otros no alcanzan a ver.
Tu nobleza
te hace apreciar lo que los demás desprecian.
Tu amor desinteresado
te hace defender a los pequeños que otros menosprecian y en ocasiones atacan.
Tu presencia maternal
genera sana confianza, amor a la vida y esperanza en un futuro mejor.
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