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Veo a Margarita Presidenta en 2018: Calderón
Ratifica el respaldo a García Luna, considera que el cambio de López Obrador es de estrategia y niega que no tolere a Peña Nieto: “¡tolero a los cuatro!”.

 

Por Tomado de: / Milenio

Dia de publicación: 2012-03-29

 

Presidente, dirían en la calle: la neta, ¿se imagina usted dentro de seis años y medio convertido en caballero consorte de la presidenta Margarita?

—No es que me imagine, pero no lo descarto, y lo que sí es que yo trataría de ayudarla como me ha ayudado ella, yo creo que Margarita ha sido un factor clave para mí, en mi carrera política, en mi Presidencia y desde luego en mi vida, sí me siento muy afortunado de estar con ella.

Esto respondió el presidente Felipe Calderón a la pregunta de Carlos Marín durante el programa Tercer Grado, que conduce Leopoldo Gómez y en el que participaron también Ciro Gómez Leyva, Joaquín López-Dóriga, Carlos Loret de Mola, Víctor Trujillo, Adela Micha y Denise Maerker.

El tema surgió cuando Micha preguntó al presidente Calderón: ¿Margarita qué quiere hacer una vez que termine?

—Margarita yo creo que tiene una carrera pública formidable por delante, si la quiere hacer, o si no, también profesional, es una excelente abogada…

Loret le preguntó si se visualiza como la familia Clinton.

—Honestamente yo sí creo que Margarita debe seguir una carrera política.

López-Dóriga le preguntó si fue decisión de su gobierno contener a Margarita por el efecto Marta Sahagún.

—Creímos que había que reivindicar la responsabilidad personal del Presidente, es decir, yo respeto este tema de pareja presidencial, pero la Constitución marca un poder y una responsabilidad personalísima. Segundo, había muchas experiencias que Margarita conoce muy bien y ella decidió asumir eso, y también el equipo a lo mejor nos pasamos ahí de…ella también fue súper prudente, súper cuidadosa y siempre lo ha sido, pero tiene un carisma y es una belleza intelectual, espiritual y personal…

—¿Ella le tira línea o usted a ella? —le preguntó nuevamente Marín.

—Nos respetamos mucho —respondió.

En la participación del Presidente en la emisión especial de Tercer Grado, a la que acudió por primera ocasión, surgió el tema del titular de la Secretaría de Seguridad Pública, cuando Ciro Gómez Leyva preguntó:

—A Genaro García Luna, en una evaluación del uno al 10 como secretario de Seguridad Pública, ¿cuanto le pondría?

—Genaro… la verdad no me gusta calificar con números a mis colaboradores, pero ha sido un muy buen colaborador y por eso es secretario de Seguridad Pública, y honestamente, la transformación que ha hecho del gobierno federal, por ejemplo con la Policía Federal, sí es uno de los legados que voy a dejar, voy a dejar una policía moderna, eficiente y que no había y que la necesita el país.

—¿Completamente satisfecho? —le insistió.

—También en eso, trato de evitar la palabra satisfecho, tú no puedes estar satisfecho en un país con tantas necesidades, pero sí tengo lo que los viejos filósofos decían ante una situación de preocupación por el estado social, la tranquilidad que te da la conciencia de actuar conforme a lo que es debido.

Sobre la posibilidad de un juicio en la Corte de La Haya, el presidente Calderón dijo no temer, porque ha actuado conforme a la ley.

El mandatario, entrevistado por los ocho conductores, admitió que lo que sí ha tenido son muchas amenazas. “Algunas más serias que otras, pero también la labor del Estado Mayor Presidencial, a los que les agradezco que me hayan permitido trabajar a fondo y a plenitud en estos años, es una labor extraordinaria y desde luego va a proteger a mí y a mi familia como está previsto en la normatividad”.

Gómez preguntó a Calderón sobre las reformas pendientes y los instrumentos que hacen falta para que la Presidencia lleve a cabo de manera más efectiva sus políticas públicas.

—Más que a la Presidencia, al régimen político, le hace falta la reelección de legisladores y alcaldes, es un bloqueo estructural que no permite madurar los procesos de toma de decisiones en la relación del Ejecutivo y el Legislativo y no permite que el elector le asignen costos y beneficios a los legisladores; otro tema es el voto de la iniciativa preferente, que permitirá que por lo menos se discutan los asuntos, por ejemplo, en la reforma laboral que la gente diga qué bueno que la apoyaste o no, pero ya voten.

En ese tema, el titular del Ejecutivo admitió que a él le habría gustado acudir a debatir a la Cámara de Diputados tras la entrega de sus Informes de gobierno.

“Este es un debate viejo, que se acabe el día del Presidente, todos exigíamos que se contestaran las preguntas y el debate era que si estaba presente, yo propuse el primer año: yo contesto todas las preguntas que quieran hacerme todos los diputados y senadores y se quedaron: ah si, cómo no, mejor que no venga y se acabó”.

A lo largo de las dos horas que duró el programa trasmitido anoche, el presidente Calderón fue cuestionado por Gómez Leyva sobre la amplia ventaja que tiene el priista Enrique Peña Nieto en las encuestas de preferencias electorales, y que de no presentarse un cambio significativo en ellas, el PRI regresará a Los Pinos.

“Estamos ante un electorado que es muy crítico, que no consolida su opinión hasta la víspera o el día de la jornada electoral y que todo puede pasar, en otras palabras, porque alguien vaya adelante o atrás va a ganar o perder.”

Calderón anticipó que será una elección competida y dijo que para él no es una obsesión quién gane, sino que haya un proceso democrático y lo haga limpiamente. “Todos los partidos pueden ganar, tiene más probabilidad en la medida en que tiene mayor aceptación”.

A unas horas de la veda para promover obras, que se inicia con las campañas electorales, y en la que los funcionarios públicos, empezando con el titular del Ejecutivo, quien estará impedido a ofrecer entrevistas los próximos tres meses, el Presidente imaginó la noche del 1 de julio del 2012 reconociendo a quien haya ganado la contienda.

En la conversación reconoció que la reforma electoral tiene “deficiencias y excesos”, como en un régimen democrático se niegue al Ejecutivo la oportunidad de hablar y defenderse de las críticas de los candidatos en campaña.

“Es un absurdo que el gobierno no pueda ni defenderse cuando todo el mundo va a hablar en contra del gobierno, pero también denle chance al gobierno de que se defienda”.

El Presidente admitió frente a las deficiencias y excesos de la reforma electoral: “honestamente para mí era importante que hubiera una ley que por lo menos todos los jugadores la aprobaran, porque yo no quería que se repitiera este desastre que pasó en 2006, que porque hubo alguien que no aprobó las reglas y no avaló a los árbitros se consideró con derecho de hacer todo”, en referencia a Andrés Manuel López Obrador y su impugnación del proceso electoral.

El titular del Ejecutivo reconoció que tras la disputa electoral del 2006, ya ni tiene agravios de López Obrador, pero consideró que su actitud casi “rompe al país” en el pasado proceso electoral. “Le deseo buena suerte, voy a respetar sus posturas”, y consideró que su cambio de actitud responde a un cambio de estrategia: “auténticamente cambiado, de que ha cambiado, ha cambiado, por lo menos de estrategia, pero es la misma persona”.

A pregunta López Dóriga, sobre el perdón que el candidato de las izquierdas le otorgó, Calderón respondió que agradece el gesto de López Obrador de “perdona vidas”. Y agregó: “yo honestamente gané limpiamente no creo que haya algo por lo que deba pedir perdón”.

—¿Y a Peña Nieto? La percepción es que no lo tolera —inquirió López-Dóriga.

—Eso es totalmente absurdo, ¡tolero a los cuatro! Josefina es mi amiga, fue muy buena colaboradora.

Calderón dijo que el espionaje telefónico del que fue recientemente víctima Vázquez Mota, no provino del gobierno federal, de Alejandra Sota ni de Genaro García Luna, sino de adversarios de la candidata panista.

Más adelante, reconoció que su actitud los próximos tres meses será de un jefe de Estado y no del jefe de campaña de la candidata de su partido.

“Si tuviera que optar entre un presidente militante y un jefe de Estado, yo opto claramente por jefe de Estado, porque es el interés nacional lo que está en juego, prefiero tener una elección con el mayor grado de consenso posible en sus resultados, que incluso, que a costa de lo que sea, ganara la candidata de mi propio partido”.

Marín le preguntó si las alianzas de PAN con PRD en 2010 no le impidieron a su gobierno tener mayor gobernabilidad, mediante una mejor relación política con el PRI, a lo que el mandatario respondió: “Por supuesto que no, fue una decisión que tomó el PAN. No soy un simpatizante de alianzas interpartidistas. Tienen la desventaja que se pierde la nitidez e ideología de los partidos. Se cargaron los costos como la pérdida de nitidez y los beneficios fueron ganar las gubernaturas y eso redunda en un bien público en esos estados”.

López-Dóriga le cuestionó sobre la percepción de la ciudadanía respecto a que él fue promotor de las alianzas. “Había una gran presión del PRI para que el PAN no tuviera alianzas y cuando se da un proceso muy turbulento en el Senado en que no se refrenda inicialmente por el PRI la Ley de Ingresos, las cosas quedan casi muertas. El acuerdo, específicamente prohibitivo de alianzas, de ese no tuve conocimiento, sino hasta posteriormente”, en referencia al rechazo a la alianza PAN-PRD en el Estado de México.

Más adelante, Calderón dijo su convicción democrática depende no de siglas partidistas sino de los comportamientos y prácticas autoritarias que “representan un obstáculo para la vida democrática” y evitó señalar si el PRI “en estos momentos es un peligro para México”, como le cuestionó Gómez.

Loret preguntó sobre la información que tiene el gobierno federal contra los ex gobernadores de Tamaulipas, particularmente de Tomás Yarrington, y sostuvo que es la misma que se ha hecho pública sobre investigaciones del gobierno de Estados Unidos. “Habría que preguntarle a la PGR, porque yo no tengo mayor detalle”.

Gómez dio a conocer al inicio de la emisión que Tercer Grado extendió ya una invitación a los candidatos presidenciales de todos los partidos, para que a lo largo de la campaña acudan al programa de televión.

Presidente, dirían en la calle: la neta, ¿se imagina usted dentro de seis años y medio convertido en caballero consorte de la presidenta Margarita?

—No es que me imagine, pero no lo descarto, y lo que sí es que yo trataría de ayudarla como me ha ayudado ella, yo creo que Margarita ha sido un factor clave para mí, en mi carrera política, en mi Presidencia y desde luego en mi vida, sí me siento muy afortunado de estar con ella.

Esto respondió el presidente Felipe Calderón a la pregunta de Carlos Marín durante el programa Tercer Grado, que conduce Leopoldo Gómez y en el que participaron también Ciro Gómez Leyva, Joaquín López-Dóriga, Carlos Loret de Mola, Víctor Trujillo, Adela Micha y Denise Maerker.

El tema surgió cuando Micha preguntó al presidente Calderón: ¿Margarita qué quiere hacer una vez que termine?

—Margarita yo creo que tiene una carrera pública formidable por delante, si la quiere hacer, o si no, también profesional, es una excelente abogada…

Loret le preguntó si se visualiza como la familia Clinton.

—Honestamente yo sí creo que Margarita debe seguir una carrera política.

López-Dóriga le preguntó si fue decisión de su gobierno contener a Margarita por el efecto Marta Sahagún.

—Creímos que había que reivindicar la responsabilidad personal del Presidente, es decir, yo respeto este tema de pareja presidencial, pero la Constitución marca un poder y una responsabilidad personalísima. Segundo, había muchas experiencias que Margarita conoce muy bien y ella decidió asumir eso, y también el equipo a lo mejor nos pasamos ahí de…ella también fue súper prudente, súper cuidadosa y siempre lo ha sido, pero tiene un carisma y es una belleza intelectual, espiritual y personal…

—¿Ella le tira línea o usted a ella? —le preguntó nuevamente Marín.

—Nos respetamos mucho —respondió.

En la participación del Presidente en la emisión especial de Tercer Grado, a la que acudió por primera ocasión, surgió el tema del titular de la Secretaría de Seguridad Pública, cuando Ciro Gómez Leyva preguntó:

—A Genaro García Luna, en una evaluación del uno al 10 como secretario de Seguridad Pública, ¿cuanto le pondría?

—Genaro… la verdad no me gusta calificar con números a mis colaboradores, pero ha sido un muy buen colaborador y por eso es secretario de Seguridad Pública, y honestamente, la transformación que ha hecho del gobierno federal, por ejemplo con la Policía Federal, sí es uno de los legados que voy a dejar, voy a dejar una policía moderna, eficiente y que no había y que la necesita el país.

—¿Completamente satisfecho? —le insistió.

—También en eso, trato de evitar la palabra satisfecho, tú no puedes estar satisfecho en un país con tantas necesidades, pero sí tengo lo que los viejos filósofos decían ante una situación de preocupación por el estado social, la tranquilidad que te da la conciencia de actuar conforme a lo que es debido.

Sobre la posibilidad de un juicio en la Corte de La Haya, el presidente Calderón dijo no temer, porque ha actuado conforme a la ley.

El mandatario, entrevistado por los ocho conductores, admitió que lo que sí ha tenido son muchas amenazas. “Algunas más serias que otras, pero también la labor del Estado Mayor Presidencial, a los que les agradezco que me hayan permitido trabajar a fondo y a plenitud en estos años, es una labor extraordinaria y desde luego va a proteger a mí y a mi familia como está previsto en la normatividad”.

Gómez preguntó a Calderón sobre las reformas pendientes y los instrumentos que hacen falta para que la Presidencia lleve a cabo de manera más efectiva sus políticas públicas.

—Más que a la Presidencia, al régimen político, le hace falta la reelección de legisladores y alcaldes, es un bloqueo estructural que no permite madurar los procesos de toma de decisiones en la relación del Ejecutivo y el Legislativo y no permite que el elector le asignen costos y beneficios a los legisladores; otro tema es el voto de la iniciativa preferente, que permitirá que por lo menos se discutan los asuntos, por ejemplo, en la reforma laboral que la gente diga qué bueno que la apoyaste o no, pero ya voten.

En ese tema, el titular del Ejecutivo admitió que a él le habría gustado acudir a debatir a la Cámara de Diputados tras la entrega de sus Informes de gobierno.

“Este es un debate viejo, que se acabe el día del Presidente, todos exigíamos que se contestaran las preguntas y el debate era que si estaba presente, yo propuse el primer año: yo contesto todas las preguntas que quieran hacerme todos los diputados y senadores y se quedaron: ah si, cómo no, mejor que no venga y se acabó”.

A lo largo de las dos horas que duró el programa trasmitido anoche, el presidente Calderón fue cuestionado por Gómez Leyva sobre la amplia ventaja que tiene el priista Enrique Peña Nieto en las encuestas de preferencias electorales, y que de no presentarse un cambio significativo en ellas, el PRI regresará a Los Pinos.

“Estamos ante un electorado que es muy crítico, que no consolida su opinión hasta la víspera o el día de la jornada electoral y que todo puede pasar, en otras palabras, porque alguien vaya adelante o atrás va a ganar o perder.”

Calderón anticipó que será una elección competida y dijo que para él no es una obsesión quién gane, sino que haya un proceso democrático y lo haga limpiamente. “Todos los partidos pueden ganar, tiene más probabilidad en la medida en que tiene mayor aceptación”.

A unas horas de la veda para promover obras, que se inicia con las campañas electorales, y en la que los funcionarios públicos, empezando con el titular del Ejecutivo, quien estará impedido a ofrecer entrevistas los próximos tres meses, el Presidente imaginó la noche del 1 de julio del 2012 reconociendo a quien haya ganado la contienda.

En la conversación reconoció que la reforma electoral tiene “deficiencias y excesos”, como en un régimen democrático se niegue al Ejecutivo la oportunidad de hablar y defenderse de las críticas de los candidatos en campaña.

“Es un absurdo que el gobierno no pueda ni defenderse cuando todo el mundo va a hablar en contra del gobierno, pero también denle chance al gobierno de que se defienda”.

El Presidente admitió frente a las deficiencias y excesos de la reforma electoral: “honestamente para mí era importante que hubiera una ley que por lo menos todos los jugadores la aprobaran, porque yo no quería que se repitiera este desastre que pasó en 2006, que porque hubo alguien que no aprobó las reglas y no avaló a los árbitros se consideró con derecho de hacer todo”, en referencia a Andrés Manuel López Obrador y su impugnación del proceso electoral.

El titular del Ejecutivo reconoció que tras la disputa electoral del 2006, ya ni tiene agravios de López Obrador, pero consideró que su actitud casi “rompe al país” en el pasado proceso electoral. “Le deseo buena suerte, voy a respetar sus posturas”, y consideró que su cambio de actitud responde a un cambio de estrategia: “auténticamente cambiado, de que ha cambiado, ha cambiado, por lo menos de estrategia, pero es la misma persona”.

A pregunta López Dóriga, sobre el perdón que el candidato de las izquierdas le otorgó, Calderón respondió que agradece el gesto de López Obrador de “perdona vidas”. Y agregó: “yo honestamente gané limpiamente no creo que haya algo por lo que deba pedir perdón”.

—¿Y a Peña Nieto? La percepción es que no lo tolera —inquirió López-Dóriga.

—Eso es totalmente absurdo, ¡tolero a los cuatro! Josefina es mi amiga, fue muy buena colaboradora.

Calderón dijo que el espionaje telefónico del que fue recientemente víctima Vázquez Mota, no provino del gobierno federal, de Alejandra Sota ni de Genaro García Luna, sino de adversarios de la candidata panista.

Más adelante, reconoció que su actitud los próximos tres meses será de un jefe de Estado y no del jefe de campaña de la candidata de su partido.

“Si tuviera que optar entre un presidente militante y un jefe de Estado, yo opto claramente por jefe de Estado, porque es el interés nacional lo que está en juego, prefiero tener una elección con el mayor grado de consenso posible en sus resultados, que incluso, que a costa de lo que sea, ganara la candidata de mi propio partido”.

Marín le preguntó si las alianzas de PAN con PRD en 2010 no le impidieron a su gobierno tener mayor gobernabilidad, mediante una mejor relación política con el PRI, a lo que el mandatario respondió: “Por supuesto que no, fue una decisión que tomó el PAN. No soy un simpatizante de alianzas interpartidistas. Tienen la desventaja que se pierde la nitidez e ideología de los partidos. Se cargaron los costos como la pérdida de nitidez y los beneficios fueron ganar las gubernaturas y eso redunda en un bien público en esos estados”.

López-Dóriga le cuestionó sobre la percepción de la ciudadanía respecto a que él fue promotor de las alianzas. “Había una gran presión del PRI para que el PAN no tuviera alianzas y cuando se da un proceso muy turbulento en el Senado en que no se refrenda inicialmente por el PRI la Ley de Ingresos, las cosas quedan casi muertas. El acuerdo, específicamente prohibitivo de alianzas, de ese no tuve conocimiento, sino hasta posteriormente”, en referencia al rechazo a la alianza PAN-PRD en el Estado de México.

Más adelante, Calderón dijo su convicción democrática depende no de siglas partidistas sino de los comportamientos y prácticas autoritarias que “representan un obstáculo para la vida democrática” y evitó señalar si el PRI “en estos momentos es un peligro para México”, como le cuestionó Gómez.

Loret preguntó sobre la información que tiene el gobierno federal contra los ex gobernadores de Tamaulipas, particularmente de Tomás Yarrington, y sostuvo que es la misma que se ha hecho pública sobre investigaciones del gobierno de Estados Unidos. “Habría que preguntarle a la PGR, porque yo no tengo mayor detalle”.

Gómez dio a conocer al inicio de la emisión que Tercer Grado extendió ya una invitación a los candidatos presidenciales de todos los partidos, para que a lo largo de la campaña acudan al programa de televión.

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